“La justicia es la verdad en acción”.
Benjamin Disraeli
Según la información oficial, el expediente de las investigaciones sobre el homicidio de Luis Donaldo Colosio consta de 174 tomos con 68,293 fojas. Además hay 293 anexos con documentos de respaldo.
Declararon ante los investigadores del caso 1,040 personas, de las cuales 533 presentaron más tarde ampliaciones a esas declaraciones. Tan sólo en los cuatro años en que Luis Raúl González Pérez estuvo a cargo de la subprocuraduría especial del caso, de 1996 a 2000, el costo oficial de la investigación fue de 147 millones de pesos. Este monto, más los costos ocultos, más lo que se gastó antes y después de esos cuatro años, lo pagamos por supuesto nosotros, los contribuyentes.
Sin embargo, a diez años de distancia la mayor parte de esa información está vedada a quienes la sufragamos. Esto no sólo es injusto sino que promueve la desconfianza en el sistema de justicia de nuestro país.
Es verdad que el ex subprocurador especial González Pérez publicó en septiembre del año 2000 cuatro volúmenes de un Informe de la investigación del homicidio del licenciado Luis Donaldo Colosio Murrieta. Estos cuatro tomos, sin embargo, representan solamente un minúsculo vistazo de la información acumulada en los 174 tomos, 68,293 fojas y 293 anexos de la investigación.
No voy a cometer la perogrullada de decir que si se hubiera abierto toda la información la investigación no cargaría con el descrédito que la agobia. La verdad es que la gente en nuestro país desconfiaría de la mejor investigación y de la más abierta. Siglos de manipulaciones nos han acostumbrado a descreer de nuestros procuradores e impartidores de justicia. Pero además es parte de la naturaleza humana creer en teorías de la conspiración, entre más locas mejor. Y en un caso como el de Colosio, con un homicidio en circunstancias de tensión política, esto resulta inevitable.
De cualquier manera los observadores serios del caso, los que están realmente interesados en conocer la verdad del crimen y no simplemente en utilizarlo para su beneficio político, podrían eliminar muchas dudas si simplemente tuviesen acceso a los expedientes completos. Yo me pregunto, por ejemplo, si don Luis Colosio Fernández, el padre del candidato asesinado, seguiría insistiendo en la necesidad de presentar a declarar nuevamente a Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo si tuviera las declaraciones completas que ya hicieron los ex presidentes.
La falta de transparencia no es, por supuesto, una característica distintiva de las pesquisas sobre el caso Colosio. Si acaso, se sabe mucho más acerca de esta investigación, la más extensa y costosa en la historia de nuestro país, que de cualquier otra. El problema es que en México se oculta de manera sistemática la información judicial para detrimento de la credibilidad de la justicia y de la protección de los derechos de los mexicanos.
Una de las razones por las que los mexicanos no le tenemos confianza a nuestras instituciones de procuración e impartición de justicia es precisamente por esta falta de transparencia. Los juicios se celebran en privado y las decisiones resultan por lo tanto incomprensibles para la mayoría de la gente. Incluso en estos tiempos en que ha surgido un Poder Judicial con mayor independencia que nunca, la falta de información se traduce en la convicción de que los juicios se deciden por influencia de los poderosos o por el dinero de los contendientes.
La solución lógica sería abrir la información judicial en nuestro país. No hay razón por la cual los mexicanos no podamos conocer los 174 tomos completos y 293 anexos de la investigación sobre un homicidio que tuvo lugar hace diez años y que se encuentra en una reserva indefinida. Es absurdo que tampoco tengamos acceso a los expedientes del juicio de Mario Aburto, quien fue sentenciado hace ya varios años.
A pesar de que el Gobierno de Vicente Fox se oponía también a la apertura informativa, tuvo que ceder ante la presión y convalidó la Ley de Acceso a la Información. Ahora, de hecho, la presenta como uno de sus grandes logros. Persiste la resistencia, sin embargo, a la apertura de los expedientes judiciales. Esto no solamente significa que se nos está negando a los mexicanos acceso a información que nosotros mismos pagamos, sino que está ahondando el descrédito de la procuración e impartición de justicia en el país.
Castañeda
Jorge Castañeda lanzará formalmente mañana su candidatura a la Presidencia de la República. Es muy difícil que el ex secretario de Relaciones Exteriores pueda ganar la elección, especialmente porque las reglas están hechas para obstaculizar las candidaturas independientes. Pero Castañeda es un hombre inteligente que le dará sin duda un toque atractivo a la contienda.
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