Los grupos teatrales
¿Tendría caso hablar de un arte del actor en La Laguna, donde el teatro amateur en general se distingue sólo por la constancia y el ánimo de participación del actor frente a un público? Si de preparación hablamos, entraremos en la triste realidad, de que salvo honrosas excepciones, la mayoría de los jóvenes que practican esta bella disciplina, sólo tienen un objetivo en común, lucirse, sentir el aplauso, y hasta en muchos otros recoger los apoyos económicos que la dirección municipal de cultura paga a los grupos que se presentan dentro de sus programas, programas que salvo lo que presenta el maestro Méndez y su grupo, muestran obras que raspan en lo simplón, como lo que representan grupos como el de Homero Guerrero, sin la más mínima idea de lo que es hacer teatro, plagia propuestas de otros grupos, y con el mayor de los descaros dice que son obra de él, deberías tener un poco de vergüenza y respetar el trabajo de adaptación realizado por los compañeros teatristas, o si crees que es tan fácil hazlo tú mismo. Ladrones de propuestas hay muchos en este país, pero no tan mentecatos, ¿creíste que nadie se daría cuenta?, ¡Por Dios!, cuidado con este tipo de personas que sólo acuden a los talleres o grupos para fusilar propuestas y comercializarlas con su nombre. Otro caso pintoresco es el del grupo unicornio, que dentro de su cándida originalidad, crean sus propias obras, estructuradas a partir de la búsqueda incesante del chistoretazo, manejando actuaciones jocosas comparadas con las hechas por el programa Puro Loco, todo con el arduo sacrificio y empeño de hacer la tarea más difícil: Hacer reír al público.
El arte del actor debe ir más haya de la honestidad, debe sobre todo sustentarse en una ética teatral encaminada a la búsqueda constante de investigación, y preparación, para así profundizar en las propias ideas que se quieren decir.
Al parecer este tipo de grupos están encaminados a seguir realizando un teatro comercial, mal hecho, donde la preparación sale sobrando, un actor o director teatral como lo dije antes tiene que poseer una cultura general, que le permita sensibilizarse por las problemáticas actuales del mundo, y las lleve a cabo en sus montajes, pero hay un gran desinterés, a estos jovencitos, difícilmente se le ve en una exposición de pintura, en la presentación de un libro, en un concierto musical, en las muestras de cine, y mucho menos en el mismo teatro, presenciando lo que los demás realizan.
No se trata de satanizar a estos grupos, cada quien es libre de hacer lo que quiera, salvo plagiar. Y quizás la culpa sea de las instituciones culturales, las cuales por su ignorancia y sus malos gustos culturales, les dan cabida a estos grupitos que repiten estereotipos presentados en los programas cómicos de televisión, la pregunta sería ¿qué clase de cultura teatral quieren llevar al público?, ¿se trata de educarlos en una buena temática que los invite al goce y a la reflexión, o sólo se trata de entretener?, porque si es así, con todo respeto los payasitos de los cruceros divierten más. Y ellos tienen mayor necesidad económica que esos grupos de actores. Por que no, crear un grupo que capacite constantemente a los grupos que realmente desean hacer arte teatral, los cursos que ha impartido Jorge Méndez y sus colaboradores, como los demás cursos terminan, y no hay seguimiento, lo aprovecha el más capaz, pero tomarlo no es sinónimo de éxito, por qué no seguir detrás de los trabajos de esos grupos, asesorándolos, al menos si desean estar dentro de los programas del municipio, claro y si al municipio le interesa, si no, de todos modos seguiremos insistiendo.
