Treinta y ocho mujeres hablan, conversan, critican, expresan, responden y preguntan, en ocasiones a gritos, otras susurrando sobre sus creencias, sus ideas, dudas, emociones, retos, sorpresas.
Tres son las preguntas que la coordinadora del libro Gritos y Susurros, Denise Dresser se atrevió a plantear a estas mujeres: qué les ha tomado por sorpresa, cuándo y en qué momentos se han sentido poco preparadas y qué retos inusuales y desconcertantes les han sucedido.
Estas treinta y ocho mujeres, incluyendo a la propia coordinadora, cada una a su manera y respondiendo a la invitación que ésta les hiciera a participar en el libro, trataron de contestar con honestidad, desde su propia historia personal y desde sus trincheras.
El libro está integrado por treinta y ocho textos y un prólogo de la coordinadora. Denise Dresser es, según lo apuntan las biografías de cada una en la parte final del libro, politóloga, editorialista, licenciada en relaciones internacionales de El Colegio de México y doctora en ciencia política de la Universidad de Princeton.
En cada uno de los textos, estas mujeres intentan responder las tres preguntas aludidas y en su intento se hacen otras que les van surgiendo en el camino o que les provocan nuevas dudas. No se quedan en las respuestas sino, van más allá con sus voces, con sus palabras, sus pausas y sus silencios y hablan desde lo más profundo de lo que se duelen, con lo que ríen, lo que necesitan y piden, escriben de sus amores y desamores, de sus lágrimas, retos, fracasos, ilusiones y desilusiones.
El prólogo es de la propia Dresser y en él explica el criterio de selección que siguió al convocar a estas treinta y siete mujeres. Nos dice que los textos son un reto al silencio y que el libro no es sólo para mujeres. El contar cada mujer su historia, las experiencias intempestivas y los momentos en que se han sentido poco preparadas, no es exclusivo de un género. Por ello invita a hombres y mujeres a explorar nuestros propios momentos de desconcierto, nuestras historias sorpresivas y nuestros retos.
El libro se puede leer de principio a fin como es lo indicado, pero también se puede ir leyendo de manera salteada, a elección del lector, seleccionando los personajes que vayan interesando; podemos comenzar con el último texto, que es precisamente, el de Denise Dresser o iniciar la lectura por algún texto del medio, como pueden ser los textos de mujeres tan diferentes, Lourdes Arizpe, Adela Micha o Beatriz Paredes o irnos en orden del primero al último.
El libro es editado por Grijalbo, colección Raya en el agua y tanto la portada como la contraportada y los forros portan fotografías en blanco y negro y por grupos de las autoras. Es una portada al estilo la revista Town & Country, de la autoría de Guillermo Güemez Sarre.
Los textos son eclécticos y heterogéneos. Obviamente no hay un texto igual al otro. Y es que todas son mujeres tan diferentes. Lo único que en este caso comparten las autoras es el género. Las hay de diferentes profesiones, aunque no todas son profesionistas, las hay pintoras, publicistas, comunicólogas, periodistas, escritoras, políticas, actoras, empresarias, abogadas. Vienen de diferentes regiones del país, incluso algunas nacieron en el extranjero, es el caso de Julieta Campos o Nina Menocal o Carla Rippey. Las hay de diferentes edades, unas andan ya en los sesenta o más, otras andarán en los treinta, lo que hace que cada una esté en una etapa de su vida diferente. A cada texto lo precede la fotografía de la autora.
Unos textos son más emotivos que otros, algunas comparten más sobre sus vidas amorosas y otras sólo muestran sus vidas en los ambientes de trabajo. Algunas hablan lo que ha significado retos inusuales, difíciles, nos comparten temores, recelos, triunfos y fracasos, lo que ha sido, para algunas la maternidad o la experiencia de vivir un cáncer, la de enviudar o sobre la vejez o el miedo al fracaso.
Hay textos que atraen más o es que cada lector o lectora se identificará con unos más que con otros. Con algunas se comparten épocas vividas, sentimientos, o experiencias. Con otras resonamos más o nos impactan por su crudeza, valor y honestidad.
Aunque todas me parecen mujeres admirables y valiosas, tengo mis propias preferencias, pero más allá de eso, lo que este libro me deja es ahondar sobre las preguntas que Denise propone y que seguramente nos hacemos todos los días, pero sobre todo me quedaría con la segunda pregunta, la que se refiere a los momentos o las circunstancias en los que se han sentido poco preparadas, porque creo que nunca estamos totalmente preparadas para enfrentar un mundo que ha sido tradicionalmente machista y sobre todo cuando las mujeres hemos intentado e intentamos, desde hace varias décadas incursionar y entrar en ese mundo de hombres, con todo lo que eso significa.
Por supuesto, que es un reto que a veces desconcierta, por supuesto que a veces sorprende, pero muchas mujeres nos ponen diariamente el ejemplo. No podemos quedarnos al margen. Algo que me admira es el desarrollo profesional que estas treinta ocho mujeres han alcanzado en su campo, lo que nos demuestra que si queremos ser artífices del mundo de cada día debemos prepararnos sin claudicar.
