EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Tres de cada cuatro adolescentes tiene acné de algún alcance, probablemente ocasionado por cambios hormonales que estimulan las glándulas sebáceas produciendo grasa. Su aparición puede agravarse durante el período menstrual o el embarazo, pero también puede provocarlo el uso de píldoras de control de la natalidad o el stress.
Un reporte médico de la Secretaría de Salud indica que el acné es muy frecuente en los adolescentes, pero puede aparecer en ambos sexos y en todas las edades, pues parece que hay una tendencia familiar a desarrollar acné. Normalmente comienza en la pubertad y puede continuar a lo largo de muchos años.
Existen dos formas clínicas: una leve, llamada acné polimorfo juvenil o acné superficial y otra más grave, denominada acné quístico y conglobata o acné profundo.
El acné se produce cuando las glándulas sebáceas, que producen grasa y desembocan en el mismo folículo del pelo, generan más secreción de la que la piel es capaz de eliminar por descamación, de tal forma que se producen tapones de grasa en los folículos (comedones).
Cuando la superficie del tapón se oscurece se llaman espinillas. Al romperse el tapón logran entrar células muertas de la piel que con la grasa acumulada y las bacterias de la zona, forman nódulos infectados llamados pústulas.
Si estas áreas infectadas de la piel son profundas, pueden expandirse para formar quistes. Un quiste sebáceo se forma cuando la glándula sebácea continúa produciendo grasa. En vez de romper la pared del folículo, éste continúa agrandándose y formando un bulto duro (conocido como quiste) debajo de la piel. El quiste normalmente no es doloroso a menos que llegue a estar infectado.
El acné aparece normalmente sobre la cara y hombros pero puede extenderse al tronco, brazos y piernas. La suciedad no es la causa del acné, pero como la presencia de grasa, puede agravar el problema.
Otros factores que aumentan la posibilidad de aparición del acné son los cambios hormonales, la exposición a climas extremos, tensión, piel grasa, alteraciones endocrinas, ciertos tumores y el uso de ciertos medicamentos (tales como la cortisona, testosterona, estrógenos y otros).
El acné no es contagioso, pero la tendencia a tenerlo puede persistir hasta los 30 ó 40 años.
Medicamentos
El tratamiento se diseña con el fin de prevenir la formación de nuevas heridas y ayudar a sanar las lesiones viejas.
Los medicamentos locales que secan la grasa o promueven el peeling de la piel, suelen contener peróxido benzoico, sulfuro, resorcinol, ácido salicílico o etetronina y ácido retinoico (Retin-A).
Si las lesiones se infectan se pueden prescribir antibióticos tales como la tetraciclina o la eritromicina. También se usan antibióticos tópicos (aplicados justo en el área afectada de la piel) tales como la clindamicina o la eritromicina para controlar la infección.
La vitamina sintética ha demostrado ser beneficiosa en el tratamiento del acné intenso. Sin embargo, las mujeres embarazadas y las adolescentes sexualmente activas no deberían tomar esta medicación. Otra forma de tratamiento consiste en la administración de cortisona local o inyectada.
También existen procedimientos quirúrgicos como el peeling profesional de la piel (químico) pelando la piel y la dermoabrasión o la extracción y drenaje de los quistes.
Las pequeñas exposiciones solares mejoran el acné. Sin embargo, una excesiva exposición al sol o a los rayos ultravioletas no está recomendada porque aumenta el riesgo de cáncer de piel.
TRATAMIENTOS CASEROS
Hay tratamientos domésticos que pueden disminuir los efectos del acné:
· Limpiar la piel suave pero completamente con jabón y agua, quitando toda la suciedad o maquillaje. El lavado tan frecuente como se necesite controla la grasa. Hay que realizarlo por lo menos a diario y después del ejercicio. Usar un paño limpio todos los días para prevenir infecciones.
· Vapor o compresas húmedas cálidas para abrir los poros atascados.
· Lavar el pelo con champú por lo menos dos veces por semana. Usar un champú anticaspa si es necesario.
· Peinar el pelo hacia atrás para mantener despejada la cara.
· Usar astringentes locales para quitar el exceso de grasa.
· No rascar, tocar o frotar las lesiones. Estas acciones pueden aumentar el daño de la piel.
· Lavarse las manos antes y después del cuidado de sus lesiones para reducir el riesgo de infección.
· No apoyar la cara sobre las manos. Esto puede irritar la piel de la cara.
· Identificar y evitar cualquier cosa que agrave el acné. Esto incluye cuidar las comidas, lociones, maquillaje, etc ... Evitar las cremas o cosméticos grasosos, que pueden agravar el acné.
· El acné a menudo mejora en verano. Incluso hay comidas que agravan el acné, que pueden tolerarse en verano pero no en invierno.
FUENTE: Secretaría de Salud