WASHINGTON (AP) .- La victoria del presidente George W. Bush, con triunfos claves en estados con alta concentración de votantes hispanos, no augura cambios importantes en la política de Washington hacia América Latina.
Un triunfo de su rival demócrata John Kerry tampoco hubiera significado grandes variaciones en la política hacia la región.
Bush consolidó su triunfo sobre la creencia de los electores de que estaba mejor capacitado que Kerry para encarar el desafío internacional del terrorismo, que seguirá siendo la columna maestra de su política exterior, incluso en su trato con la región.
Su notable victoria en el estado de la Florida, donde en su primera elección en el 2000 ganó con menos de un millar de votos de diferencia, pareciera ser la recompensa de una buena parte de la comunidad cubana en el exilio a la dureza con que ha estado ejecutando --y ofrecido continuar-- sus políticas hacia el gobierno comunista de Cuba.
En materia de inmigración las propuestas de Bush fueron más conservadoras que las de Kerry. Mientras que éste apuntaba hacia una amnistía de los que ya viven en Estados Unidos, Bush ha hablado de contratos laborales por tres años a inmigrantes que están por venir.
En este campo, Bush quizás no tenga novedades que ofrecer al presidente mexicano Vicente Fox cuando se reúnan ambos en Santiago de Chile dentro de 17 días en la cumbre presidencial del Foro Asia-Pacífico para el Desarrollo Económico (APEC).
En Estados Unidos viven unos 12 millones de indocumentados, de los cuales más de la tercera parte son de origen mexicano. Fox ha pedido infructuosamente a Bush abrirles el camino hacia mejores condiciones de vida mediante la legalización de su estado migratorio.
La permanencia del gobernante republicano en la Casa Blanca es, sin embargo, una garantía de continuidad de la ayuda a Colombia para la lucha contra el narcotráfico y los grupos armados --algo que Kerry había también ofrecido--, y de la insistencia en un tema que su derrotado rival había mediatizado: el comercio.
Bush espera retornar a la certidumbre las negociaciones del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y emprender un trabajo bilateral y multinacional más estrecho con Brasil, su co-presidente en la etapa final del proceso.
Pero quizás no le alcance el tiempo para culminar en enero las negociaciones del ALCA. Está todavía de por medio la reunión final ministerial que se había previsto para noviembre en Brasil.
El presidente reelecto también concluirá las negociaciones con Colombia, Ecuador y Perú, y tratará de sacar adelante el tratado de libre comercio con Centroamérica y la República Dominicana (RD-CAFTA), que había caído en la incertidumbre ante promesas de Kerry a los sindicatos de que devolvería el acuerdo ya firmado a la mesa de negociaciones para insertarle provisiones laborales y medioambientales.