Londres, (EFE).- Uno de cada cien pasajeros en vuelos de larga distancia sufre la trombosis venosa profunda (TVP), más conocida como "síndrome de la clase turista", según el cálculo de un estudio publicado en la revista médica británica "The Lancet".
La investigación, hecha por científicos del Instituto de Investigación Médica de Nueva Zelanda, examinó la salud de 878 personas antes y después de emprender viajes de larga distancia.
Ninguno de ellos figuraba en el grupo de riesgo de contraer el "síndrome de la clase turista", llamado así porque los asientos de esta sección cuentan con poco espacio entre unos y otros y los pasajeros suelen permanecer sentados largas horas sin estrechar las piernas para mejorar la circulación de sangre.
Los análisis bioquímicos posteriores descubrieron que nueve de las 878 personas sufrieron trombosis tras el vuelo, cinco en las piernas y cuatro en los pulmones, agrega la revista, que recalca que todos fueron tratados con fármacos anticoagulantes.
Según la investigación, estas personas que se presentaron como voluntarias para el estudio tomaron en cuenta el peligro de TVP pues el 31 por ciento tomó aspirinas y un 17 por ciento utilizó medias especiales para evitar coágulos en las piernas.
Dos de los nueve afectados con trombosis viajaron en primera clase, indican los expertos.
"El término 'síndrome de la clase turista' ya es redundante, y mejor es utilizar el término 'trombosis del pasajero", indicó el profesor Richard Beasley, a cargo de la investigación.
El problema, según refleja el estudio, no parece afectar exclusivamente a los que viajan en clase turística.
"Nuestras conclusiones sugieren que la trombosis venosa puede ser un problema de salud importante para muchos pasajeros que hacen vuelos largos", afirmó Beasley.
La cifra total de personas que mueren por TVP es aún desconocida porque muchos fallecen repentinamente a causa de una trombosis varios días o semanas después de haber viajado.