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Científicos que estudian un extraño trastorno genético realizaron un sorprendente descubrimiento que ayudaría a explicar por qué se desarrollan ciertos tumores cardiacos y apuntaría a que estos son más comunes de lo que se cree.
A raíz del hallazgo, los investigadores sugirieron que los médicos deberían estudiar más detalladamente síntomas de este tipo de tumores, que no son cancerígenos, pero que son peligrosos porque pueden provocar embolias.
"Esto puede estar más propagado de lo que pensamos", dijo Jil Tardiff, un cardiólogo de Albert Einstein College de Medicina en Nueva York, quien hizo la reseña del informe, que fue publicado en el New England Journal of Medicine.
La investigación fue encabezada por el médico Craig Basson, un cardiólogo del Weill Medical College de la Universidad de Cornell, e involucró a cuatro hospitales estadounidenses y dos belgas.
Los investigadores estaban estudiando a una familia belga de 18 miembros con afecciones musculares que les generaban una pigmentación de granos en la piel, puños o pies apretados y la incapacidad de abrir totalmente sus mandíbulas. Tres de ellos también tenían tumores denominados mixomas, que afectan a una de 100 mil personas cada año.
Ningún investigador había vinculado antes el tumor con las afecciones musculares, pero Basson sospechaba que tenían algo en común. El médico corroboró sus suspicacias en la miosina, un grupo de proteínas cuyas funciones incluye la contracción de los músculos.
Los defectos en los genes miosínicos suelen causar aflicciones como el síndrome Usher, la principal causa de ceguera y sordera en los niños. Hace una década los vincularon a las muertes repentinas por ataque cardiaco en las personas jóvenes.
Ahora que se conoce la causa de estos tumores, los científicos pueden tratar de diseñar tratamientos o terapias alternativas a la cirugía, que es el único tratamiento que se conoce hasta el momento, dijo Basson.
