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Turismo, justicia, ecología

Manú Dornbierer

De que el turismo es una de las más importantes fuentes de desarrollo y divisas, no cabe la menor duda. Pero no puede decirse, como se dijo en el reciente Tianguis Turístico de Acapulco, versión XXIX, que debe convertirse en la primera. En 45 días, dijo Fox que lo lograría. Por lo visto le gustan los múltiplos de 15... de los 15 minutos de Chiapas. Por cierto, el Gobierno le trae ganas al Tianguis de Acapulco. Tiene manifiestas intenciones de llevárselo a donde mejor convenga a sus particulares intereses.

Miguel Alemán, desde el Consejo Nacional de Turismo, hace 30 años fundó el Tianguis sobre una idea de su colaborador René Martínez que regresaba del Pow Wow, la gran convención-mercado del turismo en USA, ésa sí itineraria.

Al principio se pensó en el D.F. por su infraestructura, pero el visionario “turistero” que era le ex presidente veracruzano dijo: “Acapulco es la ventana de México”. En efecto, su nombre es el único conocido en todo el mundo.

Echeverría, presidente en funciones, visionario también, ya que inventaría Cancún, había construido en Acapulco el primer centro de convenciones importante del país para iniciar ese jugoso tipo de turismo con la convención de la asociación de agentes de viajes internacionales, ASTA (American Society of Travel Agents). Vinieron 3,000.

El Centro fue ideal para el Tianguis y cumplió su cometido, no sólo con él sino con infinidad de congresos y convenciones que aportaron mucho al puerto y a México, hasta que el priismo federal, guerrerense y acapulqueño ¡qué vergüenza! prácticamente lo regalaron a la caciquil familia Figueroa que hizo huir a muchos con su explotación y le cambió el giro.

Hoy el Centro Acapulco ha vuelto a recuperarse bajo la dirección de Sefotur, Secretaría de Fomento Turístico de Guerrero. Sólo que necesita actualizarse técnicamente lo que requiere dinero. Pero.... “Ni un centavo a Acapulco, le dará Fonatur”, así lo declaró el frío director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo, John McCarthy, al parecer amigo de “Los hijos de Marta” (buen título para un libro, señoras Wornat y Loaeza), cuyo interés principal es realizar el sueño turístico de Foxilandia: La Escalera Náutica del Mar de Cortés. Para todos hubo dinero menos para el puerto, “home” del Tianguis, que es para el foxismo lo mismo que “El Peje”: perredista y competidor de sus protegidos. El secretario de Turismo habla de “tomar una decisión sobre su futuro” (el del Tianguis). Se le queman las habas al Gobierno por apoderarse de él.

Eso fue claro desde la primera foxsecretaria de Turismo, Leticia Navarro, que desapareció súbitamente de escena, motu proprio, porque, dicen que dijo, “No me gusta tanta simulación y pocos resultados en la política”. Al irse dio conveniente entrada a la chamba a un fatigado vocero de Fox, “El Negro” Elizondo, quien se pasó la ceremonia de clausura del Tianguis platicando con Marta durante los discursos de otros, entre ellos el del invitado Felipe González y del propio Fox, que se enredó en otro de sus celebrados ataques de dislexia: Llamó Pedro Araiza a Antonio Ariza, de Domecq, así es que José Luis Borges y compañía no tienen porqué sentirse. Pero veamos lo positivo ¡Qué estupendo espectáculo ofreció Elizondo en la muestra gastronómica de apertura en la noche! Genial show en verdad. Los chavos panistas de la Sectur se ocuparon de todo. Hasta los arreglos florales llevaron desde el D.F. ¿O fue de Cancún? Todo importado, nada local. Quizás sólo los fuegos artificiales y la belleza perfecta de la noche acapulqueña.

Desarrollar

el turismo al máximo

En este país apasionante es una meta lógica. Diez mil millones de dólares anhela el secretario Elizondo como producto del turismo. Los mismos que mandan los migrantes, a los que les regatean tanto el voto porque no requieren ninguna infraestructura y sólo logran protección de su Gobierno in extremis, cuando están a punto de ser ejecutados por algún presunto crimen.

Y es que no le reditúan al Gobierno, ya que envían sus remesas a su familia directamente y generan suficientes miles de millones de dólares como para hacer variar las cifras de la pobreza del Informe presidencial, pero sin que se mencione su mérito.

Sea repetido de paso pero con reconocimiento, los migrantes son el segundo pilar de este país, Pemex, con todo y todo, es el primero y hablar de desbancar a estos dos del primer lugar de las fuentes de ingresos está canijo.

Algo acertado que se dijo en el Tianguis es que el turismo es desarrollo, sí, pero entonces señores Fox, Elizondo y McCarthy hay que ser parejos, justos y no canalizar los recursos de nuestros impuestos a unos nada más. Respeten la esencial condición: Beneficiar en primera instancia a los mexicanos no a las grandes compañías transnacionales. El desarrollo tiene que ser integral, inteligente y equitativo. No lo es.

De la escalera

nos vamos a caer

Si no lo creen, que hagan un referéndum de verdad en los estados ribereños que han decidido utilizar para su business con el cuento del desarrollo. Van a destruir “el acuario del mundo”, como lo llamó Cousteau, para que unos cuantos amigos de Fox hagan negocio construyendo marinas y demás.

Creen que dejará mucho el turismo náutico, “de grandes recursos”, dice el Presidente, sin conocer la filosofía de los muy pocos privilegiados que van por el mundo en pos de la naturaleza y no del concreto, del ruido, de la contaminación. Todo eso lo tienen en sus hacinadas marinas de California, los yatistas de domingo que sin duda vendrían a reventarse a nuestra Escalera y a ensuciar la reserva.

Es una barbaridad pretender importar a éstos al Mar de Cortés, ya tan afectado por la pesca turístico-deportiva-comercial (en www.manu-dornbierer.com.mx, columnas y comentarios de abril, vea: “Los barcos fábrica”, del Dr. Carlos Villavicencio, Universidad de Baja California).

Por desgracia McCarthy y sus representados tienen recursos para intentar convencer de lo contrario, hasta con un libro precioso, de bellísimas, fotos y con frases de los grandes filósofos.

De esto quería hablar con Rodolfo Elizondo, pero me canceló la plática. Le adelanté el tema del impacto ecológico en Quintana Roo y en Baja California. Y.. espanté a la presa. Me dijeron que le tuviera confianza, algo imposible con los funcionarios foxistas, el Cárdenas de Semarnat, por ejemplo. En fin imploremos a Poseidón para que frene a McCarthy & Co. e inspire al confiable secretario de Turismo.

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