El hecho de que al menos dos funcionarios de primer nivel en el Gobierno del Estado de Coahuila se encuentren en conflicto, dirimiendo sus diferencias de tipo político y de cara al próximo proceso para la elección del candidato priista a la gubernatura, alimenta en los coahuilenses, múltiples reacciones.
Para algunos, los defensores oficiosos y malinformados que entienden como incuestionable a la estructura y actores del Gobierno, el señalar cualquier aspecto de la confrontación que sostienen el secretario general de Gobierno, Raúl Sifuentes y el secretario de Obras Públicas, Jorge Viesca Martínez, no es más que un intento de algunos medios de comunicación por “amarrar navajas”.
Para otros, la pugna por lograr la candidatura priista, que implicaría por necesidad la consolidación de cierto grupo político, resulta lamentable por dos razones básicas: desvía –primero- la atención de los funcionarios de los asuntos a los que verdaderamente deberían estar abocados, por ponderar aquellos que tienen qué ver con su agenda personal y –segundo- evidencia una falta de madurez política en aquellos que pese a su altísima responsabilidad, eluden los compomisos de la función pública al dar por terminada la actual administración.
Pero hay un tercer grupo de coahuilenses dentro del universo de observadores de lo que hoy sucede en el Palacio Rosa, que toman las cosas con buen humor. Entre éstos se encuentra nada menos que el gobernador Martínez y Martínez.
Para Don Enrique, el hecho de que algunos de sus colaboradores “se les brinca la cadena de los tiempos electorales” no es asunto serio, simplemente hay que darles una pastilla de “ubicatex”. El Mandatario minimiza el impacto que podría tener en el Estado el que funcionarios de su círculo más cercano dediquen tiempo y esfuerzo para consolidar sus respectivos proyectos políticos.
Sin embargo, Martínez y Martínez aprovecha la oportunidad para mandar un mensaje a sus colaboradores: “Yo creo que todos los que somos actores políticos nos debemos tomar esa pastilla, a fin de esperar los tiempos, para no confundir, para hacer política cumpliendo bien su responsabilidad; todos podemos hacer política pero la mejor forma de hacerlo es con un buen trabajo en la misión que tenemos conferida”.
Y el Gobernador tiene razón. Habría que esperar de Raúl Sifuentes y Jorge Viesca que entiendan el mensaje.
