Pekín, (EFE).- Un 80 por ciento de los ancianos chinos de las áreas urbanas vivirán solos en el año 2010, según las estadísticas del Centro Chino de Investigaciones de la Tercera Edad (CRCA, siglas en inglés) publicado.
En una sociedad que tradicionalmente venera y cuida de sus ancianos, la cifra de 23.4 millones de ellos viviendo solos preocupa a las autoridades, ya que representa un 30 por ciento de los 78 millones de ancianos urbanos y el sistema de seguridad social chino es precario.
En Tianjin, considerado el "puerto" de Pekín, esta situación afecta al 62.5 por ciento de la tercera edad de la ciudad. "El fenómeno se está extendiendo por todo el país", declaró Zhao Baohua, del Comité Nacional de la Tercera Edad.
China alcanzó en 2003 los 134 millones de ancianos (mayores de 60 años), un 10 por ciento de su población, que podría convertirse en el 26.5 por ciento en 2050, 400 millones, de continuar con la política de "Un solo hijo".
"El abismo entre las generaciones de jóvenes y las de ancianos es cada vez mayor, actualmente es difícil para ambos comprometerse entre ellos y prefieren preservar su individualidad", señaló Xu Qin, investigadora del CRCA.
Las generaciones jóvenes se pueden permitir la compra de un apartamento a diferencia del pasado, cuando una familia entera o más tenía que convivir en el mismo espacio, por lo que los "nidos vacíos" ocupados por ancianos se están incrementando.
"Los ancianos se enfrentan a dificultades financieras", reconoció Xu, ya que un 93 por ciento de ellos malviven de su pensión, cuya media es de 95 dólares mensuales (unos 80 euros), según un estudio realizado recientemente en Pekín.
Para un tercio de estos ancianos la pensión apenas alcanza los 60 dólares mensuales (50 euros); un 40 por ciento reconoció tener miedo de enfermar por no poder pagarse el tratamiento médico, mientras que un 30 por ciento está seriamente preocupado por perder su pensión.
Un estudio similar llevado a cabo en Qingdao (capital de Shandong, este) reveló que más de la mitad de los ancianos que viven solos reciben una pensión de entre 48 y 72 dólares mensuales (40 y 60 euros).
El precario sistema de seguridad social chino, en el que hay que pagar las visitas médicas cuyos precios no siempre son asequibles para la población, es una de las mayores preocupaciones de estos ancianos ya que, en caso de enfermar, pueden llegar a perder los ahorros de toda una vida.
