En hechos diferentes, un adolescente y un adulto adicto al thinner se privaron de la vida al utilizar uno de ellos un arma de fuego y el otro una soga para colgarse en el interior de una casa que cuidaba.
Héctor Soto Hernández, de 16 años, con domicilio en el poblado El Bronco, municipio de El Oro, cumplió con su fatal decisión al utilizar un arma propiedad de su padre, Héctor Soto Chávez, de 40 años, quien descubrió el cuerpo del muchacho en pleno campo con el arma aún en la diestra.
El progenitor señaló a las autoridades que en ningún momento se percató de que Héctor tuviera problemas de algún tipo, tampoco de actitudes que denunciaran alarma para ponerle atención, sólo que al buscarlo y no encontrarlo en la casa, salió al campo y a pocos metros descubrió el cuerpo.
Con el arma en la mano derecha, don Héctor no dio crédito a lo que veía, pues el muchacho presentó un orificio de bala en la región parietal con salida en lado opuesto, además de la expulsión de masa encefálica, lesión fulminante que le segó la vida en segundos.
El otro caso se registró en calle Río Bravo número 26 de la colonia Cerro de la Cruz, municipio de Gómez Palacio, cuando vecinos de la vivienda detectaron en los últimos días un nauseabundo olor que provenía del interior de la casa, además de percatarse que las luces del interior estaban encendidas durante día y noche.
Por la urgencia del caso, notificaron a las autoridades, que se apersonaron horas después y al entrar percibieron el fuerte olor a carne putrefacta. Dentro de una de las habitaciones descubrieron el cuerpo de Benjamín Orozco Galván, alias ?El Cerillo?, de 33 años, el cual colgaba de una viga sujetado con un lazo de plástico.
Por las evidencias encontradas en el lugar de los hechos, había un envase con thinner, así como un trapo que al parecer impregnaba con la sustancias para drogarse y por los efectos de la intoxicación, aunado a su estado depresivo, se presentó la desgracia. No hubo recado póstumo que explicara sus motivos.
Habitantes del lugar mencionaron que desde el pasado 11 del mes en curso los propietarios de la casa fueron de viaje a Mazatlán y lo dejaron encargado; por ello, después de ver las luces y percibir el olor, decidieron dar parte a la Policía Ministerial. Con estos sucesos, el número de suicidios se elevó a 48.
