Su destino era vivir junto al otro, los señores Carlos Obregón y Carolina Jover se encontraron por casualidad y desde entonces no se separarán jamás.
Una bonita y emotiva recepción se les ofreció a esta pareja de novios quienes junto a sus familiares, celebraron su unión matrimonial, el pasado cuatro de septiembre.
Ella acompañada de sus hijos Frida y Jesús, nietos e hijos políticos; él con sus hermanas y cinco sobrinos así como parientes cercanos, vivieron un acontecimiento peculiar, en donde se demuestra que el amor no tiene límites y llega en su momento oportuno.
Después de este banquete de bodas, Carlos y Carolina se trasladaron a casa de Luis Rayas Velasco, en la colonia Navarro, en donde disfrutaron de una cena taquiza muy al estilo mexicano.
Lo especial de ambos festejos fue que entre los invitados había chiquitines, quienes se divirtieron al por mayor con las canciones que los pusieron en la pista a bailar.