Esta representa la última campaña de la vida del actual presidente quien
agradeció el entusiasmo de sus simpatizantes y dijo que "ahora la decisión queda en las mejores manos: las manos de los votantes".
Washington (EFE).- El presidente de EU, George W. Bush, nostálgico porque ha terminado la última campaña de su vida, votó hoy en Texas y saludó a simpatizantes en Ohio antes de regresar a la Casa Blanca para esperar los resultados junto a su familia.
"He luchado durante la campaña tan duro como he podido", declaró Bush en Columbus (Ohio), donde se reunió con centenares de afiliados al Partido Republicano mientras en todo el país la concurrencia de votantes a las urnas parecía encaminarse a niveles muy altos.
Bush y el candidato presidencial demócrata John Kerry llegaron al término de la campaña electoral más larga y costosa de la historia de Estados Unidos prácticamente empatados, a tenor de las encuestas, aunque la diferencia quizá la haga el gran número de nuevos votantes registrados.
El presidente inició la jornada pública en la estación de Bomberos de Crawford, en Texas, donde acudió a votar acompañado por su esposa Laura y sus hijas Jenna y Barbara.
Bajo un cielo nublado y vestido con traje azul oscuro y corbata un poco más clara, Bush saludó a sus simpatizantes y, después de votar, dijo a los periodistas que sentía "un poco de nostalgia por la campaña, la acción, el entusiasmo".
Tanto si es elegido hoy por la ciudadanía para un segundo período en la Casa Blanca como si no lo es, la de 2004 será la última campaña electoral de este político de 58 años que ha conducido a Estados Unidos en una etapa de guerra global contra el terrorismo y en una invasión de Irak.
Para muchos expertos, esta elección es, de hecho, un plebiscito sobre la gestión presidencial de Bush caracterizada por la reducción de impuestos, el retorno al déficit fiscal, la primera pérdida neta de empleos desde la década de 1930, durante la Gran Depresión, y un aislamiento de EU en el escenario político mundial.
Laura Bush, vestida con pantalón y chaqueta gris, y las dos jóvenes hijas de gobernante, ataviadas informalmente con pantalones vaqueros y suéteres ajustados, también votaron en Crawford pero no hicieron declaraciones a la prensa.
Bush dijo que tenia un "sentimiento maravilloso" al votar y subrayó que "el mundo entero observa como trabaja nuestra democracia".
"Estoy muy confiado, confío en el juicio del pueblo estadounidense", afirmó el presidente, quien agregó que "la ciudadanía sabe cual es mi posición clara en los principales asuntos y ahora ha llegado el momento de escuchar lo que el pueblo opina".
El presidente destacó que "sería mucho mejor" para la democracia que pudiera conocerse el resultado esta misma noche.
La visita a Ohio representó su último encuentro con los voluntarios y afiliados del Partido Republicano que hoy bregan por movilizar a los votantes en uno de los estados más disputados de esta elección, en la cual pueden participar casi 125 millones de votantes.
Bush agradeció el entusiasmo de sus simpatizantes y dijo que "ahora la decisión queda en las mejores manos: las manos de los votantes".
"Yo estoy calmado, tomé un buen desayuno y disfruté de un rato tranquilo con mi esposa", indicó Bush.
"Creo que he hecho un buen esfuerzo para explicar por qué soy el presidente más adecuado para los próximos cuatro años", señaló el presidente, quien agregó que está en esta campaña "porque tengo más cosas que hacer, más trabajo para mantener este país seguro y para conseguir que la prosperidad llegue a cada rincón del país".
"Espero que podamos conocer el resultado esta noche", añadió.
Durante la escala en Ohio, hubo un momento divertido cuando el presidente hizo algunas llamadas telefónicas a posibles votantes, y a algunos, según comentó, "tuve que prometerles que era yo, y no un mensaje grabado".
Desde Ohio el presidente y su familia viajarán a Washington para esperar en la Casa Blanca los resultados de los comicios.
