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Un corazón que late fuerte

Hugo J. Castro

Veinte años bastaron para que Santos Laguna se convierta en el referente más importante de la Comarca.

EL SIGLO DE TORREÓN

TORREÓN, COAH.- Llegó a una tierra donde el beisbol era el deporte más representativo de la región; a un estadio pequeño que carecía de historia y de belleza; a una población donde los colores del América, Chivas u otro equipo llenaban de júbilo las tardes de domingo, pero sobre todo llegó a construir lo que pocos habían logrado, salvo por el río Nazas y el cultivo del algodón, formar la identidad del lagunero.

Después de veinte años en la región, el equipo del Santos Laguna parece que se encuentra al borde del precipicio, como en otras ocasiones han estado equipos profesionales que surgieron en nuestra región, con esfuerzos se mantuvieron, alcanzaron grandes logros, pero al final desaparecieron.

Podría ser que la afición de la Comarca Lagunera ya estuviera acostumbrada a ver pasar a los equipos que representaron a nuestra región, a su vez que fueron importantes para sólo un grupo de aficionados que aún recuerdan las jugadas que se vivieron en la cancha de San Isidro, el diamante del Superior, el pasto del Estadio Moctezuma o en el domo del Gimnasio Municipal.

Sin embargo, en este momento estamos ante la posibilidad de la fuga de uno de los símbolos más importantes de los últimos años para la región y que, sin lugar a dudas, ha marcado a los laguneros en muchos sentidos, como la asimilación de valores propios del entorno y la pertenencia a una tierra.

El fenómeno Santos Laguna no es sólo deportivo, traspasa la barrera de la comercialización y se instala en la vida cotidiana de toda una región, en donde la distinción social pasa a un segundo plano, así como el desarrollo del equipo en el encuentro es tema de conversación entre las personas de todas las edades.

...Te regalo a mi vieja

Indiscutiblemente en muy poco tiempo el Santos Laguna ha traído algunos beneficios a su afición y a la región, uno de ellos es la identidad como laguneros, “al grado que en la República es ya una afirmación que quien es de La Laguna le va al Santos”, aseguró el M.C. Roberto López Franco, director de la Facultad de Ciencias Política y Sociales de la Universidad Autónoma de Coahuila. A diferencia de otros equipos que han pasado por la región, ninguno llegó a tal identificación.

Además, consideró que “ha sido un espacio de recreación, diversión y convivencia familiar que no existía en la localidad.

“Llama la atención la gran cantidad de jóvenes y mujeres que se han adherido con gran facilidad al liderazgo que representan muchos de sus jugadores y que refuerzan la identidad de las personas, como cuando se manifestaban al decir ‘(Adomaitis u otro jugador) te regalo a mi vieja’. Se han identificado más con el jugador que con el equipo”.

Para López Franco desde un enfoque psicosocial el fenómeno Santos ha canalizado muchas energías, en un principio de manera positiva, pero hubo también de forma negativa: al desbordar las pasiones ya no hay control, rebasa a la autoridad, al equipo y a la dinámica económica.

“Por eso en este momento se ve en las gentes una especie de duelo por la probable desaparición, hay mucha tristeza y molestia, con ello podría detonar en conflicto social: alcoholismo, violencia en las calles, maltrato familiar y la decepción en los jóvenes con las autoridades, quienes prometieron hasta un estadio nuevo”.

Suenan los tambores

En la temporada de 1986 al ’87, cuando Santos Laguna peleaba su ascenso a Primera División, durante las transmisiones por Radio Laguna, Don Armando Navarro Gazcón bautizó a los jugadores albiverdes como “Guerreros”.

Este mote ha permeado muy fácilmente en todas las capas sociales de la Comarca Lagunera, gracias a los logros y el buen trabajo del Santos Laguna la gente se siente identificada, por ello la afición se reconoce en la labor del Santos Laguna en cada juego.

Para López Franco este proceso de identificación de lo lagunero con la fuerza se fue fraguando desde los tiempos del cultivo del algodón y la uva, cuando abundaba el trabajo en el campo de mujeres y hombres.

Ante la entrada de la industria a la región, “las autoridades buscan un nuevo lema que estimule a los laguneros a un espíritu de lucha y por ello podemos vencer a las adversidades como laguneros”.

Así surgen frases como “vencimos al desierto” o “la ciudad de los grandes esfuerzos”. Con la llegada de las maquiladoras el proceso se enfoca a dejar el campo para insertarse en las fábricas y crece la idea de que las clases sociales que somos muy luchones, muy atrabancados, no nos vamos a rendir ante los obstáculos.

Por eso la llegada del equipo acelera el proceso de identificación de esta forma de ser. Un ejemplo es “El Pony” Ruiz, como el prototipo del personaje luchón, en el campo de juego; nada más sale a jugar El Pony y las multitudes enloquecen. Nos identificamos con lo constante, lo disciplinado, lo entregado y lo necio de siempre estar sobre el balón para obtener en este caso lo que él se ha fijado como meta.

“Al igual Borgetti es el ideal de una gran cantidad de hombres y mujeres. Su tenacidad vence las adversidades, lo que hace en la cancha es lo que hacemos los laguneros en nuestra vida cotidiana”, concluyó.

Un propio rostro

Septiembre de 1993, cerca de una celebración más de la Independencia de México, los Guerreros recibían a uno de sus archirrivales, el América. Después de un dominio claro de las Águilas en la cancha, iban adelante con dos goles de Antonio Carlos Santos. No se veía por dónde el Santos podría quitarse las dos losas, la del marcador adverso y la de ser señalado como víctima ante el poderoso.

Sin embargo sucedió lo inesperado, los Guerreros sacaron la garra, con dos goles de Daniel Guzmán y otros dos de Ramón Ramírez se escribió la hazaña más memorable y significativa en los corazones de los aficionados. El Santos Laguna ya era un equipo con personalidad y no sólo una comparsa más.

Para el escritor lagunero Jaime Muñoz Vargas este fue el momento clave para que Santos pasara a ser parte de los laguneros. Reconoce que los Guerreros han demostrado en el futbol nacional que se puede pasar de ser un equipo chico, con dificultades para no descender, a uno de los mejores del país, gracias a la garra que dieron muchos jugadores, a la afición hostil ante los rivales y a los logros conseguidos, tanto los campeonatos como su participación en este momento de la Libertadores.

“Por eso Santos Laguna es el mejor representante del futbol del norte del país, después de experiencias de otros equipos de la región poco importantes a nivel nacional, pasos fugaces por diferentes divisiones y logros añejos muy lejanos”.

Muñoz Vargas realizó la única biografía documentada del Santos Laguna titulada La ruta de los Guerreros: Vida, Pasión y Suerte del Santos Laguna, la cual surgió de la casualidad, al escribir un ensayo sobre el equipo y posteriormente documentar los hechos más importantes en la corta vida del club.

Por ello comenta que “si desaparece el Santos Laguna sería para algunas personas de la región un golpe en el amor propio”.

En poco más de 20 años el conjunto se ha convertido en referente nacional de la idea sobre la Comarca Lagunera, ya como lo presenta en su libro “para muchos mexicanos La Laguna es una región borrosa, poco ubicable en el mapa nacional.

“Gracias a las transmisiones de televisión en cadena nacional de los juegos del Santos Laguna, muchos aficionados al futbol saben que la Comarca es una región configurada por varios municipios (no saben cuántos son), saben que se ubica entre las fronteras Durango y Coahuila, del centro norte del país y que es una región industrial próspera, con tradición agrícola cada vez menor, saben que hay mucha afición por el Santos”.

Aunque aclaró que para quienes no son aficionados da prácticamente lo mismo que siga o no el equipo. “A mí me gusta el futbol, independientemente, donde se ubique, entonces no hay tanto problema, esto parece una especie de blasfemia viniendo de mí que escribí este libro de los primeros 17 años del Santos, pero no lo creo así, a final de cuentas es un negocio. Sería penoso pero no hay que desgarrarse las vestiduras”.

Aclara que lo ideal sería que se quedara, que alguien “apostara” por el equipo y lo mantuvieran aquí, sin embargo las finanzas hablan mal, los números rojos son abundantes y esto va a ser difícil que alguien se anime a comprarlo. “Pero si no es así, recalco, nos va seguir gustando el futbol”, puntualizó.

La pasión de Juanina

Toda una guerrera, su pasión por el futbol y por los colores del Santos Laguna no tiene límites, al grado que intentará, por todos los medios, mantener al equipo de sus amores en nuestra región.

Juanina Quiroga, madre, esposa y aficionada de “hueso colorado”, asiste cada domingo cuando los Guerreros juegan en casa, pero “mi esposo no va al juego, él se queda en la casa”, ya que después de un robo a su hogar decidieron que ella iría al Corona junto a sus dos hijas, quienes han estado en ese escenario desde que nacieron.

“Mi equipo yo lo siento y cuando ellos ganan no puedo describir la satisfacción que tengo, aquí mi casa se alegra, mi familia es más amena; pero cuando pierde, para abajo, hasta anímicamente se siente bien feo”, menciona Juanina sentada en su comedor, pero considera que “a veces cuando pierde no es tanto por el equipo sino porque el técnico lo planteó mal, como el juego pasado, la alineación fue nefasta, empezando por el defensa y Johan. Sí ha sido buen jugador y ha ayudado al equipo, pero ahorita Johan pienso que ya se quiere ir, puede ser por otra razón”.

Su pasión por el deporte surgió desde los tiempos del Torreón y del Laguna, después llegó el Santos que ha sido lo máximo para ella. “Me gusta el futbol y le entiendo. Me acuerdo cuando fui a mi primer partido, mi papá me dijo ‘quieres ir a un juego’ yo le pregunté con quién iría, pero me dijo que un señor de un taxi me iba a llevar al juego y me iba a traer a la casa cuando se terminara. Anda, yo esa vez me sentía soñada, tendría como unos 14 años, yo salí encantada”.

Y asegura, “a mí me ha llegado más fuerte el Santos que el Laguna o el Torreón, porque ha conseguido lo que nadie había logrado, los campeonatos y como que los colores se sienten más. Yo vibro estando en el estadio cuando meten gol, desde la salida del equipo tengo una sensación bien bonita, al igual que mis hijas”.

Defiende a su equipo de cualquier ataque, así enfrentó a aficionados del América a quienes dijo “mi equipo aquí está, lo veo cada 15 días, voy a Santa Rita, no que ustedes nada más por la tele”.

Por eso ella no concibe la idea de que Santos desaparezca de La Laguna, “no quiero ni pensarlo, más que nada por la gente que depende económicamente del equipo. A mí me partirían el corazón, es como si se te fuera a morir una persona muy allegada a ti, hasta ese grado llega mi amor por el equipo. Por eso yo tengo mucha fe de que no desaparezca”.

Guerreros en la sangre

“... Alfonso Medina... ¡presente!, Mayté Molina... ¡presente! Mariano Pérez... ¡presente!, Johan Jared Rodríguez... ¡presente!...”, posiblemente a partir del próximo septiembre en alguna escuela primaria de nuestra región se escuchará, al pasar la lista de asistencia, los nombres de algunos niños, inspirados en los jugadores del Santos Laguna.

Todos los nombres son muy significativos. Así, el deseo de los padres de familia por darle a su nuevo hijo o hija, un nombre que tenga un gran valor, hace que en más de una ocasión tomen en cuenta los nombres de personajes públicos.

Por ello, no es extraño que en nuestra región la identificación con los jugadores del Santos Laguna va más allá del asistir al estadio o portar su camiseta.

Un ejemplo son las actas de nacimientos que se encuentran en la Tercera Oficialía del Registro Civil en Torreón Coahuila.

En su base de datos aparece lo siguiente:

De los registros que se ha realizado a partir de 1996 a la fecha los niños que se llaman Jared son 53, con cuatro registros está Jaret, tres con Jareth y uno con Jaredt.

Además de éstos se encontró un Jaretza, que podría ser la acepción femenina de Jared; en tanto que como nombre compuesto más santista es Jared Adomaitis.

En cuanto al nombre de Johan existen 73 registros, la combinación más frecuente es Johan Alejandro con nueve y Johan Jared con cinco.

Aunque Johana, que tiene 44, puede ser la acepción femenina de Johan, también puede ser una variable de Joana.

Ponerle a los hijos el nombre de un jugador del equipo local se debe “a una afición que ha ido creciendo en la región”, comentó el licenciado Rafael García de Alba y Madero Oficial Adjunto de la Tercera Oficialía.

Personal de la Oficialía nos comentó que en alguna ocasión a un niño le quisieron poner “Pony”, sin embargo se les recomendó elegir otro nombre.

De acuerdo al Código Civil para el estado de Coahuila de Zaragoza en el Artículo 60 “El nombre propio será puesto libremente por quien registre el nacimiento de un niño y los apellidos serán los paternos del padre y de la madre, si se trata de hijos nacidos de matrimonio. No se emplearán como nombres propios los que puedan ser ridículos”.

El Santo más santo

Posiblemente era de los pocos que se declaraba aficionado del Santos Laguna en sus inicios. Su pasión por los colores sigue vigente, a pesar de ya no participar directamente con la organización, sigue apoyando a los Guerreros, más en estos momentos.

Gerardo Zataráin, párroco de la comunidad de San Juan Bautista en la colonia San Joaquín, es para muchos de sus feligreses, además de un consejero, un ferviente promotor del amor hacia el equipo local.

“Me daría una gran pena si el Santos Laguna desaparece”, comenta en el interior del templo donde acababa de presidir la eucaristía. “Es preocupante la situación que vive en este momento el equipo, pero en especial pienso en los comerciantes que esperan cada 15 días el juego para vender alrededor del estadio sus semillas, lonches o banderas”.

Vivió muchas anécdotas junto a los jugadores. En los inicios acompañaba al equipo en sus visitas a otros estadios en un pequeño camión, recordó que en alguna ocasión los jugadores tuvieron que conseguir medias con el hermano de uno de ellos, porque las que tenían estaban agujeradas, así como las ocasiones en que dio un consejo a los jugadores para que dieran todo en la cancha.

“La idea de ‘Guerrero’ se generó debido al empuje que tenía el equipo en la cancha. Gente como Armendáriz, Lupe Rubio y Pedro, la manera diferente de cómo jugaba Dolmo y Juan Flores fueron claves para que se les identificaran con la entrega y la garra; pocos se acuerdan del récord de Carlos “La Banana” Ortiz, quien como entrenador nunca perdió en casa”.

Sin embargo cambiaron las cosas, llegaron nuevos aires y aunque tomó distancia del equipo, el padre Zataráin siguió apoyando la causa albiverde.

“Veo que hay una tristeza en las personas porque no se sabe cuál va ser el futuro del equipo. Pero si en un momento el Santos desaparece, la vida continuará aunque nos duela, debemos seguir adelante. Ahí también están los Lecheros, quienes están luchando por subir a Primera A, podría apoyarlos así como al Santos en sus inicios”, comentó.

EFÍMERO PASO

Esta historia la han vivido generaciones de laguneros que han visto desaparecer a diferentes equipos profesionales de varias disciplinas:

Beisbol

1953.- Después de haber conseguido dos campeonatos (1942 y 1950) los Algodoneros del Unión Laguna desaparecen de la Liga Mexicana de Beisbol.

1970.- Retorna el beisbol profesional a la región, el equipo tiene como sede el Estadio Laguna de Gómez Palacio, Durango.

1976.- Cambia de casa, se instala en el Estadio Superior, popularmente conocido como “El Mecano”.

1981.- Después de la huelga y apoyado por el Sindicato de los Petroleros, don Juan Abusaid, dueño del equipo, envía la franquicia a Monclova, mientras el Estadio Superior era instalado en Tampico. Sin embargo, la detención de Joaquín Hernández Galicia “La Quina”, líder del sindicato, truncó la obra y la posibilidad de beisbol en la capital de Tamaulipas.

1985.- Regresa nuevamente el Unión Laguna al Estadio Revolución, donde jugó en sus inicios.

Basquetbol

1972.- Álvaro Lebrija, dueño de los Algodoneros del Unión Laguna tanto en basquetbol como en beisbol, vende la franquicia, que se convierte en los Jaibos de Tampico.

1981.- Después de una temporada llena de irregularidades por parte del Circuito, la directiva de los Algodoneros de La Laguna deja la franquicia que pertenecía al Cimeba.

2000.- Nuevamente hay basquetbol en La Laguna, con el mote de Algodoneros de la Comarca.

Futbol

1974.- Los Diablos Blancos de Torreón fueron vendidos al término de la temporada a la Universidad de Guadalajara (UdeG), franquicia que pasó a ser propiedad de la Federación Mexicana de Futbol al finalizar el campeonato 1993-1994, para dar paso a la reducción de 20 a 19 equipos en el siguiente torneo.

1978.- La franquicia de La Ola Verde del Laguna fue vendida a los Coyotes de Neza, que al finalizar el torneo 87-88 la transfirieron a Correcaminos Ciudad Victoria, equipo que descendió en 94-95 y milita actualmente en Primera División A.

2003.- 19 de diciembre, el Santos Laguna, después de pertenecer al Grupo Modelo durante 13 años, fue vendido ayer a la Deportiva de Futbol Comarca Lagunera SA de CV, propiedad de Carlos Ahumada Kurtz.

2004.- 19 de marzo, la PGR asegura al Santos Laguna para evitar que Carlos Ahumada, prófugo de la justicia, pueda vender el equipo o hacer algún tipo de transacción financiera.

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