MILAN, (Reuters) - Un enojado residente de Milán puso un brusco fin a la impactante muestra de arte exhibida en una de las plazas más concurridas de la ciudad, escalando al árbol de donde colgaban tres esculturas de niños ahorcados para cortar el nudo que sostenía a dos de las figuras.
El hombre fue llevado al hospital, según dijo la policía, mientras que los bomberos descolgaron la tercera escultura de un niño descalzo, también ahorcado desde el árbol.
De esta forma se puso fin a la exhibición al aire libre que un día antes había provocado la consternación de los transeúntes, aclamada por los críticos de arte vanguardista y publicada en las portadas de los periódicos.
El artista, Maurizio Cattelan, declaró que estaba un poco dolido por el destino de su obra, la cual había sido colgada de uno de los árboles más antiguos de la ciudad en la Piazza XXIV Maggio.
"La obra en sí es un comentario de la violencia, así que es un poco irónico, si no deprimente, si demuestra la decadencia causada por un acto violento", dijo Cattelan.
Sus anteriores obras han incluido una escultura de Hitler arrodillado y una imitación del Papa Juan Pablo golpeado por un meteorito.
No estaba claro si Franco Di Benedetto, identificado por los periódicos como el hombre que escaló varios metros desde el suelo, tendrá que hacer frente a las acusaciones.
Antes de que De Benedetto escalase el árbol, al menos dos políticos de centroderecha habían condenado en Milán la obra como ofensiva y uno de ellos amenazó con descolgarla.
Pero el alcalde de Milán, Gabriele Albertini, defendió la exhibición.
"Puedes apreciarla o criticarla, sin olvidar que la libertad de pensamiento y de expresión son fundamentales para nuestra civilización", afirmó en un comunicado.
Cattelan dijo que las figuras ahorcadas serían exhibidas después de este año en el Festival Bienal de Sevilla.
Las tres cuerdas todavía cuelgan en el árbol de Milán, según dijo Cattelan: "Ciertas imágenes y objetos son más influyentes cuando desaparecen".
