Antes del partido del domingo en el Corona, los pesimistas asomaban la cara y casi aseguraban una nueva derrota del equipo de la Comarca, pero viendo la forma en que ha venido trabajando Santos en Santa Rita, otros pensaban diferente.
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Y ya en el transcurso del encuentro, hubo oportunidad de apreciar la gran labor que están realizando personas como el profesor Guillermo Hernández, encargado de la preparación física. Él pudo comprobar que sus esfuerzos, sus enseñanzas no han sido en vano.
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Cuando ocurrió la expulsión de Juan Carlos Arellano parecía venírsele encima el mundo a todo el equipo, pero de inmediato los diez que quedaron se colocaron las pilas, redoblaron su accionar, se multiplicaron por toda la cancha y el panorama fue cambiando.
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Los más sorprendidos eran los Jaguares, en otros partidos amos y señores de la situación, pero aquí se encontraron con diez guerreros que no les cedían el balón ni los dejaban moverse a placer por la cancha. El regordete Cabañas se notaba preocupado.
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José Luis Trejo cambiaba el accionar de sus jugadores una y otra vez y los cambios que realizó no le funcionaron, porque “Yayo” De la Torre, con indicaciones a Carlos Cariño hacía también ajustes y cambiaba la estrategia dejando sólo en punta a Matías Vuoso.
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El equipo lagunero recibió al fin un premio a sus esfuerzos, pero también una interesante lección, porque un partido se puede ganar cuando aparte de calidad hay actitud y disposición por alcanzar la victoria, aún con diez hombres. Felicidades a Rodolfo Rodríguez Sancho, campeón nacional de squash.
