Lo ocurrido esta semana a Gustavo Campagnuolo, arquero de Tigres, durante un entrenamiento, cuando chocó con su compañero Antonio Sancho y sufrió fractura de cráneo, vuelve a poner de manifiesto la necesidad de mejorar los servicios médicos en los clubes.
Y es que el futbol es uno de esos deportes donde los riesgos están presentes en entrenamientos y partidos. Campagnuolo disputaba el balón en un salto cuando surgió el encontronazo. El argentino fue al pasto y de inmediato se pensó que el accidente era serio.
Valorado de inmediato, fue trasladado a un hospital donde tuvieron que intervenirlo quirúrgicamente, y ayer seguía en terapia intensiva, esperando todo mundo que su pronta recuperación sea satisfactoria, pues en ocasiones quedan secuelas por el daño en una parte tan delicada.
A propósito, el doctor Jorge Galván Zermeño, médico del Santos, comentaba recientemente que el equipo de la Comarca ha contratado los servicios de una empresa que presta auxilio médico inmediato, con ambulancias, carritos y equipo.
Y llegará el día en que todos los clubes, sobre todo de Primera División, tengan en sus lugares de trabajo el respaldo médico suficiente para atender emergencias como la que se le ha presentado al conjunto de los Tigres con su arquero Campagnuolo.
En la práctica del futbol, nadie está a salvo de sufrir lesiones que pueden ser ligeras o serias. Muchos jugadores han terminado temprano su carrera futbolística por dichas lesiones, como fue el caso de Joaquín ?El Patito? Villarreal, gloria del futbol lagunero.
