Veracruz, que andaba de capa caída, ha tenido un resurgimiento notable de la mano de Wilson Graniolatti, el uruguayo que alguna vez fuera jugador del Santos Laguna cuando el equipo de la Comarca iniciaba sus andanzas por los campos de la Primera División.
Hoy, los Tiburones Rojos se han trepado en los cuernos de la Luna y ya se preparan para la liguilla, pues sus 31 puntos acumulados no sólo lo colocan como superlíder sino como uno de los equipos más encaminados a conseguir un campeonato, ayudados por Cuauhtémoc Blanco.
Como Tiburones está en el mismo Grupo del Santos, es el primer invitado a la gran fiesta, y el otro sitio de ese sector podría ser para el Pachuca o Monterrey, teniendo más ventajas el conjunto de los Tuzos, inspirados por su pase a la Libertadores.
Santos, aunque ya está eliminado de esta liguilla, tendrá que apurarse y buscar mejorar su porcentaje, que de continuar las cosas a la baja podría ocasionarle problemas ya al final de la próxima campaña, algo que sería mucho muy alarmante.
El uruguayo Gustavo Biscayzacú ha sido ya un dolor de cabeza para los defensores laguneros, y él es el mejor goleador que hoy tienen los del puerto, con seis tantos, mientras que por el equipo albiverde Matías Vuoso podría continuar su camino rumbo al título de goleo.
Con los Tiburones podría estar alineando Joaquín Reyes, el orgullo de Ciudad Lerdo, Durango, quien ha resurgido en tierras veracruzanas, ofreciendo buenos partidos y respondiendo a la confianza que ha depositado en él Graniolatti, técnico de los escualos.
