La que pudo ser una victoria fácil y arrolladora para el Atlas se complicó en la segunda parte, cuando surgió la reacción del chiverío, que de haberse aplicado un poco más al iniciar el encuentro hubiera podido vencer a unos Rojinegros que pecaron de exceso de confianza.
Y no sólo eso acusaron los Zorros, sino también sus burlas hacia el rival cuando caía un gol y otro, y otro más. Antonio Pérez, el arquero atlista tuvo el atrevimiento de burlarse de Francisco Palencia cuando este falló un penal que hubiera podido ayudar a cambiar las cosas.
Sin embargo, Atlas, como lo comentábamos anteriormente, vuelve a ser un equipo echado hacia delante, tal y como lo pide el sistema de Sergio Bueno, lástima de la actitud de sus defensores y su portero, que llega el momento en que parecen tenerlo todo resuelto.
En lo que resta de la liguilla se han quedado los equipos más aguerridos, tres de ellos dirigidos por alumnos de Ricardo Antonio La Volpe, o sea, el Monterrey donde está Miguel Herrera, el Atlante del profesor J. Guadalupe Cruz y el Atlas comandado por Sergio Bueno.
Y lo más interesante es que principiando con Miguel Herrera, va a enfrentarse con el rival acérrimo de su maestro, pues todo mundo conoce la enemistad que existe entre Hugo Sánchez y Ricardo Antonio. Si pasa Pumas, volverá Hugo a tener enfrente a otro alumno de La Volpe.