En Santos Laguna hay muchas tareas por realizar. No lo ignoran el Lic. Alberto Canedo ni el Lic. Gustavo de Villa, y lo entiende ya el mismo José Antonio Noriega. Y es que en las dos últimas campañas se fue perdiendo terreno, se dejó de estar en las liguillas y la gente se alejó del Estadio Corona.
¿Qué alejó a la afición del estadio? Buena parte de la realidad la tiene la situación económica, con tanto desempleo, y otra lo es los resultados que se iban obteniendo, no del todo buenos. Dicen que la gente sigue a los vencedores y los Guerreros perdieron el protagonismo por diferentes razones.
Refuerzos contratados no rindieron lo esperado y vino esa etapa de incertidumbre que tanto dañó, cuando el equipo pasó de manos y se encontró con una realidad metida en líos jurídicos, falta de pago, incertidumbre en un panorama que lucía oscuro y sin mañana, amenazas de que el equipo se iba, etc.
A pesar de las adversidades, había gente que quería seguir apoyando, incluso iba a Santa Rita a ver los entrenamientos y buscaba estar en el estadio. También hay que reconocer el respaldo de las porras viajeras que siguieron al equipo a todas partes y que estaban incluso en Santa Rita brindando su respaldo.
En las nuevas oficinas del club, cerca de la Estatua del Campesino allá por el Periférico, los directivos analizan una y otra sugerencias para que el equipo vuelva al protagonismo. Se escuchan sugerencias y se trata de rodear al equipo de un ambiente ideal, en el que todos deben cooperar, especialmente los de adentro.
Es muy importante el apoyo de la afición. Hoy que se viven tiempos nuevos, con muchos deseos de superación, el jugador número doce debe volver a hacer su aparición, lo mismo en entrenamientos que en partidos, aportando el orden y el entusiasmo. Son tiempos nuevos que todos queremos sean mejores.