La historia no termina de escribirse. Es lógico que en Argentina den por calificado a cuartes de final al River Plate por su victoria mínima de un gol a cero, pero Santos debe reaccionar e ir al Monumental a jugar como lo hizo en la primera parte del martes, pero concretando.
Hasta en México se canta que ir al estadio de Núñez con desventaja es ir a la muerte, pero “Yayo” de la Torre, asistido por Jared Borgetti, tienen que devolverle el espíritu guerrero a los albiverdes para viajar convencidos de que es ahora o nunca.
River no es invencible, Banfield, el equipo del que viene Cristian Lucchetti le ganó en la fecha cinco del actual torneo casero, ahí mismo en el Monumental y ante el Gimnasia y Esgrima se vio mal empatando finalmente a un gol.
Cuando Carlos Cariño desbordó, burló a uno y a otro y se metió hasta la cocina, la estirada y el esfuerzo de Constanzo fueron mayúsculos, sacando una seria lesión en su hombro izquierdo que lo tiene en duda para el juego del domingo ante Vélez y del martes ante Santos.
Hoy no quedan los hubiera, Santos debe ir a Buenos Aires a jugar los noventa minutos con un ritmo parejo, recurriendo a su juego por las bandas muy por encima de las que realiza por el centro, donde no ha habido mucha habilidad para hacer daño.
¡Sí se puede! tiene que ser la frase que una y otra vez se repitan técnico y jugadores este fin de semana, y luego en el Monumental dejar atrás todo lo pasado para ir en busca de una victoria y también preparados para las famosas tandas de penales.