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Un saco a la medida

Gilberto Serna

Esto de hablar y decir que tú, no tú, tú eres el que está azuzando el pleito. La verdad, lo que se ve, es que uno y otro están entregados a un agarrón en el que nomás los pujidos se oyen. Es tal el enfurecimiento que, se percibe en el ambiente, se está perdiendo la cordura lanzándose puyas que, de no ponerles fin, pueden terminar de mala manera. No importa cuál de los contendientes tenga la razón. Esos juegos retóricos que los están llevando a un callejón sin salida, no benefician a nadie. Menos al país que ve como lentamente se están yendo los días sin que se resuelvan problemas que estrangulan su economía, profundizando, por el contrario, su parálisis política. El presidente Fox dice que se debe encarcelar a todos los involucrados en los trastupijes en el que se han visto envueltos personas que tenían que ver con el Gobierno del DF, a lo que Leonel Godoy le responde, sin mostrar el menor respeto, que hay gente muy cercana, que salen en fotos comprometedoras, indicándonos que si acaso hay corrupción de seguro se da en los dos frentes. Le acusan, a Fox, de montar una campaña de desprestigio internacional contra el PRD, lo que ofendió a los que ahí militan, respondiendo, Fox, que no señaló a nadie por lo que piensa que voluntariamente alguien se puso un saco que él apenas alcanzó a colgar en el perchero.

Se escuchan en voces provenientes de la calle: ¡basta ya!. Debería darles vergüenza andar en estos cotilleos, parecen viejas chirinoleras. Y, cabe decir, que tiene razón el presidente Vicente Fox, cuando contesta morigerado que quienes involucran a sus familiares, se dejen de habladas, que presenten denuncias si les pluguiese ante autoridades, dado que él, a su vez, tiene un demoledor mazo en las manos, señalando con candor que se está sopesando si se le da o no libre curso a la averiguación que por los delitos de abuso de autoridad y desacato a una resolución judicial se sigue ante el ministerio público federal, en el asunto el predio El Encino, en Santa Fe, expropiado por el Gobierno del DF, que implicaría el desafuero de Andrés Manuel por no cumplir con la ejecutoria de amparo que lo condena a resarcir un inmueble o al pago, en su caso, de daños y perjuicios; aunque hay quien opina que nada tiene que hacer la PGR, dado que es muy claro lo dispuesto por la fracción XVI del artículo 107 constitucional acerca de cómo se debe actuar cuando la autoridad incurre en contumacia. Desde hace tiempo, sin que se sepa bien a bien quien empezó, en lugar de acudir a las oficinas donde se imparte justicia se recurre a la bullanga pública, aprovechando el espacio que a los políticos les proporcionan los medios de información.

El dirigente, que rompió en llanto cuando su patrón anunció que renunciaba a sus cargos en el PRD por su culpa, ahora habla de fotografías que, dice él, comprometen a la familia y funcionarios del Gabinete Presidencial. En efecto, un periódico editado en el DF publicó el pasado viernes gráficas en las que aparecen Cristóbal Fox, hermano del Presidente y Manuel Bribiesca, hijo de Marta Sahagún, teniendo a un lado a Carlos Ahumada Kurtz. ¿No es acaso obligatorio para las gentes que tienen noticias de la comisión de un delito, darlo a conocer a las autoridades del ramo correspondientes? Esto, no tiene ni pies ni cabeza. ¿Desde cuando es delito salir retratado, aunque haya sido posando con un bribón al lado? ¿No habría necesidad de una investigación antes de sacar conclusiones? Da asco pensar que las dos partes se sepan cosas que se reservan hasta que les da mohína ¿En que país vivimos? ¿Con qué clase autoridades contamos?

No es bueno que de pronto, de gira en un país extraño, nuestro Presidente se suba con guantes de cuatro onzas al cuadrilátero, tratando asuntos que únicamente interesa a los mexicanos, barriendo y trapeando con un partido político para luego mostrarse perplejo de que se le conteste airadamente indicando que alguien a quien no iba destinado, se puso el saco por que quiso. Yo digo que la verdad, es que laborioso como es, cuando se lo propone, tomó las tijeras, cual sastre remendón, sabiendo las medidas, centímetro a centímetro, de su oponente demandando, durante su breve estancia en Budapest, al PRD y al jefe de Gobierno del Distrito Federal que encarcele a todos los involucrados en los videoescándalos, mencionando, con cierto tono mordaz, que debió evitarse el dispendio y pérdida de recursos económicos por parte de funcionarios corruptos que trabajan en el Gobierno del Distrito Federal. Transcurridas una horas, ya en el palacio Belvedere, de Varsovia, capital polaca, declaró que el no mencionó a persona alguna, que lo dicho no era una agresión ni una confrontación personal. Así, bordando y desbordando, dice una cosa y al día siguiente, como Penélope, mujer de Ulises y madre de Telémaco, vuelve a meter la aguja en la tela, atrapada entre ensamblados aros de madera, haciéndose el desentendido, como si nada hubiera ocurrido.

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