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Una identidad perdida

ACEPTACIÓN| NECESARIO ASUMIRSE COMO MEXICANOS

A raíz del proceso de globalización, la cultura norteamericana, sobre todo, gana adeptos.

COMARCA LAGUNERA.- En una región donde la mayoría de la gente viste ropa de marcas extranjeras, cuando existen franquicias estadounidenses en toda esquina y los barbarismos en el lenguaje son aceptados cada vez con mayor naturalidad, la llamada mexicanidad, se esconde aún más en la historia del País.

Para entender lo que significa ser mexicano es necesario adentrarse en la historia de México, explica Octavio Paz en El laberinto de la soledad. Hace 54 años, el novelista escribió que la mexicanidad flota en el aire de América, “porque no se mezcla ni se funde con el otro mundo... no acaba de ser, no acaba de desaparecer”.

A través de su ensayo, Paz trata de encontrar una identidad para que los mexicanos no floten en el “limbo” preguntándose quiénes son. Explica que la historia del País ha tenido una influencia significativa en los sentimientos de soledad e inferioridad que caracteriza a la gente de México, pero al mismo tiempo, las personas no están en contacto con dicho relato, por lo que se encuentran “perdidos”.

Describe a la soledad como la consecuencia que los mexicanos han sufrido por perder el contacto con el resto del mundo, consigo mismos y con su historia.

Habla de un “mimetismo” como efecto de la soledad, resultando como una forma extrema de “disimularse” o esconderse, por lo que se mimetizan aspectos de otras culturas como las celebraciones, la ropa y los estilos de vida. Es aquí cuando Paz advierte que “nos disimulamos con tal ahínco que casi no existimos”.

Octavio Paz insiste en que, tras una historia de dominación e intervención de diversas culturas, no es raro que los mexicanos tengan dificultad en definir sus orígenes. Indica que es necesario entender todos los eventos significativos del pasado para comprender el presente.

El laberinto de la soledad, entonces, se deriva de la separación existencial de los mexicanos y su historia. El investigador y catedrático, Sergio Garza Saldívar, señala que la contribución de Octavio Paz fue una propuesta muy válida en su momento, hace más de medio siglo, cuando el escritor trazó dichos conceptos, pero que su “ser mexicano” ha sido cuestionado en múltiples ocasiones.

“¿Hasta qué punto podemos decir qué somos los mexicanos, habiendo mexicanos tan distintos unos de otros?”, manifiesta, “no se puede poner bajo una sola visión al mexicano que emigró a la frontera en busca de mejores oportunidades de empleo, al abandonado de cualquier apoyo gubernamental o al indígena que apenas estamos parando conciencia del papel que tiene y el lugar que merece. Todos son mexicanos diferentes”.

Garza Saldívar explica que, con la diversidad de personas que conforman el País, resulta imposible definir la mexicanidad.

“No podemos pensar ahorita en un prototipo del ser mexicanos en este mundo de tanta mezcla intercultural, de tanto tránsito, de tanta migración, de tantas necesidades que tenemos en el país”, añade, “los mexicanos estamos tras la búsqueda de rangos y atributos que las circunstancias han dificultado”.

Ser mexicano abarca desde un concepto nacionalista hasta uno religioso y espiritual. Tiene un significado distinto para cada persona.

La mexicanidad, a diferencia de la simple nacionalidad, es una disciplina, una ideología y una forma de vida. Busca respuestas en la historia que la vida moderna es incapaz de resolver, preguntas encaminadas a formar el futuro de un pueblo, a recordar las antiguas promesas y tomar un rumbo que se ha perdido.

En el sur mayor apego

Para algunas personas, la mexicanidad es un movimiento que promueven algunos artistas, interesados en retomar lo básico del pertenecer a una tierra como México y se mencionan exponentes como Frida Kahlo o Diego Rivera.

El catedrático, Lerins Varela Castro, considera que hay muchos Méxicos distintos, el del norte, sur, centro, sureste, todos diferentes en costumbres y cultura.

Explica que en la región sur del país persiste un mayor apego a la historia, mientras que en el norte hay una importante penetración de la cultura estadounidense, debido a la cercanía geográfica, y que ha sido aceptada por la población, al punto que no existe una diferencia de separación.

“Te vas al sur, al sureste, al centro y no hay tal apego a los Estados Unidos”, comenta, “allá encuentras más cultura mexicana”.

Varela Castro apunta que, debido al fenómeno de la globalización, la cultura mexicana permanece oculta en las tradiciones extranjeras, pero corre el riesgo de desaparecer, tras de las celebraciones norteamericanas, la ropa, la comida, los coches y todo aquello que se importa del vecino país del norte.

La historia de México, impresa en los libros de texto gratuitos, en las pláticas de la gente, en las investigaciones documentadas e incluso en las paredes del Palacio Nacional y diversos Ayuntamientos, ha pasado de ser una tierra de culturas milenarias a un país de gente conquistada por exploradores de un Viejo Mundo.

El problema es asimilarla

El escritor lagunero, Saúl Rosales, dice que la mexicanidad no sólo es nacer y vivir en México, sino que tiene un significado más allá: ser apegado a lo propio. Sin embargo, explica, el problema no radica en definirla, sino en asimilarla.

“La gente se siente bien renunciando a su mexicanidad y aspirando, si se puede decir, a su norteamericanidad”, señala, “más que escondida, la mexicanidad está siendo disuelta y el vacío que deja en una relación de vasos comunicantes, se va llenando simultáneamente con la adquisición de otra caracterología.

“Lo peor es que se está despojando a la conciencia del sentido de mexicanidad”, agrega, “no es tan grave traer un pantalón de marca extranjera, sino el hecho de preferirlo”.

El escritor señala que la globalización no significa ser como los estadounidenses, pues ello es entregar la conciencia nacional al extranjero.

“El planeta puede ser totalmente globalizado”, manifiesta Rosales, “pero respetando las características de cada región, de cada parte de las que conforman el todo”.

Advierte que en la actualidad, la mexicanidad se pierde desde muy temprana de edad, cuando los niños son bombardeados con aspectos de otros países que los despojan de este rasgo esencial de la cultura.

“Lo peor es que se resiente a favor de un solo polo, de Estados Unidos”, manifiesta, “de tal manera que uno se encuentra con un niño de 10 años y no sabe los estados de la República Mexicana, pero si los de la Unión Americana, esos son síntomas de la pérdida de la mexicanidad y esto es muy grave”.

El escritor señala que ya no se manejan términos como “patria” o “nación”, que implican sentimientos profundos y arraigados. Han sido sustituidos por “país”, que no tiene esta connotación semántica.

El desconocimiento de los valores propios y la sobreestimación de los ajenos han llevado a los mexicanos a disolver su cultura en las costumbres extranjeras.

“No sabe uno valorarse en lo que es, el mexicano debe tener conciencia de sí a través de conocer su historia y decir ‘yo soy capaz de ser independiente como me mostraron Hidalgo, Morelos, Matamoros, Josefa Ortiz de Domínguez, Leona Vicario’”, continúa, “como no conocemos nuestra historia pretendemos andar asimilando otras maneras de ser, otras nacionalidades”.

Diversas publicaciones se han escrito en busca de caracterizar la mexicanidad, para dar una caracterología para que los ciudadanos se identificaran y se reevaluaran, pero lo importante, tras la definición, sería la asimilación del ser mexicano y a partir de ello, asumirse, dice Rosales.

Distribución

Así están distribuidas las diversas razas que integran a los mexicanos.

-El 60 por ciento de los habitantes del país son de origen mestizo.

-Un 30 son indígenas puros.

-El diez por ciento son de origen europeo, principalmente español.

FUENTE: Investigación El Siglo de Torreón

FRASES

Mexicaneidad disuelta

“La gente se siente bien renunciando a su mexicanidad y aspirando, si se puede decir, a su norteamericanidad, más que escondida, la mexicanidad está siendo disuelta y el vacío que deja en una relación de vasos comunicantes, se va llenando simultáneamente con la adquisición de otra caracterología”.

Saúl Rosales, escritor lagunero

¿Una sola visión?

“¿Hasta qué punto podemos decir qué somos los mexicanos, habiendo mexicanos tan distintos unos de otros?, no se puede poner bajo una sola visión al mexicano que emigró a la frontera en busca de mejores oportunidades de empleo, al abandonado de cualquier apoyo gubernamental o al indígena que apenas estamos parando conciencia del papel que tiene y el lugar que merece. Todos son mexicanos distintos”.

Sergio Garza Saldívar, investigador y catedrático

Penetración

“En la región sur del país persiste un mayor apego a la historia, mientras que en el norte hay una importante penetración de la cultura estadounidense, debido a la cercanía geográfica, y que ha sido aceptada por la población, al punto que no existe una diferencia de separación”.

Lerins Varela Castro, catedrático

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