Durango

Unidad priista de Durango “con pinzas”

La lucha de los grupos de poder al interior del PRI es una realidad que refleja cómo la unidad de los priistas de Durango se sostiene “con alfileres” y eso queda en evidencia a partir del 14 de diciembre, con el triunfo de Ismael Hernández Deras como candidato a gobernador y el debilitamiento de la corriente política encabezada por Ángel Sergio Guerrero Mier.

Al día de hoy, la unificación de las fuerzas priistas depende sobre todo de la negociación de espacios que se pueda dar en los días venideros entre las cabezas de cada grupo y el abanderado que hoy rinde protesta ante su líder nacional, Roberto Madrazo Pintado. Los hechos así lo demuestran.

Son diversos los factores que han orillado a que el priismo local, después de la elección interna de su candidato a gobernador, padezca ahora un escenario incierto y sumamente vulnerable, donde nadie tiene el control absoluto de la estructura territorial, de los sectores, del inventario político y mucho menos de su militancia.

Sin embargo, el riesgo actual que corren los partidarios del tricolor es, como lo ha evidenciado en los últimos días el líder de la CNC, José Manuel Díaz Medina, que se pierda la disciplina interna al no existir una figura que todo lo pueda coptar.

Una sola persona llegó a concentrar durante los últimos cinco años el control del partido, de sus sectores, de los grupos y su estructura: el gobernante en turno, y si no lo tuvo del todo en algunos casos, al menos tampoco lo perdió.

Pero desde el 15 de diciembre pasado a la fecha, el escenario ha cambiado en toda la organización jerárquica que conforma al Revolucionario Institucional a nivel estatal, a tal grado que las reglas no escritas del partido marcan el surgimiento de liderazgos provenientes del grupo que dominará.

ACOMODO

El PRI en la entidad experimenta un proceso novedoso, aunque similar e igual de nocivo al que vivió a nivel nacional cuando perdió las elecciones presidenciales en el 2000, a partir de cuando deja de contar con un líder que inspirara o impusiera respeto y disciplina. A cerca de cuatro años de ese hecho, todavía no se recupera; por el contrario, las fracturas en el seno del partido son evidentes, y frontales las rivalidades por el poder.

Por eso las cúpulas del partido en Durango se desenvuelven en un proceso de acomodo a las nuevas realidades, con el riesgo latente de que los acuerdos no se logren y que sí, en contraste, imperen los golpes bajos, el fuego amigo, las revanchas, tanto de unos como de otros grupos.

El propio Gustavo Lugo Espinosa, presidente del Comité Directivo Estatal del PRI -hasta el 12 de enero próximo, según lo anunció él mismo-, ha hecho suyo el discurso de incitar a la unidad de los priistas a pesar de que es adverso el panorama. Sus declaraciones a los medios de comunicación de dos meses a la fecha reflejan que no ve tan lejos el riesgo de una fractura en el partido que pueda tener como consecuencia un fracaso en las elecciones constitucionales de este año.

Apenas este martes 6 de enero, en un evento con campesinos, Lugo volvió a exhortar a las fuerzas de su partido a evitar las pugnas internas, a despojar de intereses personales la lucha por los espacios de poder, y a luchar porque las diferencias de priistas a nivel nacional no influyan a nivel local. Gustavo Lugo sabe que a casi un mes del proceso interno para la elección de candidato a gobernador no se han superado las divergencias entre los grupos políticos del PRI, lo cual ve con riesgo pues faltan todavía los procesos para escoger candidatos a diputados y presidentes municipales.

REVANCHAS

Tal parece que la historia marca los cánones para que así suceda cada fin de sexenio. Cuando arribó al gobierno Guerrero Mier, casi todo lo que olía a su antecesor, Maximiliano Silerio Esparza, fue desplazado de los espacios partidistas, políticos y de poder político formal en los primeros dos años de la administración guerrerista.

Esa experiencia presupone que cuando tome fuerza Ismael Hernández, muy probablemente se irá repitiendo cada uno de los pasos que fue dando Guerrero en su época de apogeo. El futuro inmediato pues, salvo que las negociaciones por el poder se den en un término más civilizado, será en detrimento de la fuerza del actual mandatario y de su grupo.

Esa realidad a la que los grupos antagónicos al de Ismael no se ajustan -y que no les será fácil aceptar- es el hecho de que tendrán que resignarse a perder espacios que tuvieron durante casi todo el sexenio en agonía, como la dirigencia formal del partido y el control cupular de los sectores.

Tales pendientes se han posicionado en la agenda del grupo ismaelista como los de imperiosa necesidad, tal vez los más urgentes. Por ello el candidato a gobernador al parecer ya se decidió por Adrián Valles Martínez para que el 15 de enero asuma la presidencia del Comité Directivo Estatal del partido, y por Adán Soria Ramírez para que se encargue de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares, CNOP.

CASO APARTE

En la CNC que dirige José Manuel Díaz Medina, el tratamiento de las fracturas es distinto, porque la conformación de grupos en contra de este personaje es más añeja; es decir, la inestabilidad política interna del brazo campesino no se debe del todo a que perdió Carlos Herrera Araluce, aspirante al que apoyaba Díaz Medina, ni a que ganó Ismael Hernández Deras, a quien el ex diputado federal cenecista, en nombre de los campiranos, sigue impugnando, incluso ante las instancias electorales.

Al promover un recurso de impugnación ante el IFE en contra de la elección de Hernández Deras como aspirante del PRI a la gubernatura, Díaz Medina evidenció que la línea del gobernante en turno se ha debilitado, puesto que fue el mismo Ángel Sergio Guerrero Mier quien condenó la inconformidad del cenecista y la calificó de una traición al partido, “en caso de que sea cierto”.

La suerte por la que atraviesa la CNC desde hace meses no tiene su origen en el reciente triunfo de Hernández Deras ni en el descalabro de Herrera Araluce, sino en la serie de frentes que por diferentes motivos fue abriendo el hombre de sombrero y botas con sus correligionarios campesinos.

Ello derivó en el fortalecimiento de grupos disidentes en la Liga de Comunidades Agrarias, quienes ahora, con el supuesto apoyo que brindan a Ismael, están al mismo tiempo presionando para que deje el cargo José Manuel, quien con este escándalo mediático estaría negociando su salida a cambio de una diputación local, según fuentes del partido.

Como los demás sectores, la CTM de José Ramírez Gamero quedó “suelta” de cualquier control corporativista, pues por un lado Ricardo Pacheco y Jesús Gutiérrez operaron para la causa ismaelista la elección de los delegados cetemistas que votaron en la asamblea estatal del 14 de diciembre, y por el otro, René Carreón, Efrén Enríquez y Jesús Ibarra hicieron lo propio en favor de Carlos Herrera. El ex mandatario estatal, Ramírez Gamero, prefirió mantenerse al margen de esos procedimientos; incluso llegó a declarar que el proceso interno del PRI “nació muerto”.

ETAPAS

En un PRI donde Ismael Hernández Deras sabe que los sectores ya no funcionan como quieren sus dirigentes, el primer paso firme que esperaba dar se consuma hoy, con la toma de protesta de su candidatura al gobierno estatal. Sin embargo, el 12 de enero espera dar otro avance significativo con la renuncia de Gustavo Lugo a la dirigencia estatal del partido, espacio donde el ex alcalde de Durango quiere que esté Adrián Valles en la Presidencia y Ricardo Pacheco en la Secretaría General.

Según el calendario que exponen diversos priistas consultados, entre el 15 de enero y el 15 de febrero habrán de darse las renovaciones en las dirigencias sectoriales, al menos en la CNOP y la CNC, coyuntura que el candidato a gobernador sin duda aprovechará para sumar fuerzas y mostrar de verdad un priismo unificado hacia su candidatura.

Luego, del 15 de febrero al 15 de marzo a más tardar, el paso definitivo se tendrá que dar, el cual es también la prueba de fuego para saber cómo quedó el PRI después de su novedoso proceso de elección interna: la militancia y la estructura tricolor tendrán que escoger candidatos a diputados y a presidentes municipales –la disyuntiva es si lo harán por negociación, consenso, imposición o elección libre-.

Consumadas esas etapas, será claramente visible la situación del Revolucionario Institucional, pero son también las fases más complicadas y riesgosas de llevar a cabo, porque es donde imperarán la lucha de intereses, la pugna por los espacios y el ansia de los grupos por sobrevivir políticamente.

Lo que sí es cierto, es que en estos momentos el PRI dista mucho de mantener la unidad que sus dirigentes pregonan y si quienes toman las desiciones a nivel estatal no hacen algo, le estarían allanando el camino rumbo a la gobernatura y avrios de los puestos de elección popular a la oposición, llámese como se llame, según arroja un análisis somero de la situación que priva al interior del tricolor.

Leer más de Durango

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Durango

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 68230

elsiglo.mx