EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Para estar en condiciones de aprovechar el bono demográfico o población en edad de trabajar que crecerá en forma considerable en los próximos años en México, es necesario que la Banca y el Congreso de la Unión tengan la visión que se requiere y se coloquen a la altura de las circunstancias, expone José Castro Mancilla, director del Área de Investigación de la Universidad Autónoma de La Laguna.
De acuerdo con las proyecciones, dice, la población en edad de trabajar va a crecer de manera importante, lo que plantea el reto significativo de crear las suficientes fuentes de empleo para toda la gente que va llegar a la edad laboral teniendo una educación superior, media o técnica.
La Población Económicamente Activa (PEA), añade, se divide en tres rubros: La población que está en edad de trabajar y lo hace, la población que tiene actividad subempleada y la desocupada, aunque también está la clasificada como inactiva (personas vinculadas con el hogar o que realizan sus estudios formales). Existe además la población sin edad de trabajar, que son los menores de 16 y mayores de 65 años.
“La actividad económica depende del recurso humano y podemos pensar que vamos a tenerlo, el problema es que también depende del capital y concretamente de inversiones que expandan las empresas ya existentes o creen nuevas empresas para que puedan dar ocupación a toda la gente que se incorporará al mercado laboral en los próximos años”.
Contar con un recurso humano y de acuerdo con las tendencias en materia de ocupación, enfatiza, para el país es muy bueno. El problema es si la inversión va seguir una dinámica que permita atender a toda esa fuerza laboral.
Una nación con recurso humano abundante y preparado, destaca, es una economía que debe elevar sus niveles de producción, productividad y bienestar, sin embargo debe ir complementado con las inversiones necesarias que permitan crear empleos permanentes, no temporales.
En la perspectiva mexicana, considera que el reto es muy importante y en ello está involucrado el sector privado nacional e internacional, así como el sector público.
Es en el sector privado en quien recae el comportamiento económico del país y va a invertir en la medida que el mercado nacional e internacional crezca. “Yo no voy a incrementar la capacidad de producción de mi empresa si encuentro un mercado restringido o bien si la dinámica de mis ventas al exterior es decreciente”.
De hecho, añade, en la actualidad parte de los equipos de la industria está subutilizado porque en los dos últimos dos años el mercado norteamericano se estrechó y el nacional es pequeño.
“El asunto es cómo vamos a dinamizar la inversión de capital que amplíe las empresas ya existentes y por otro lado, se creen nuevas empresas que permitan generar las suficientes fuentes de empleo permanente para todo ese contingente que se incorporará”.
El sector público tiene un papel importante porque genera muchas fuentes de empleo y más cuando las inversiones se traducen en infraestructura para el desarrollo de la actividad económica. “Eso es muy positivo, sin embargo, la tendencia observada es que la participación de la inversión en el gasto del sector público ha estado muy limitada”.
La banca
Por otra parte, analiza, el sistema financiero juega un rol importante para que las empresas emprendan esos planes de inversión. Deben existir los recursos disponibles, vía crédito y además, debe haber costos más accesibles de esos recursos para que el sector empresarial pueda emprender proyectos de expansión, si no, no lo va hacer.
Son varias las condiciones para el crecimiento económico: los mercados, los recursos y los costos, todos ellos factores fundamentales para que el sector privado emprenda este tipo de inversiones.
El sector privado, resalta, ya le ha pedido al sistema financiero “que se ponga las pilas”, que mueva los recursos con los que cuenta y los costos sean menores, porque los márgenes de intermediación con los cuales trabaja la banca, son muy altos. “Le llevamos un peso y al año nos da seis centavos y vamos y le pedimos un peso y nos cobra 18 ó 19 centavos”.
Uno de los aspectos importantes de actualidad, advierte, es que los intereses que se generan por parte de estas instituciones bancarias cuya propiedad está en el extranjero, se van año con año hacia sus países de origen. “Todos esos recursos no se reciclan en la economía nacional, a diferencia de lo que sucedía antes”.
Esperábamos todos, dice, que hubiera mejores servicios bancarios, más eficientes, con menores costos y por desgracia no ha sucedido y la situación es tan adversa que ahora hasta los trabajadores que cobran su sueldo a través del banco, pagan por cada entrada al cajero automático.
Los legisladores
Hay otros aspectos importantes que tienen que ver con las Reformas Estructurales, como en el sector energético, que podría ser un campo de interés para que el sector privado nacional invierta, pero primero hay que destrabar el marco constitucional y reglamentario que limita la participación del sector privado en el sector energético. De la misma manera hay interés de inversionistas extranjeros.
“Las discusiones políticas e ideológicas han adquirido un debate especial y han dejado de lado los intereses de la sociedad por desgracia. Creo que los partidos políticos deben replantearse su razón de ser”.
