El secretario de Gobernación resaltó que el presidencialismo quedó obsoleto y que la sociedad requiere de soluciones a las necesidades actuales.
29 de septiembre 2004.
MEXICO, D.F., (SUN-AEE).- El secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda, anunció propuestas para una reforma política de fondo, que incluyen la figura de un jefe de gabinete que sería aprobado por el Congreso.
Aunque, advirtió que también son necesarios cambios en la cultura del mexicano: que una negociación no sea confundida como concertacesión y exige modificaciones inmediatas al estilo presidencialista que ya no puede ser.
"La democracia por la que luchamos nos obliga, como nunca antes, a la negociación política", y en este sentido avanzar en la democracia nos impone "ser más pacientes de lo que quisiéramos todos".
En una conferencia que dictó en la Universidad Iberoamericana en la inauguración del Segundo Congreso Latinoamericano de Ciencia Política, Creel Miranda estableció que el presidencialismo mexicano llegó a su límite y que se necesitan
reglas del juego que correspondan a la realidad actual: un Congreso vivo, una Suprema Corte independiente, un hiperpresidencialismo que no es ahora más que un sistema presidencial acotado en términos constitucionales y políticos.
Marcó énfasis al decir que las facultades metaconstitucionales fueron características del presidencialismo mexicanos "han desaparecido", pero en la cultura mexicana se sigue pensando para un pasado que ya no existe.
Lo que se necesita para tener una democracia eficaz es alcanzar una reforma política de fondo y que rediseñe el sistema de partidos y el sistema electoral, para que se facilite el encuentro de las fuerzas política en acuerdos fundamentales, que
no es posible alcanzar ahora porque prevalecen reglas que obstaculizan la formación de mayorías.
Entre los cambios que anotó el secretario de Gobernación para alcanzar mejores resultados políticos, destaca el que se realicen en una misma fecha anual (el primer domingo de julio), las distintas elecciones que se llevan a cabo cada año, que llegan a ser hasta 15 comicios en siete fechas diferentes.
El ejecutivo propone revisar los tiempos de campaña y precampaña, toda vez de que México tiene la marca mundial en los periodos más largos de proselitismo de candidatos.
"Mucho ganaría nuestra democracia si, sumando los tiempos de campaña y precampaña, redujéramos los días de la contienda presidencial a 135; a 82 días para las campañas de gobernadores y 67 días para las de diputados y senadores".
Los periodos de sesiones del Congreso, añadió, abarcarían hasta nueve o 10 meses para el trabajo legislativo, y se trata ésta de una diversas reformas para el fortalecimiento del Poder Legislativo y para mejorar la posibilidad de llegar a acuerdos, dijo.
