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México, DF.- El cardenal Norberto Rivera Carrera afirmó que el proceso de desafuero del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, no puede resolverse en la calle sino en las instancias que México ha dado para impartir justicia.
Sostuvo que todo el mundo tiene el derecho a manifestar sus inquietudes, incluso su descontento, pero subrayó también que los ciudadanos tienen la obligación de que sus problemas se resuelvan conforme al derecho.
En este caso concreto es el Congreso el que debe resolver y de no ser así la Suprema Corte de Justicia de la Nación pondría punto final, comentó al ser entrevistado al término de la tradicional misa dominical en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México.
Al referirse a las reformas realizadas por el Congreso de la Unión al sistema de jubilaciones y pensiones del IMSS mencionó que ese es uno de los grandes problemas que México enfrenta pues cuando ese sistema nació la edad promedio de vida de los mexicanos era de 60 años.
Ahora es de 75 años, las condiciones han cambiado y ese esquema de protección social debe de revisarse para que sea viable, primero para la persona y luego para que el país tenga otros caminos, consideró.
Durante la ceremonia, el Arzobispo expresó que Jesús reprueba las actitudes de los fariseos de todos los tiempos. que se consideran los mejores y creen merecer los mejores puestos en el Reino de Dios.
Norberto Rivera advirtió: “siempre tendremos la tentación de creernos superiores y mejores que los demás y constantemente nos acecha el puritanismo farisaico que nos invita a rezar”.
Además, indicó, continuamente nos constituimos en tribunal supremo, donde acusamos, juzgamos, condenamos y ejecutamos a otros, “ya que los demás y sólo los demás son los culpables de los males que padecemos”.
No obstante, exhortó a ser humildes de corazón y ver con claridad en qué consiste dicha humildad. Aseguró que ser humilde, conforme al pensamiento de Jesús, es gastarse en favor de los demás, no vivir para uno mismo y no pretender que otros giren en torno nuestro, sino nosotros en torno de los demás.
