Piden embajadas a extranjeros abandonar el país ante la creciente ola de secuestros.
BAGDAD, IRAK.- La oleada de secuestros de extranjeros que desde la semana pasada vive Irak ha hecho saltar las alarmas en las cancillerías acreditadas en Bagdad. Alemania, Dinamarca, España, Francia, Portugal y la República Checa han pedido a sus ciudadanos que no viajen a Irak.
“Mientras dure esta situación, lo prudente es que se reduzca el personal al mínimo imprescindible y que quienes tengan que estar aquí eviten desplazamientos por carretera y restrinjan sus movimientos al máximo”, aconsejó el encargado de negocios español, Marcos Vega. Otros países han sido más radicales. Francia y Portugal han pedido la salida de todos sus ciudadanos, incluidos los periodistas. Sólo el primer ministro australiano ha pedido a sus nacionales que se queden en Irak.
“No se trata de que cunda el pánico, pero hay que extremar las precauciones”, subrayó Vega en una reunión con los periodistas españoles acreditados en Bagdad.
Los informadores constituyen el grupo más expuesto una vez que la mayoría de los cooperantes han salido ya de Irak. “Los viajes por carretera fuera de Bagdad están enérgicamente desaconsejados”, insistió el diplomático.
Mientras que la coalición reconoció ayer que 47 personas de doce nacionalidades se encuentran en la actualidad secuestradas en Irak, poco después de que se anunciara la captura de cuatro ciudadanos italianos y de un periodista francés.
Dan Senor, portavoz del administrador civil del país, el norteamericano Paul Bremer, afirmó que el FBI coopera en la investigación de los secuestros y dejó claro que no cederán al chantaje de los captores.
Sus declaraciones se produjeron horas antes de que la agencia de televisión francesa CAPA denunciara el secuestro, el pasado domingo, de su enviado especial en Irak, Alexandre Jordanov.
El periodista francés, de 40 años, es el primero de esta nacionalidad que cae en manos de insurgentes iraquíes desde que comenzó la oleada de toma de rehenes la semana pasada.
Entretanto, un grupo suní asumió ayer la autoría del secuestro de cuatro italianos miembros de una empresa de seguridad, en un momento en el que ha crecido considerablemente la sensación de inseguridad entre la colonia extranjera que reside en el país árabe.
En una cinta de video divulgada por el canal de televisión qatarí “Al Yazzera”, las “Brigadas de los Muyahedin”, el mismo grupo que se responsabilizó de la captura hace seis días de los tres civiles japoneses, estableció cuatro condiciones para poner en libertad a los ciudadanos italianos.
“Disculpas del Gobierno italiano por apoyar la ocupación, retirada de las tropas del país, puesta en libertad todos los iraquíes detenidos -en especial los religiosos- y negociar directamente con ellos”, dijo uno de los captores.
Crímenes insurgentes
Cuatro cadáveres que supuestamente son parte del grupo de los siete contratistas estadounidenses secuestrados en Irak la semana pasada fueron hallados ayer, informaron cadenas de televisión de Estados Unidos.
Los cuerpos fueron encontrados en una tumba de escasa profundidad cerca del lugar donde fue atacado el convoy en que viajaban, según fuentes estadounidenses en Bagdad y Washington citadas por las cadenas NBC y CNN.
El convoy fue atacado el viernes pasado en un cruce de carreteras situado entre las ciudades de Fallujah y Abu Ghraib y en el incidente desaparecieron también dos soldados estadounidenses.
Según las fuentes citadas por las cadenas de televisión, los cuerpos estaban muy dañados, aunque no está claro si ello se debió al incendio que afectó a alguno de los vehículos del convoy durante el ataque o a otros motivos.
Mientras tanto en Estados Unidos, uno de los soldados muertos, mutilados y quemados en Irak junto a otros tres el 31de marzo pasado, fue enterrado ayer en el estado de Florida.
Los restos de Scott Helvenston, de 38 años y ex marino de EU, fueron sepultados con honores militares.
El ataque se produjo cuando los cuatro civiles viajaban en un automóvil y, posteriormente, sus cuerpos, quemados y mutilados, fueron arrastrados por una turba, y dos de los cadáveres fueron colgados en un puente sobre el río Éufrates.
Sanos y salvos
A pesar de las pocas esperanzas de sobrevivir a manos de los rebeldes cinco ucranianos y tres rusos fueron liberados ayer, un día después de ser secuestrados.
“Los ocho rehenes fueron liberados y ahora están en su casa”, dijo el director general de la compañía para la cual trabajan, Alexander Ambramov. No se informó de inmediato sobre la identidad de los secuestradores ni sobre las circunstancias de la liberación.
Durante el transcurso del día de ayer residentes de Fallujah, aseguraron que un helicóptero Apache de Estados Unidos cayó cerca de la ciudad tras ser alcanzado por un proyectil de tierra durante la intensa lucha. El Ejército estadounidense dijo que no tenía información por el momento sobre la aeronave ni sobre los dos miembros de la tripulación.
El Ejército norteamericano señaló también que un ataque con bomba a un convoy causó la muerte de un soldado y heridas a otro y a un contratista civil. El vehículo, que viajaba de Baquba a Nayaf, fue alcanzado poco después de la medianoche por una bomba colocada en la carretera del sur de Bagdad.
Reprueban escalada
de violencia
Por su parte, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Kofi Annan, espera que la escalada de violencia en Irak se controle antes del 30 de junio, fecha fijada para el traspaso de la soberanía y calificó de “inaceptables” los secuestros de civiles.
A su llegada a la sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Nueva York, Annan mostró su preocupación por el “deterioro” de las condiciones de seguridad en territorio iraquí, motivo por el cual el organismo se retiró del país a finales del año pasado.
Y se mostró cauteloso acerca del regreso de las Naciones Unidas a Irak y dijo que la violencia en el país era una constante restricción en el futuro cercano.
Al Sadr se niega a negociar
Las negociaciones no excluyen la presión. Mientras un grupo de dirigentes políticos shiies y otro de representantes de sus líderes religiosos intentan mediar con el clérigo radical Muqtada al Sadr, las fuerzas de la Coalición despachan refuerzos hacia las ciudades en control de su milicia e incluso ayer detuvieron durante unas horas a uno de sus lugartenientes en Bagdad.
El propio Muqtada practica el mismo juego. En una entrevista con una televisión libanesa se declaró favorable a una mediación, pero sigue rechazando contactos directos con la Coalición y se niega a desmantelar su milicia a menos que se lo pidan las autoridades religiosas shiies.
Sin embargo, no todos apoyan su actitud de confrontación y desde luego no las muy conservadoras clases clericales de las tres ciudades santas. Tal vez por ello, aceptaron enviar una delegación a la vista de que los mediadores del Consejo de Gobierno no lograban entrevistarse con el clérigo rebelde.
Estas gestiones y el creciente refuerzo militar parecen haber hecho mella en Muqtada, cuyos milicianos empezaron a retirarse el lunes de las comisarías y edificios oficiales de Nayaf, donde varios testigos dieron cuenta ayer que la policía iraquí ha empezado a patrullar.
Los negociadores interpretan la reaparición de los agentes de policía en Nayaf y Kerbala como un gesto de buena fe por parte de Muqtada. Sin embargo, ni los mediadores del Partido Dawa (representado en el Consejo de Gobierno), ni los representantes del estamento clerical pueden garantizar que no sea una nueva jugada de Muqtada.
La Coalición tampoco parece fiarse de sus declaraciones y continúa enviando refuerzos a la zona.
Fuentes militares estadounidenses han reconocido que poco a poco han aislado a los milicianos del Mahdi, pero que hasta ahora han evitado lanzar una campaña de mayor envergadura por miedo a irritar a la población shii.
“Mi intención es destruir la milicia de Al Sadr, destruirla completamente”, ha declarado el coronel Dana Pittard, que manda la unidad de combate encargada de la operación. Sus palabras dan a entender que ya es demasiado tarde para que la milicia se transforme en un partido político, tal como sugerían algunos mediadores.
“Y entonces, capturar o matar a Al Sadr. Ésa es nuestra misión. Estamos esperando que nos llegue la autorización”, añadió. No obstante Pittard reconoció que “si nos equivocamos, se sentirá de Marruecos a Indonesia”.
