Denuncian presencia de agiotistas supuestamente honestos
A pesar de que en los juzgados del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Durango sólo se presentó una denuncia por el delito de usura en el último año, esta práctica se sigue dando en el medio rural, en donde la víctima principal es el campesino necesitado.
?Algo está pasando en el conglomerado social, pues no se reflejan en los tribunales algunas de sus lacras. ¿Será que estas prácticas ya están en desuso??, es la pregunta que dejó en el aire, sin contestar, el presidente del TSJED, José Hugo Martínez Ortiz.
Sin embargo, esta pregunta tiene una respuesta, que proviene de los propios productores rurales: ?definitivamente quiero decirle a usted que la usura es una de las prácticas ancestrales, de la que no nos hemos podido liberar?, señala Donaciano Guevara Garay, dirigente cenecista de la Región de Los Llanos.
Reconoce que hay abusos de personas que se dedican a esta práctica delictiva, y que el campesino opta por dejar las cosas en paz, porque es gente tranquila, que lo que menos quiere son problemas.
Sin embargo, señala que la usura en el campo no solamente es en dinero, sino que también se da en especie; inclusive, hay también lo que se clasifica como usura legalizada, como señaló Edy Alberto Galicia Ortiz, secretario de Asuntos Agrarios de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos.
El ex presidente de la Unión Regional de Productores de Frijol y actual secretario regional, Donaciano Guevara Garay, señala que los agiotistas o usureros en especie son comerciantes supuestamente honestos, o ?coyotes?, mejor conocidos como intermediarios, que le prestan la semilla al productor para que siembren, y en algunos casos éste debe regresar el doble, es decir, si le prestan 100 kilogramos debe devolver 200.
En cuanto al agio o usura en dinero, hay gente que presta a intereses que van desde el ocho al 20 por ciento, y en algunos casos se quedan con grandes propiedades de los productores, con maquinaria, vehículos, animales y hasta con derechos agrarios.
Para Guevara Garay la usura es una práctica que no se ha podido erradicar por la necesidad de los productores, uno de los sectores más desprotegidos.
?La verdad de las cosas, esta gente tiene únicamente una sola entrada económica, que es la producción, y tienen que sobrevivir 12 meses. Y en ocasiones una cosecha raquítica no alcanza ni tan siquiera para mal comer, y esto orilla al productor a acudir con el agiotista o usurero, para pedirle un préstamo al porcentaje que le dicte la conciencia?, indicó.
Para este representante campesino, en la Región de Los Llanos, los agiotistas son personas perfectamente conocidas. La gente los conoce y saben dónde hallarlos. ?Sabe quién presta al diez, al 15, al 16, 18 y hasta el 20 por ciento; sabe quién presta a bajos intereses, o quién tiene y quién no, pero que presta a un alto porcentaje?, agrega.
Los agiotistas existen y son conocidos en cada región, porque han hecho grandes fortunas, pero sólo a través de la desgracia de los campesinos.
Por ejemplo, él conoce a un amigo, Juan N, a quien le quitaron su tractor, por una deuda con un prestamista, que antes de dar el dinero se asegura no solamente con la firma de un documento, como el pagaré, sino con más garantías como la factura de una camioneta, de un tractor, de la casa, etc. Es decir, no se queda sólo con el documento firmado, sino también con una garantía prendaria desde la factura de la vaca, del caballo, o bien pide que se le deja la rastra, la sembradora, o lo que la gente tenga de valor, inclusive hasta el Certificado de Derechos Agrarios; a ese grado llega esta ilícita práctica.
Tiendas de Raya
Hay casos en que el productor nunca termina de pagar, y en muchos ocurre lo de las tiendas de raya en que van a tener que seguir pagando la deuda los hijos o los nietos. Hay ocasiones en que por la ignorancia o el descuido de la propia gente, no recoge el documento que firmó, y aunque lo hayan pagado, posteriormente se los quieren hacer efectivo mediante un juicio ejecutivo mercantil. ?Y en estos casos pues se trata de viles robos en despoblado?.
Sobre lo que al final de cuentas termina pagando el productor es el doble, el triple o hasta más. Por ejemplo, un productor que pide cinco mil pesos puede acabar cubriendo 20 mil pesos.
LA POBREZA, PRINCIPAL CAUSA
La principal causa por la cual un campesino recurre a un usurero, no obstante que sabe que va a pagar mucho más de lo que le presten, es la necesidad, la pobreza. Los malos años de lluvias, la falta de recursos del Gobierno y financiamientos y los precios bajos de sus productos orillan a las personas a pedir prestado, para salir de sus apuros de alimentación, de salud, educación, etc.
Las condiciones prevalecen y por eso seguirán acudiendo con un prestamista, señala.
LEGALIZACIÓN
En cuanto a la usura legalizada habla Edy Alberto Galicia Ortiz, porque tiene el caso de unos 30 campesinos a quienes les recogieron sus tractores, que fueron financiados con el Programa Alianza para el Campo, aunque adeudan al proveedor de esta maquinaria.
Hay una proveedora de tractores que está incurriendo ahora en la usura legalizada, que es una especie de fraude, porque se aprovecha de la necesidad de la gente para obtener un beneficio indebido.
Recordó que en el Alianza para el Campo había una vertiente para la adquisición de tractores. La gente que se interesó, al reunir los requisitos, obtenía el tractor, el cual una parte era pagado por el Gobierno Federal y otro porcentaje era financiado con recursos del Banco de Crédito Rural.
El productor beneficiado le pagaba al proveedor a través de Banrural; sin embargo, los contratos traen algunas clausuras raras, porque al parecer facultan al proveedor, dueño del tractor, a pagar anticipadamente el crédito, y la deuda que tenía el productor ya no era con Banrural, sino con el proveedor mismo de la maquinaria.
Sin embargo, a la fecha, la distribuidora Maquinaria Delta Sigma de la Región de Los Llanos, comenzó a recoger los tractores rojos de la marca Massey, además de que el productor se queda con una gran deuda.
Recordó que el programa de adquisición de tractores contemplaba que el productor entregara su tractor viejo a cuenta, por el nuevo, y ahora resulta que se quedó sin los dos, ni el viejo ni el nuevo, y además enfrenta una gran deuda con el proveedor. Esto lo es lo que se llama usura legalizada.
Destacó que sin una orden de juez, ningún juicio de por medio ni documento o requerimiento de pago, la filial de la distribuidora de tractores ha ido a las casas de los productores por los tractores, sin un juicio de por medio, después de que la gente comenzó a tener problemas económicos, por las malas cosechas y el temporal.
La gente, consciente de su adeudo, decía cuando le recogían el tractor que con eso se pagara la deuda, pero no, les siguen llevando los estados de cuenta. Por otra parte, dijo que están en desventaja porque no tienen copias de los contratos que se firmaron en Torreón, en donde está la distribuidora principal de los tractores, por lo que ya se recurrió a la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
REFERENCIA
Hay un caso
El 10 de septiembre de 2004, el entonces presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Durango, José Hugo Martínez Ortiz, rendía su último informe, y cuando estaba dando a conocer estadísticas y la naturaleza de los juicios atendidos en el último año, le llamó la atención el hecho de que sólo se tenía un caso de delito de usura y ninguno de aborto.
El ex Rector de la Universidad Juárez del Estado de Durango hizo las siguientes reflexiones ante los magistrados, en pleno, e invitados: ?Llama la atención que tratándose de usura hayamos tenido un solo caso, y en los delitos de aborto uno solo en este año, pero tampoco en todo el sexenio?.
Ante la concurrencia, expuso: ?Algo está pasando en el conglomerado social, pues no se reflejan en los tribunales algunas de sus lacras; ¿será que estas prácticas ya están en desuso??
En este informe dio a conocer que en el periodo del 2003-2004 se presentaron en los cuarenta juzgados un total de 24,396 juicios, de los cuales 2003 son civiles; 13,756 mercantiles; 5,908 familiares y 2,729 penales.
Dentro de los mercantiles, dijo, que los juicios ejecutivos siguen siendo los de mayor incidencia, pues llegan a 13,065 casos. Le siguen los juicios de divorcio que llegan a 2,905, que representan prácticamente la mitad del total de conflictos del orden familiar.
?Se observa que persiste la cultura de no hacer testamento, cuyos casos son 181 juicios testamentarios, frente a 1,070 juicios intestamentarios?, apunto Martínez Ortiz.
En cuanto a la justicia penal refirió que se tuvieron 152 homicidios, o sea un 17 por ciento menos que en el año anterior; los robos han sido 569, que es un 12 por ciento menos que el año pasado. En delitos de fraude con 340 casos; violación con 105 y secuestro con cuatro casos; los números se conservan más o menos igual que el año anterior.
Definición
Práctica en el campo
El Código Código Penal para el Estado de Durango en su artículo 429 establece:
-?Al que obtenga de otra persona ventajas usurarias por medio de contratos o convenios, en los cuales se estipulen réditos o lucros superiores a los usuales en el mercado, se impondrá de uno a nueve años de prisión y multa equivalente hasta de dos tantos de los intereses devengados en exceso?.
INFORME
-Se informó que en el periodo del 2003-2004 se presentaron en los cuarenta juzgados un total de 24 mil 396 juicios.
-De los juicios presentados 13 mil 756 juicios son mercantiles.
-De los juicios presentados 5,908 familiares
-Reportaron un total de dos mil 729 juicios penales.
-Dentro de los mercantiles, los juicios ejecutivos siguen siendo los de mayor incidencia, pues llegan a 13 mil 065 casos.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango