Detectan a enviciadores en cercanías de escuelas secundarias
Las bajas penalidades que establece la legislación actual en la entidad para los menores de edad que participan en actividades ligadas al narcotráfico, la desatención familiar y la proliferación de más adeptos al consumo de la droga de moda (el cristal) traen como cosecuencia que jóvenes sean incorporados al narcomenudeo como distribuidores y consumidores a la vez.
En el transcurso de mayo, la Policía Ministerial detuvo por lo menos a cinco menores de edad ligados a la distribución, consumo y venta de drogas, principalmente cristal, marihuana y cocaína, tres de municipios como Canatlán, Vicente Guerrero y recientemente en la capital dos más ligados a un laboratorio móvil de producción de metanfetaminas.
El Código Penal del Estado establece la edad de 16 años como el rango en que un menor puede ser sujeto de proceso en caso de infringir la mencionada legislación y de 18 según el Código Federal de Procedimientos Penales. Por debajo de estas edades existen ciertos beneficios para proteger al infractor.
Eulalio Aldama, director de la corporación, señaló que por la facilidad que tienen los muchachos para pasar poco tiempo en los consejos tutelares, son mayormente reclutados por los propietarios de ?tienditas?, ya que pasan desapercibidos o son fáciles de abordar para convencerlos.
?La facilidad para conseguir los precursores (materias primas) efedrina o pseudoefedrina, además de sustancias para su síntesis (acetona, alumbre, sosa cáustica, fertilizantes, entre otros) propicia que en cualquier lugar puedan acondicionarse laboratorios clandestinos, con costos mínimos y con ganancias significativas?, señaló.
De acuerdo con las declaraciones de algunos detenidos, comentó, en el mercado negro una dosis de cristal puede oscilar entre los 35 y 50 pesos, con efectos duraderos mayores a los de la cocaína y la marihuana, que por su costo y la sensación que produce ha cobrado gran demanda, sin tomar en cuenta los efectos devastadores en el organismo de los consumidores.
Según estadísticas extraoficiales de la Delegación Estatal de la Procuraduría General de la República, en promedio mensual son puestos a disposición entre seis y diez menores de edad por delitos contra la salud, principalmente en el área urbana, por posesión y/o distribución de drogas en segundo término.
MALA INFLUENCIA
La directora del Centro de Observación y Orientación para Menores Infractores, COOMI, Patricia Fuentes Castro, apuntó que a partir de mayo se registraron tres ingresos de adolescentes por su comisión de este tipo de delitos contra la salud, que por comentario de ellos incurrieron en ello por la influencia de adultos.
?Padres de familia en la capital, principalmente de escuelas de la periferia, nos han manifestado que algunos adultos de aspecto pandillero comenzaron a frecuentar a sus hijos en las afueras del plantel, hasta el grado de tener cierta ascendencia con ellos a través de un vínculo amistoso?, dijo.
Los jovencitos que delinquen reúnen características como abandono de los estudios sobre todo en nivel secundaria, carecen de padre o están dentro de familias disfuncionales, baja autoestima, nivel económico bajo, deseo de aceptación, sensación de que a nadie le importan.
Con esta situación tan vulnerable, expresó la informante, de acuerdo con el trabajo de los psicólogos del Centro, es fácil que los jóvenes busquen una figura paterna para imitar hasta el punto de hacer lo que les soliciten una vez que dan con ella, como es el caso de la venta o consumo de drogas, incluso hasta situaciones de abuso.
Fuentes Castro enfatizó que actualmente el Consejo Estatal contra las Adicciones amplió su cobertura en instituciones de nivel básico para prevenir que los menores caigan en las garras de las drogas, además de fomentar los vínculos familiares e informar a los jóvenes como prevenir ser presa de los vicios.
EFECTOS
Reacciones
El cristal, clorhidrato de metanfetamina en polvo (la forma más corriente de la droga), cristalizado en grandes unidades. Los cristales son incoloros, insípidos e inodoros. La metanfetamina es un poderoso estimulante que provoca sensaciones de euforia y la ilusión de estar dotado de una gran energía, que luego se traduce en fatiga y depresión.
Entre otros de sus efectos figura una elevación de la presión sanguínea y una aceleración del pulso, insomnio y pérdida del apetito. Aunque a veces se fuma, por lo general el hielo se ingiere por vía oral o se inyecta. El uso indebido de hielo está especialmente extendido en el Lejano Oriente. En América del Norte y en Europa, los adictos a la metanfetamina por lo general aspiran su polvo por vía nasal (?cristal? o ?meth?), o bien la ingieren en forma de tabletas (?speed?).