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WASHINTON, EU.- Las pruebas de Ácido desoxirribonucleico, (ADN) practicadas a restos de personas ejecutadas durante la dictadura de Saddam Hussein serán clave en el juicio de las figuras del antiguo régimen, opinan expertos.
Los fiscales dispondrán seguramente de multitud de pruebas cuando sea juzgado Saddam, especialmente debido a los dramáticos avances en los últimos años de la tecnología que permite usar el ADN como herramienta de la fiscalía. Se estima que el ADN ayudará a identificar claramente a muchas de las víctimas de Saddam que acabaron en fosas comunes.
El proceso ha sido ampliamente utilizado en la antigua Yugoslavia, especialmente en Bosnia, donde el ADN ayudó a identificar a unas siete mil víctimas desaparecidas en la guerra civil de hace una década -y ayudó al tribunal de crímenes de guerra a juzgar a sus autores-.
La identificación de las víctimas es un proceso sombrío. Los restos deben ser cuidadosamente exhumados y los huesos triturados para extraer el código genético. Esas muestras ayudan a vincular a las víctimas con sus familiares. Ello permite además la realización de entierros dignos de los seres queridos desaparecidos hace tiempo.
Supervisar el proceso en la antigua Yugoslavia ha sido la labor de la Comisión Internacional de Personas Desaparecidas (conocida por sus siglas inglesas de ICMP), producto de los acuerdos de 1995 que puso fin al conflicto de Bosnia. En los próximos dos años, la comisión transferirá sus labores y responsabilidades a las autoridades locales.
Sin embargo, encara ahora una tarea mucho más difícil y de mayor responsabilidad: Irak, con unas 270 fosas comunes que son testigo de la brutalidad del régimen de Saddam. El ministro iraquí de Derechos Humanos, Bakhtiar Amin, estima que el número de muertos a manos del depuesto régimen se eleva a 1.2 millones; otros cálculos son menores.
Al igual que en Bosnia, el cometido del ICMP será humanitario: relacionar forénsicamente a las víctimas con sus familiares. Pero James Kimsey, fundador del servicio de Internet America Online y que es el delegado estadounidense en ese grupo de 13 naciones, sostiene que el ICMP está dispuesto a cooperar con las autoridades judiciales en los juicios de Saddam y de sus subordinados.
Kimsey, ex combatiente de Vietnam, sostiene que Saddam seguramente contará con un equipo de avezados abogados. Agregó que para que sea condenado en ex dictador, los fiscales tendrán que presentar pruebas del calibre utilizado por los aliados durante los procesos de Nuremberg contra los jerarcas nazis tras la Segunda Guerra Mundial.
Michael Scharf, de la Universidad Case Western Reserve, considera que son además necesarios otros requisitos. “Procedimientos justos, jueces que puedan adoptar decisiones justas y lo que los abogados llaman ‘igualdad de medios’, lo que significa que el calibre de la defensa sea pareja con el de la fiscalía”.
Indicó que encontrar culpable a Saddam de algunos delitos será difícil, lo que reconocieron los jueces iraquíes. “La defensa podría argumentar que la fiscalía no puede demostrar que Hussein tenía la intención de cometer ciertos delitos o que tuvo una relación directa y evidente con esos crímenes”, dijo Scharf.
El mandato de ICMP está limitado solamente a las exhumaciones en la antigua Yugoslavia.