El jefe de gobierno del DF dijo no querer pleitos por lo que declaró una tregua y recalcó no tener diferencias personales con nadie.
MEXICO, D.F., (SUN-AEE).- En medio del clima de confrontación entre los gobiernos federal y local, Andrés Manuel López Obrador, jefe de gobierno del Distrito Federal, dijo no querer pleitos y declaró una tregua por lo que "vamos a quedarnos en silencio".
A pesar de que en los últimos días ha hecho señalamientos contra el Gobierno Federal, aseguró que no tiene diferencias personales con nadie.
En su conferencia de prensa, reconoció que "la gente se cansa de tanta bulla, de tanta transa".
Insistió en que no quiere pleitos, pero "no nos dejan", señaló en torno a lo que ha llamado ataques reiterados en su contra.
No obstante, volvió a criticar el modelo económico y aseguró que por más que digan que el neoliberalismo ha funcionado, no es verdad, porque no ha habido crecimiento económico y prueba de ello es el desempleo, que genera que cada año 450 mil mexicanos crucen la frontera para buscar trabajo en Estados Unidos.
López Obrador comentó que no ha hablado con legisladores de otros partidos distintos al suyo, el de la Revolución Democrática (PRD), sobre su desafuero, pero buscará convencerlos con pruebas.
Recordó que la Sección Instructora de la Cámara de Diputados postergó para el 24 de noviembre, y no el 24 de octubre el periodo de presentación de pruebas y todavía falta un peritaje en el predio El Encino, por el que se le sigue el proceso de desafuero.
Al respecto, le dio gusto que este jueves se inaugure el hospital ABC en Santa Fe, para el cual se iba a construir la calle que generó el conflicto y se tuvo que buscar una vía alterna.
Comentó que no acudirá a la inauguración del nosocomio porque tiene un compromiso, una reunión con los embajadores de la Unión Europea, de carácter privado. Con ello, negó que no acudirá al hospital para encontrarse con el presidente Vicente Fox, de quien dijo que no sabía que asistiría.
El jefe de gobierno también negó las acusaciones en contra de Octavio Romero, actual oficial mayor, quien fue señalado como el encargado de pagar la factura de un equipo de espionaje durante las elecciones de 1994 en Tabasco, en las que López Obrador se postulaba como candidato a la gubernatura.
