El Curzeiro de Brasil vendrá a La Laguna con nuevo técnico, porque fue cesad Vanderlei Luxemburgo.
EFE
BELO HORIZONTE, BRASIL.- El ex seleccionador brasileño de futbol Vanderlei Luxemburgo dejó ayer "con tristeza" la dirección técnica del Cruzeiro, equipo al que hace dos meses llevó a ganar el Campeonato Brasileño, tras ser despedido a causa de desencuentros con jugadores y directivos.
"Estoy muy triste con la decisión. Los problemas que estaban siendo discutidos eran parte de conversaciones cotidianas, que son comunes dentro del futbol y pudieron ser resueltos sin soluciones drásticas", dijo Luxemburgo en una rueda de prensa.
El Cruzeiro informó ayer que Luxemburgo puso su cargo a disposición de la directiva del club y después volvió atrás, pero la rectificación no fue aceptada y acabó siendo despedido.
Ni el técnico ni la dirección del equipo explicaron formalmente las razones del despido, ni se han señalado nombres de posibles sustitutos.
Luxemburgo dirigió al Cruzeiro desde julio de 2002 con un impresionante balance: título de la liga nacional, campeón de la Copa do Brasil de 2003, de la Sur-Minas de 2002 y de la estatal del estado de Minas Gerais, el año pasado.
En sus 107 partidos al frente del equipo, cosechó 68 victorias, 22 empates y 17 derrotas.
El Cruzeiro conquistó el Campeonato Brasileño con varias jornadas de antelación, gracias a su sólida campaña. Para esta temporada el conjunto azul de Belo Horizonte se reforzó con el campeón mundialista Rivaldo y el goleador Guilherme.
Pero sus flojos resultados en lo que va de año crearon en la última semana una crisis interna que ayer el centrocampista Alex definió como "problemática".
"Desde el presidente hasta cualquier jugador, todos sabemos dónde está apretando el callo. Algunos problemas son nuevos, otros vienen del año pasado, pero creo que serán resueltos", dijo Alex a los periodistas.
Luxemburgo, por su parte, había sacado al público hace pocos días los trapos sucios de "las situaciones pendientes, que estaban entorpeciendo el ambiente de trabajo" y que serían la falta de pagos de bonificaciones de 2003.
La crisis en el equipo, según medios locales, se desató por retrasos en los pagos del premio por la conquista del campeonato del año pasado.
Los comentarios del entrenador despertaron la indignación de algunos jugadores y de la directiva del club, que se negaban a aceptar tales argumentos como causa de la pobre campaña de este año.
De esta forma el propio Luxemburgo acabó acelerando el desenlace, según medios locales.
En el campeonato estatal, el Cruzeiro exhibe tres victorias, dos derrotas y dos empates y ocupa la quinta posición con 11 puntos, por el momento fuera de la clasificación a la segunda etapa. Ni la contratación del estelar Rivaldo ha ayudado a reforzar la moral del equipo.
"Yo dije que quería continuar en el Cruzeiro, independientemente de los problemas, porque creo que éstos existen en cualquier club grande y tenemos que trabajar para superarlos", pero los directivos no entendieron esta posición, aseguró ayer Luxemburgo ante los periodistas.
En su próximo partido, contra el Atlético Minas Gerais, el Cruzeiro será dirigido por el auxiliar técnico Paulo César Gusmao, un pupilo de Luxemburgo.
