Andrés Manuel López Obrador auguró que de no solucionarse los problemas entre los diferentes niveles de Gobierno se tendrá un fin de sexenio con mucha inestabilidad política.
23 de agosto 2004.
MEXICO, D.F., (SUN-AEE).- De no lograrse la reconciliación entre todos los sectores, Andrés Manuel López Obrador, jefe de gobierno del Distrito Federal, vaticinó que la confrontación puede llevar a la inestabilidad política a fines de sexenio, con lo que se agravaría la crisis económica y en la que no ganaría nadie, aunque los más perjudicados, como siempre, serían los más pobres.
"Vamos a tener un fin de sexenio, si hay diferencias, si sigue la confrontación, de mucha inestabilidad política, por lo que es necesario un acuerdo para la gobernabilidad", sostuvo.
En su habitual conferencia de prensa, dijo que la convocatoria a la unidad es un llamado de "amor y paz", en el que más que pedir tregua, todos los sectores deben contribuir para que se dé un ambiente de distensión y se busquen los acuerdos.
En respuesta a la declaración del presidente Vicente Fox, de que no se buscará una solución política en su proceso por desacato a una orden judicial, insistió en que habrá que esperar pero reiteró en la necesidad de la reconciliación de buscar la unidad, por lo que de nueva cuenta extendió su mano franca.
El político tabasqueño aseguró que el proceso es injusto y no hay fundamentos para acusarlo, pues no violó ninguna ley. "Tengo derecho a la legítima defensa, pero que no se piense que violé la ley y que me van a perdonar, no me pasé ningún alto, ni siquiera en preventiva, así de sencillo".
Recordó que la primera semana de septiembre inaugurará un camino alterno al hospital ABC en Santa Fe, con lo que se demuestra que no se construyó la vía en el predio El Encino, por el que lo acusan.
Una y otra vez López Obrador destacó que se requiere la reconciliación en el país, sobre todo en épocas de crisis.
Insistió que "el Estado tiene que intervenir para ayudar a la gente cuando no funciona la economía, si hay recesión económica, si no hay crecimiento económico, si no se están generando empleos, si hay pobreza".
Dijo que la función es atemperar los efectos de la crisis económica y calificó como una falta de respeto, además de que no tiene fundamento y es un sofisma, "el pretender que todo lo va a hacer el mercado, que el Estado no debe intervenir, es una idea errónea de la tecnocracia".