La Habana, (EFE).- La venezolana Alba Marina Portal Elías defendió en La Habana su derecho y el de otras mujeres a ser iniciadas como sacerdotisas del culto de Ifá o santería, una de las religiones más populares y extendidas en Cuba.
La religiosa dijo en rueda de prensa que se siente "ofendida" por la postura del Consejo de Sacerdotes Mayores (babalawos) de Ifá de Cuba y de la Asociación Cultural Yoruba de la isla, que emitieron un documento en el que se oponen a las mujeres sacerdotisas.
"No soy una improvisada, se quien soy, poco a poco fui ganando terreno, con conocimiento, por voluntad y con empeño dentro de la religión hasta que tuve el llamado de Orummila (deidad), quien da la palabra para pasar a donde estamos y tuve su bendición para estar donde estoy", afirmó.
Explicó que se inició como Iya Onifa (sacerdotisa) hace cinco meses en la ciudad de Matanzas, aunque precisó que fue consagrada como practicante de la religión afrocubana hace 20 años, en la ciudad oriental de Santiago de Cuba.
"He hecho mi vida religiosa aquí y he consagrado muchísimos ahijados, hasta 40. Soy venezolana no vivo en Cuba, cada dos meses me tienen aquí compartiendo con mis hermanos de religión y el pueblo cubano", dijo.
"Se atrevieron a decir que yo no estaba consagrada, dijeron cifras astronómicas, mentiras", subrayó.
El 11 de septiembre pasado, el Consejo de Sacerdotes Mayores de Ifá de Cuba hizo pública una declaración en la que consideraron como "una afrenta" a la religión la iniciación de una mujer como sacerdotisa.
Según los firmantes de ese documento, para ser adivino de Ifá se debe estar consagrado con la presencia de Odú, y a la mujer nunca se le ha permitido estar presente en el local donde se encuentre esa deidad.
"A mi nadie me engañó litúrgicamente. Yo estoy por voluntad propia, decidida a seguir la lucha a favor de la mujer dentro de nuestra religión que existe en al menos en 23 países del mundo, como España, México, Argentina, Puerto Rico, República Dominicana, Canadá, EU y Venezuela", apuntó.
La sacerdotisa venezolana, de 37 años, se presentó junto con las cubanas María Cuesta, Lidia Aguila, Odalys Flores y Nuria Acosta, también iniciadas como sacerdotisas de Ifá.
"Soy la primera y no veo el por qué de tanto revuelo de que se haya consagrado una Iya Onifa (sacerdotisa). Junto con mis compañeras que dentro de poco seremos tres más ya no habrá vuelta atrás", recalcó.
No obstante, señaló que todavía no puede ejercer su sacerdocio como tal porque "soy una aprendiz".
"No soy política. No tengo nada que ver con eso. Vengo aquí a hacer religión", afirmó y tampoco "soy feminista, soy femenina y defiendo la posición de la mujer en cualquier terreno donde estemos."
La santera suramericana manifestó que para ella "desde hace muchísimo tiempo la mujer ha tenido su papel protagónico a todo nivel, profesional, doméstico, siempre hemos tenido nuestro lugar y lo que nunca vamos a aceptar es retroceder".
La religión Yoruba Afrocubana o santería, que rinde culto a los orishas, se originó a partir las culturas africanas llegadas a Cuba a través de la trata de esclavos durante la colonización española en el siglo XVIII.