Servicios de Salud no hacen revisión minuciosa en pequeñas ferreteras
La drogadicción a través de la inhalación de solventes, sobre todo thinner, se encuentra solapada por la venta al menudeo incontrolada de estos productos. Algunas colonias se encuentran infestadas de personas que consumen estos productos, gracias al ineficaz control que existe por parte de los Servicios de Salud de Durango, según se pudo constatar en un recorrido que realizó esta empresa editora.
Las ferreteras grandes como Central Ferretera, de la que existe una sucursal en la Zona Centro y otra sobre el bulevar Primo de Verdad, y Ferrehogar de Durango manifestaron tener distintos sistemas de control sobre el consumo de solventes. Las ferreteras pequeñas resultan ser las menos ineficaces en cuanto al registro de la venta, pues debido a que venden pequeñas cantidades de los mismos, los SSD no mantienen una revisión minuciosa, como se registra en el caso de los medicamentos psicotrópicos.
Según lo informaron los encargados de las ferreteras en mención, Raúl Torres Solís y Olivia Villarreal Rocha, las colonias aledañas que se encuentran dentro de la jurisdicción de estos negocios, literalmente están infestadas de personas adictas al thinner, aunque a veces tratan de consumir resistol amarillo. Quienes consumen más solventes son los adultos, se observan individuos hasta de 40 años, entre hombres y mujeres, aunque los niños no se escapan, pues también tratan de conseguir esta sustancia.
Según los Centros de Integración Juvenil (CIJ), así como el Consejo Nacional Contra las Adicciones (Conadic), indican que droga no sólo se considera a los estupefacientes o fármacos, sino a cualquier sustancia que al ingresar al cuerpo por cualquier vía modifique la conducta de esta persona, a través de una inducción, por sus elementos, a nivel cerebral o del sistema nervioso central y de su consumo.
De este modo, el thinner, también considerado como una droga, es utilizado en forma lícita en su compra, pero ilícita en su consumo, resulta ser un gran problema para la población de escasos recursos, ya que en este sector se registran más casos. Las personas que mantienen otro nivel social más elevado, utilizan otro tipo de drogas de mayor costo económico.
Sólo en esta zona de la ciudad, en múltiples calles se pueden encontrar a personas inhalando thinner, como en las colonias Lucio Cabañas, 9 de Julio, 1 de Mayo, Potreros del Refugio, etcétera.
Los SSD llevan a cabo revisiones y visitas en las ferreterías. Raúl Torres confirmó que sólo en los establecimientos grandes, como el que se encuentra en la Zona Centro, el personal de los SSD sí realiza revisión minuciosa, a través de registros de libros que mantienen, pues manejan más volúmenes que en las que se encuentran en las colonias, pero no es el mismo procedimiento en los establecimientos que se encuentran sobre el bulevar Primo de Verdad.
En los establecimientos antes mencionados, indican, pueden venderse hasta 20 litros diarios de thinner, volumen que incluso deben cubrir, por el alto número de carpinteros que existen por este rumbo.
Cómo consiguen el thinner
Los encargados de las ferreterías visitadas mantienen un filtro para conocer a quién pueden vender y a quién no, pero muchas cosas escapan a su conocimiento y a su capacidad de percepción. Los drogadictos generalmente son identificados por los tenderos, motivo por el que no se les vende, sin embargo, éstos utilizan a otras personas para que les compren el producto.
Dice Olivia Villarreal, encargada de Ferrehogar, que muchas personas acuden a comprar thinner por miedo a ser agredidos por el adicto. Los adictos que intentan obtener algo de thinner pretenden comprar únicamente cinco pesos o menos para comprar sólo algo del solvente.
