Quién sabe qué maleficio carga a cuestas el secretario de Urbanismo de Obras Públicas, Jorge Viesca Martínez, ya que en todas aquellas magnas obras que edifica, los cálculos como que le fallan, pues días antes de la inauguración del Distribuidor Vial Venustiano Carranza de la capital del estado, el peralte del paso inferior también fue objeto de señalamientos. Según conductores, la curva como que los atraía al muro de contención, situación semejante a la del Distribuidor Vial Revolución, sólo que en esta obra el peralte es en uno de los pasos superiores; pero el colmo de su mala suerte se pudo observar hace un par de días cuando el paso superior del Periférico Echeverría, inaugurado con bombo y platillo por el Gobernador del estado, presentó hundimientos de considerables dimensiones. Los que gobiernan Coahuila, le endosaron la bronca a Virgilio Verduzco Echeverría, director de Obras Públicas del Ayuntamiento de Saltillo, quien, si fuéramos serios, tendría que responder a los cuestionamientos de la sociedad por el detalle. Por lo que hace a don Jorge Viesca, no le vendría mal una “limpia” con algún brujo de prestigio.
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Bastante molestos se encuentran los lerdenses con las últimas decisiones que ha tomado el alcalde Luis Fernando González Achem. La población no ve con buenos ojos que se hayan autorizado al vapor varias licencias de alcoholes, así como tampoco la negativa a pagar sus adeudos. A pesar de que asegura que dejará la casa en orden, sus acciones dicen lo contrario. A menos de cuatro días de terminar su gestión, González Achem no ha cubierto su deuda de gastos por comprobar; debe a proveedores y a la CFE, argumentando que no hay dinero, pero en la última semana inesperadamente aparecieron unas macetitas en el bulevar Miguel Alemán y los ciudadanos se preguntan por qué hacer obras ornamentales cuando ya se hacen las maletas dejando cuentas pendientes. “La que venga, que arre”.
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Nos informan nuestros subagentes en Lerdo, que desde hace varios días, en la síntesis informativa que se entrega en la sala de regidores, no aparecen las notas que se publican en El Siglo de Torreón. Algunos ediles, en un principio, solicitaron una explicación al respecto, pero simplemente fueron ignorados. Y es que según los regidores, el alcalde Luis Fernando González Achem, no quiere que lean las notas de El Siglo de Torreón porque no son de su agrado y menos los días en que se publican las encuestas en donde la ciudadanía lo reprueba por su desempeño al frente de la administración. En fin, los regidores han tenido que comprarse el periódico, (lo que se agradece) ante la falta de disposición por parte de Comunicación Social de incluir las notas de este diario en su síntesis informativa. También por los pasillos de Lerdo nos enteramos que González Achem aprovecha sus últimos días en la Presidencia para organizar comidas. Ya tuvo hace tiempo una con regidores, hoy le tocará compartir la sal y la pimienta con los reporteros de la fuente. ¿Quién paga?
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En Francisco I. Madero siguen las inconformidades entre los regidores, pues en la sesión de Cabildo donde se trató la concesión de la Feria Municipal, hubo cuatro propuestas: Que la manejara alguna de las organizaciones no gubernamentales o diversos particulares: El señor Alfonso Aranzábal que ofreció ciento diez mil pesos por la licencia; un empresario de Delicias, que propuso ciento cincuenta mil y uno de Aguascalientes con ciento ochenta mil. Lo curioso es que la mayoría de los ediles no se inclinó por la propuesta económicamente más interesante, sino por la de Aranzábal. Los regidores que votaron por las otras opciones sospechan que el empresario no es más que un prestanombres del alcalde José Luis Marrufo Álvarez, pues la feria se realiza precisamente en la planta despepitadora del Alcalde y el año pasado, que casualmente también ganó la concesión Aranzábal, el que fungía como organizador era el hijo del presidente municipal, Juan Antonio Marrufo López. Los ediles no descartan la posibilidad de que la cantidad de Alfonso Aranzábal haya sido la más baja porque hubo además “pagos” por votos a sus compañeros regidores que lo aprobaron, pues uno de los funcionarios dijo que recibió una propuesta por diez mil pesos para que estuviera “de acuerdo”. Por cierto la regidora Margarita Gracia Tostado llevó un escrito al Congreso del estado para denunciar las irregularidades en cuanto a la aprobación de las cuentas públicas del primero y segundo trimestres. La intención es que la diputada Karla Samperio, proponga un punto de acuerdo en el Congreso. La edil visitó Saltillo en compañía de diversos regidores priistas, que se negaron a proporcionar información y se entrevistaron con el diputado que preside la comisión de Hacienda y Cuentas Públicas, Jesús Mario Flores Garza. Y es que ninguna de las cuentas públicas de Madero ha sido aprobada, ni las dos de este año ni las de 2003, manifestó Gracia Tostado.
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Dicen los grillos que viven en los cafés y todo lo saben, que Paco Dávila está pensando seriamente en regresar a las filas del PRI después de su desafortunado paso por el PRD. Cuentan que si logra el perdón del tricolor, se pondrá a trabajar duro a favor de los candidatos a la alcaldía de Torreón y la gubernatura de Coahuila que los de arribota de ese partido designen como candidatos. De hecho se rumorea que ya se encuentra organizando algunas reuniones a favor de ciertos aspirinos que empiezan a calentar motores y a visitar la Basílica de Guadalupe.
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Dicen los que saben, que son cinco aviadores los que el flamante y bien peinado presidente del Instituto Estatal de la Vivienda, Carlos Román Cepeda, tiene ya cobrando sin trabajar en la dependencia. Uno de ellos es Fernando Martínez Casas, alias “El Nando”; otro es Gerardo Hernández, conocido como “El Danubio”; el tercero es Alejandro Luna, que era su secre particular y la cuarta es Enriqueta Jardón que estuvo trabajando en el DIF con Margarita Lascuráin y Maurilio Gálvez Narro. Si es cierto, que los saque antes de que se ponga la cosa fea y si no, que haga las aclaraciones pertinentes porque la mujer del César, además de ser decente, debe parecerlo.
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Parece ser que el gobernador del estado, Enrique Martínez, está de vacaciones y le cedió los bártulos a don Javier Guerrero, secretario de Finanzas. Por ello don Javier fue el encargado de inaugurar la Feria Industrial Comercial y Ganadera de Torreón en lugar de su patrón el Gobe. También asiste a cuanta reunión se ofrece, entre ellas una con dignatarios de la Iglesia; igualmente aprovechó para coronar a la soberana del Club Rotario de Torreón. Nada tendría de raro esto si no fuera porque dicen don Javier anda que se las pela por ocupar la silla que dejará don Quique y los grillos se preguntan si el haberlo dejado éste de “Vice Gobe” por unos días, significa que le está dando calor para cuando llegue el momento de la verdad señalarlo con su dedo.
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El próximo martes el rector de la Universidad Autónoma de Coahuila, Jesús Ochoa, rendirá su tercero y último informe de actividades. Acto seguido presentará su renuncia para buscar la reelección en ese cargo. Pero aunque es obvio que don Jesús cuenta con todo el apoyo del aparato interno de la Universidad y desde luego con la bendición del gober Enrique Martínez, ya le saltó al frente un temerario candidato en la persona de Rafael Argüello Astorga, quien fungía hasta hace un par de días como coordinador de Posgrado e Investigación. Don Rafael abrió el fuego sin misericordia contra el Rector, no obstante que éste lo nombró hace tres años en el cargo que Argüello ocupaba hasta que se le puso al brinco a Ochoa, por lo que quienes conocen la Universidad sostienen que no se vale quedarse callado tres años, cobrando en la sagrada nómina para salir en el último momento con que no está de acuerdo con lo que se está haciendo en la UA de C. La deslealtad es uno de los pecados más feos en los que se puede incurrir en política, por lo que la pretensión de Argüello es vista con mucha desconfianza por los universitarios, pues si eso le hace a quien le tendió la mano, hay quienes se preguntan si estaría en verdad dispuesto a respetar los pactos que haga con miras a lograr su propósito de ser Rector. Sin embargo, no faltarán los que le hagan segunda al ex coordinador de posgrado aún a riesgo de que corran la misma suerte que él de quedar fuera de la Universidad, una vez que Ochoa regrese a la silla como Rector reelecto.
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En lugar de que el director de Obras Públicas el Municipio de Torreón, Gerardo Berlanga Gotés, esté buscando “la paja en el ojo ajeno, debería ver la viga en el propio”. Esto viene a colación porque últimamente se ha preocupado en exceso por las Tercerías y demás problemas que ha generado el DVR, pero ha descuidado su trabajo en el Municipio, que finalmente es a quien debe rendir cuentas porque es la ciudadanía quien paga su sueldo. Como ejemplos, muchos: el bulevar Independencia nunca ha quedado bien; continúan los hundimientos, en la calzada Ávila Camacho desde la calzada Abastos hasta Cuatro Caminos haciéndose cada día más profundos. En la calzada Sarabia, donde empieza la curva del Aeropuerto, cada vez que llueve se hunde el pavimento por la mala compactación. Se le ha cuestionado al respecto y sólo se ha limitado a contestar: “Eso le corresponde a Simas” o “aquello le corresponde a Desarrollo Urbano”. La cuestión es que si los demás departamentos municipales son los responsables, lo correcto sería desaparecer el de Obras Públicas y con la baja de su sueldo, quizá entonces podría ocuparse esta cantidad en las obras que nunca se ha dado a la tarea ni de supervisar mucho menos a realizar.
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Sorpresa vergonzosa se llevó esta semana el primer regidor del Ayuntamiento de Torreón, René Nahle, pues al hacer un recorrido con una comisión de regidores para revisar obras del Copladem no fue posible localizar una de ellas aunque contaban con el domicilio y croquis de su supuesta ubicación. Pero las cosas no pararon ahí, porque al ubicar la ampliación de la red de agua potable, en el Ejido La Joya, de cuatrocientos metros lineales, descubrieron que no existen beneficiarios de la dichosa obra ya que en el sitio de la misma sólo se encuentran tres casas deshabitadas en proceso de construcción y al decir de algunos vecinos a los que les preguntaron por los dueños, les manifestaron que éstos viven en Estados Unidos. ¿Cómo es posible que se equivoquen de esa manera los del Copladem, si se supone que los beneficiarios cubren el veinte por ciento de cada obra que realiza ese Consejo? ¿Será acaso que con esa obra se pretendió darle plusvalía a los terrenos de algún amigo de los que integran ese órgano municipal? El alcalde Guillermo Anaya debería revisar este asunto porque o hay ineficiencia o hay corrupción entre algunos de sus colaboradores.
