Algunos lo recuerdan como el primero que increpó al presidente de la República en un informe de Gobierno. En Bruselas se acuerdan de él por las majestuosas fiestas que realizaba cuando era embajador de México en la Unión Europea. Sin embargo son más quienes lo recuerdan como “El rey del trapecio”. Estamos hablando de Porfirio Muñoz Ledo, quien primero militó en el PRI, después en el PRD y al último se unió al equipo de trabajo de Vicente Fox; de ahí que sea un hombre que se sabe manejar bien en el alambre y caer de pie. Ya sea de centro, izquierda o de derecha, Muñoz Ledo siempre está firmando en la sagrada nómina y ahora deja huella en La Laguna por sus arrebatos de arrogancia intelectual. Dice que no es adivino pero da recetas de lo que se debe hacer... En fin, con esta clase política nos tocó lidiar.
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Las tarjetas inteligentes para los parquímetros, sencillamente no aparecen por ningún lado. Aunque con bombo y platillo se anunció la instalación de estos aparatos en la ciudad, que funcionarían a base de tarjeta y/o monedas, a razón de cuatro pesos la hora, hasta ahora sólo consumen moneditas y por cierto, se quedan con las de cinco pesos, porque no dan feria. Y es que ni la Dirección de Finanzas y tampoco Servicios Generales han sabido precisar cuándo y dónde podremos tener estas tarjetas que mediante el sistema de prepago, ahorran tiempo y molestias a los conductores, ya que no es fácil traer los cuatro pesitos y por lo general se le mete la moneda de cinco o la de diez cuando las necesidades de estacionamiento son de dos horas. A ver hasta cuándo. Por lo pronto han aparecido como “moscas” los cuidadores de carros, por cierto afiliados a la CTM y que se acomiden a ponerle al parquímetro y al rato lo recuperan con una propinita, de parte de los apresurados conductores.
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Y hablando de críticas, el que se debería poner a analizar las declaraciones que tan seguido externa es el director de Obras Públicas, Gerardo Berlanga Gotés, esto en cuanto a ver las fallas del DVR y no ver los muchos problemas que existen en su propio Municipio. Debiera aplicar el poder de autocrítica y trabajar en reparar lo que le corresponde, como son los casos de bulevar Constitución entre calzada Abastos y Montevideo que tres veces lo han reparado y no lo han dejado bien; o los hundimientos que se pueden apreciar en Diagonal Reforma, en Ávila Camacho a partir de calzada Las Palmas y hasta Cuatro Caminos, los fraccionamientos que a la fecha Obras Públicas no se responsabiliza de pavimentar argumentado que no le corresponde al Municipio sino a las diferentes constructoras, entre otras Satélite de La Laguna. La pregunta que se le hace es: ¿A quién se hará responsable de estas fallas, a él, a las constructoras o a San Pedro por mandar lluvias inmoderadas y con esto “dar al traste con los buenos trabajos de tan eficiente funcionario”?
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Uno de nuestros subagentes, un tanto nostálgico por la historia lagunera, se fue de paseo por algunos de los museos que hay en Torreón y no daba crédito ante el desagradable espectáculo que contempló. Y no es para menos, ya que por ejemplo, el Museo del Ferrocarril se está cayendo a pedazos por la invasión de la termita, resultado de que hace más de cinco años que no se fumiga y este espacio cultural es totalmente de madera, de manera que a todos quienes gustan de estos recintos, se les recomienda que vayan a visitarlo antes de que sólo queden virutas. Y otro caso no menos lamentable es el del hermoso chalet de Federico Wulff, hoy “Casa del Cerro”; está igualmente por la calle de la amargura, ya que las alimañas propias del cerro, las termitas y otros bichos han encontrado ahí un cómodo hogar. Por lo visto no hay nadie que pueda sacar a estos animalitos a menos que se efectúe una superfumigación. Esperamos que el director de Cultura y el propio tesorero aprueben el gasto necesario para ello, de lo contrario se evidenciará de nueva cuenta que al Gobierno Municipal poco le importa la cultura y los esfuerzos realizados por quienes fundaron e hicieron esos museos para darle categoría a nuestra ciudad.
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Bien dice el refrán: “El que a hierro mata, a hierro muere”. Ahora René Quiñones Torres, oficial mayor, recibió un extrañamiento por parte de la Contraloría Municipal, por enviar a trabajadores del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Lerdo (Sapal) y de la Dirección del Medio Ambiente, a arreglar su vivienda. Hace semanas, René Quiñones envió decenas de extrañamientos a los integrantes del Sindicato de Trabajadores del Ayuntamiento de Lerdo, pues según él, en sus horas de labores se dedicaban a litigar o arreglar asuntos relacionados con la asociación. Quién diría que el funcionario no sólo distrae de sus ocupaciones a los empleados de otra dependencia, sino que los envía a su casa para que se la arreglen.
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Los funcionarios del Ayuntamiento de Lerdo no han tenido mucha oportunidad de figurar en los medios de comunicación; de hecho algunos son prácticamente desconocidos para la ciudadanía. Y es que a doña Rosario le da por declarar sobre todos los asuntos del municipio: sindicato, vialidad, seguridad pública, medio ambiente y demás. No se puede negar que la Alcaldesa está enterada de todos los problemas y proyectos del ayuntamiento, pero luego da su punto de vista sobre un tema y cuando la prensa cuestiona a los funcionarios correspondientes, éstos no saben nada, e incluso han caído en contradicciones sobre algunos puntos, tal y como sucedió al principio de la administración, pues mientras el tesorero municipal, Guillermo Rodríguez, decía que sí había dinero para pagar la nómina y el combustible del primer mes, la Alcaldesa aseguraba que tenía que pedir prestado porque Luis Fernando González Achem, ex presidente municipal, no había dejado ni un peso y como éste ha habido más casos. Tal vez sería conveniente que los funcionarios actuales opinaran más sobre los asuntos que le competen a cada una de sus dependencias.
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En los pasillos de la Subprocuraduría de Justicia causó asombro y hasta pena ajena, la serie declaraciones de la alcaldesa Rosario Castro Lozano, que sentada en su imaginario trono, piensa que tiene facultades especiales para decidir sobre la actuación de los “plebeyos” agentes del Ministerio Público, que osaron darle una dosis de “ubicatex” a la ex legisladora. En su afán protagónico, doña Rosario vuelve arremeter contra los agentes del Ministerio Público y presenta lagunas en sus declaraciones, al hablar de los representantes sociales como si todos fueran varones, sin considerar que los puntuales señalamientos fueron hechos por sus colegas de profesión y género. Para los funcionarios públicos es bien sabida la postura protagónica de doña Rosario, quien en campaña siempre aseguró que la violencia familiar sería un delito grave y ahora un ataque de amnesia la hizo olvidar que constitucionalmente, todos los inculpados tienen derecho a la libertad bajo fianza si el delito no es grave, además de omitir u olvidar que no es significativo el número de detenidos en “flagrancia”, que son enviados al Ministerio Público del Fuero Común.
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Durante la realización del Simposio estudiantil sobre el uso del agua y transferencias al acuífero, de nueva cuenta se abordó el aún polémico tema del proyecto de las dos presas del río Aguanaval. El alcalde de San Juan de Guadalupe, Durango, Efraín Padilla Flores, afirma que la presa El Tigre es la única esperanza que tienen para subsistir, toda vez que es uno de los municipios más pobres de Durango, pues no hay ni una fuente de empleo y le emigración continúa. El gobernador duranguense, Ismael Hernández Deras, así como el director de la Comisión Nacional del Agua, Cristóbal Jaime Jáquez, están de acuerdo en su construcción y de acuerdo a lo declarado por Enrique Salinas Aguilera, secretario de Fomento Agropecuario de Coahuila, el gobernador Enrique Martínez ve con buenos ojos la del Cañón de la Cabeza, de tal suerte que existe la posibilidad latente que en 2005 comiencen los trabajos de ambas presas.
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En Francisco I. Madero los regaños de la primera dama, Altagracia López de Marrufo, continúan. Resulta que la esposa del alcalde ya no sólo grita y maltrata a regidores, síndicos y demás funcionarios del Ayuntamiento, sino que recientemente su autoridad alcanzó también al administrador del Rastro Municipal, Jesús Hernández Murillo y hasta al director, comandante operativo y demás agentes de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM). Y es que dicen por ahí que a la primera dama le molesta mucho que hablen mal de su esposo y si es por “culpa” de alguien más, peor aún. Los miembros del Cabildo han pedido de la manera más atenta al presidente municipal, José Luis Marrufo Álvarez, que controle a su señora, pero el edil sólo dice que “ya la conocen”. A lo mejor es que prefiere seguir viviendo.
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