Como si no les bastara con los escándalos de corrupción en la capirucha protagonizados por ?distinguidos? miembros del Partido de la Revolución Democrática, los perredistas de Coahuila se trenzaron a golpes durante la asamblea de consejeros estatales en la cual pretendían remover a los dirigentes del comité directivo José Guadalupe Céspedes y José Mona Castro. De los golpes pasaron a acciones mayores y no faltaron los que hicieron uso de navajas y palos con los que lesionaron (aunque por suerte levemente) a sus adversarios. Como en todos estos casos en el fondo subyace una disputa por el poder estatal en la que se ven envueltos miembros del PRD que quieren posesionarse del comité con miras a los procesos electorales del año entrante. Entre esos miembros destacan los ya mencionados y las diputadas locales Mary Thelma Guajardo y Beatriz Granillo, así como Esperanza Olguín, Francisco Dávila y otros más que sostienen entre sí una lucha sorda que en esta ocasión salió a la luz pública por los hechos violentos comentados. Con todos estos escándalos nacionales y locales, si en las últimas elecciones en Coahuila el PRD cayó hasta el cuarto lugar en las preferencias electorales, superado incluso por el Partido Verde, no sería extraño que el año próximo se fuera hasta el final de la lista. Y todo por las ambiciones de unos cuantos que conciben a la política como un modus vivendi.
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Nuestros subagentes matamorenses nos informan que durante la ceremonia de inauguración del edificio de la Agencia de Investigación del Ministerio Público y Comandancia de la Policía Ministerial, se dieron cita diversos funcionarios que nada tenían que hacer por aquellos rumbos. Tal es el caso del presidente municipal de Francisco I. Madero, José Luis Marrufo Álvarez, quien únicamente fue a buscar un espacio junto al gobernador de Coahuila, Enrique Martínez y Martínez, sin conseguirlo. Y cuando el Gobernador dirigió algunas palabras a la población, fue presentando a cada miembro del presidium, pero al llegar al alcalde maderense se le quedó mirando unos segundos y dijo: ?y funcionarios presentes?. Como es costumbre de Marrufo Álvarez, en cuanto vio a los reporteros que cubrían el evento, se ocultó detrás del secretario del Ayuntamiento. Don Luis se ha esforzado tanto en no conceder entrevistas, que ha logrado ser no reconocido y tener poca proyección hacia el Municipio que representa, que tanta falta le hace.
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En el mismo Matamoros, el gobernador Enrique Martínez hizo un llamado al diálogo y no quiso hablar sobre la problemática que se vive en el Ayuntamiento, ni de la posible auditoría o el escrito que le entregaron los ex alcaldes, donde le solicitaron una audiencia para abordar la grave situación política y administrativa que atañe al Municipio, pero no pudo ocultar su asombro cuando el primer regidor del PRI, Héctor Luna Ibarra, le dijo que once de los quince regidores estaban en contra de la forma en que se conduce el alcalde Felipe Medina Cervantes.
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Y la política en Lerdo sigue dando de qué hablar. Nuestros informantes nos comentan de la airada discusión que sostuvo la fracción de regidores del PRI con la alcaldesa Rosario Castro Lozano y algunos ediles panistas. La relación entre ambos bandos ya era de por sí difícil, pero la gota que derramó el vaso fue la crítica que hicieron en declaraciones a El Siglo de Torreón los ediles de oposición al programa ?Miércoles de Todos?. La Alcaldesa dice que ya van doce declaraciones desafortunadas de Carlos Rodríguez Fernández, presidente de la fracción del PRI. Esperemos que a Rosario Castro no le dé por contar las notas de El Siglo de Torreón que señalan algunos errores de la administración, tal y como lo hiciera Luis Fernando González Achem, ex presidente municipal, quien juraba que llevaba un conteo de las declaraciones que en su contra realizaba la fracción del PAN en su gestión. La discusión en la sesión de cabildo de ayer llegó a tal punto, que doña Chayo retó a Rodríguez Fernández a promover un juicio político en su contra y que aportara las pruebas de que los recursos del Municipio se desvían para fortalecer a los panistas.
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Pero los problemas para la Alcaldesa no terminan ahí. El Sindicato de Trabajadores del Ayuntamiento de Lerdo ya sostuvo una reunión en la Junta de Conciliación y Arbitraje en el Estado de Durango para exigir el reconocimiento de la asociación por parte de las autoridades municipales. En la reunión estuvo presente Pascual Moreno Méndez, asesor jurídico, quien según Luis Rodríguez Reyes, secretario general del sindicato, manifestó que la Alcaldesa no quiere diálogo y que como empleado no la puede obligar a entablar una negociación con la asociación. Rodríguez Reyes insiste en que el sindicato no está desaparecido como lo quieren hacer creer las autoridades y que ya no permanecen en los pasillos de la Presidencia por el hostigamiento del que son objeto los ex trabajadores, pero que en cuanto sea necesario realizar cualquier acción para defender sus derechos, se volverán a reunir.
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De nueva cuenta se desató la polémica por la construcción de las presas sobre el río Aguanaval, generada ahora por la información publicada en Internet en la página de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en la que menciona que la presa ?Cañón de la Cabeza? es almacenadora. La Comisión Nacional del Agua aclaró que así estaba el proyecto original, pero se modificó para quedar como reguladora y de control de avenidas. El problema es que los laguneros ya están escépticos por tantos comentarios y por la falta oportuna de información de parte de la CNA y ya no saben qué creer. El asunto está ?cañón?.
Con todos estos escándalos nacionales y locales, si en las últimas elecciones en Coahuila el PRD cayó hasta el cuarto lugar en las preferencias electorales, superado incluso por el Partido Verde, no sería extraño que el año próximo se fuera hasta el final de la lista. Y todo por las ambiciones de unos cuantos que conciben a la política como un modus vivendi.
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Nuestros subagentes matamorenses nos informan que durante la ceremonia de inauguración del edificio de la Agencia de Investigación del Ministerio Público y Comandancia de la Policía Ministerial, se dieron cita diversos funcionarios que nada tenían que hacer por aquellos rumbos. Tal es el caso del presidente municipal de Francisco I. Madero, José Luis Marrufo Álvarez, quien únicamente fue a buscar un espacio junto al gobernador de Coahuila, Enrique Martínez y Martínez, sin conseguirlo. Y cuando el Gobernador dirigió algunas palabras a la población, fue presentando a cada miembro del presidium, pero al llegar al alcalde maderense se le quedó mirando unos segundos y dijo: ?y funcionarios presentes?. Como es costumbre de Marrufo Álvarez, en cuanto vio a los reporteros que cubrían el evento, se ocultó detrás del secretario del Ayuntamiento. Don Luis se ha esforzado tanto en no conceder entrevistas, que ha logrado ser no reconocido y tener poca proyección hacia el Municipio que representa, que tanta falta le hace.
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En el mismo Matamoros, el gobernador Enrique Martínez hizo un llamado al diálogo y no quiso hablar sobre la problemática que se vive en el Ayuntamiento, ni de la posible auditoría o el escrito que le entregaron los ex alcaldes, donde le solicitaron una audiencia para abordar la grave situación política y administrativa que atañe al Municipio, pero no pudo ocultar su asombro cuando el primer regidor del PRI, Héctor Luna Ibarra, le dijo que once de los quince regidores estaban en contra de la forma en que se conduce el alcalde Felipe Medina Cervantes.
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Y la política en Lerdo sigue dando de qué hablar. Nuestros informantes nos comentan de la airada discusión que sostuvo la fracción de regidores del PRI con la alcaldesa Rosario Castro Lozano y algunos ediles panistas. La relación entre ambos bandos ya era de por sí difícil, pero la gota que derramó el vaso fue la crítica que hicieron en declaraciones a El Siglo de Torreón los ediles de oposición al programa ?Miércoles de Todos?. La Alcaldesa dice que ya van doce declaraciones desafortunadas de Carlos Rodríguez Fernández, presidente de la fracción del PRI. Esperemos que a Rosario Castro no le dé por contar las notas de El Siglo de Torreón que señalan algunos errores de la administración, tal y como lo hiciera Luis Fernando González Achem, ex presidente municipal, quien juraba que llevaba un conteo de las declaraciones que en su contra realizaba la fracción del PAN en su gestión. La discusión en la sesión de cabildo de ayer llegó a tal punto, que doña Chayo retó a Rodríguez Fernández a promover un juicio político en su contra y que aportara las pruebas de que los recursos del Municipio se desvían para fortalecer a los panistas.
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Pero los problemas para la Alcaldesa no terminan ahí. El Sindicato de Trabajadores del Ayuntamiento de Lerdo ya sostuvo una reunión en la Junta de Conciliación y Arbitraje en el Estado de Durango para exigir el reconocimiento de la asociación por parte de las autoridades municipales. En la reunión estuvo presente Pascual Moreno Méndez, asesor jurídico, quien según Luis Rodríguez Reyes, secretario general del sindicato, manifestó que la Alcaldesa no quiere diálogo y que como empleado no la puede obligar a entablar una negociación con la asociación. Rodríguez Reyes insiste en que el sindicato no está desaparecido como lo quieren hacer creer las autoridades y que ya no permanecen en los pasillos de la Presidencia por el hostigamiento del que son objeto los ex trabajadores, pero que en cuanto sea necesario realizar cualquier acción para defender sus derechos, se volverán a reunir.
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De nueva cuenta se desató la polémica por la construcción de las presas sobre el río Aguanaval, generada ahora por la información publicada en Internet en la página de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en la que menciona que la presa ?Cañón de la Cabeza? es almacenadora. La Comisión Nacional del Agua aclaró que así estaba el proyecto original, pero se modificó para quedar como reguladora y de control de avenidas. El problema es que los laguneros ya están escépticos por tantos comentarios y por la falta oportuna de información de parte de la CNA y ya no saben qué creer. El asunto está ?cañón?.
