Se fue el mes de enero y no hubo cambios ni designaciones de funcionarios en la administración que comanda Enrique Martínez. Fue el propio Gobernador quien en noviembre pasado dejó entrever la posibilidad de realizar movimientos en su equipo, sobre todo tomando en cuenta que algunas subsecretarías y direcciones se encuentran desde hace meses sin timonel y aunque algunos digan que ni falta hacen, la realidad es que los buenos capitanes (cuando los hay) contribuyen a la eficiencia y levantan el perfil de la administración. A estas alturas cabría preguntarse si realmente el gobe don Quique tiene interés en dar una apretada de tuercas ventilando su administración con nuevos aires para fortalecer los dos años que le quedan. Hay quienes piensan que estas cosas de cambios y nombramientos son “pecata minuta” en el ánimo del Gobernador, pues a estas alturas anda más ocupado en hacer realidad su sueño presidencial que en arreglar las fallas de la “casa”. Ojalá que en su afán de dedicarse a resaltar su imagen y a poner “cáscaras de plátano” en el camino de otros que también sueñan, no descuide la administración de Coahuila porque sería lamentable que al terminar se quedara “sin Juan y sin las gallinas” y con remordimientos de conciencia.
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Las organizaciones, o más bien dicho desorganizaciones del Transporte Público de Autobuses en Torreón continúan sin demostrar su capacidad para modernizar este importante servicio público, mismo que se sigue manejando a la antigüita, presionando a las autoridades municipales para que les concedan aumento a las tarifas sin darle nada a cambio al sufrido y estoico público usuario. Para fortuna de los torreonenses, la administración del alcalde Guillermo Anaya no ha cedido ante las presiones del anquilosado “Pulpo Camionero”. Recientemente el secretario del Ayuntamiento, Alfonso Tafoya, les “leyó la cartilla” a los concesionarios señalándoles con precisión los puntos que tendrían que cumplir para que el municipio considerara un incremento a las tarifas; de estos puntos el más importante es el apoyo al proyecto de reestructuración de rutas. En virtud de que la autoridad municipal ha sido firme en no conceder los aumentos, ahora los autobuseros pretenden (ingenuamente) que se modifique la Ley Estatal del Transporte para que el estado retome el control y así poder seguir haciendo de las suyas sin entrarle a la reestructuración a fondo.
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Comentan que la unidad priista se rompió en Gómez Palacio. En los círculos políticos de Durango se rumorea que el cacareado apoyo de Carlos Herrera al candidato a gobernador Ismael Hernández Deras, es comedia del pasado. De hecho el grupo político del empresario amenaza con realizar hoy una marcha por las principales calles de esa ciudad hermana. De ser cierto este divorcio, se pondrían las cosas muy tensas en el PRI de Durango, pues la división de posiciones se convertirá en una verdadera rebatinga y uno de los perjudicados sería Octaviano Rendón, quien podría no realizar su sueño de llegar a la alcaldía, ya que de todos es conocido que don Octaviano es “carta” de Herrera, pero aún no recibe el “palomazo” del mero bueno, en este caso Ismael Hernández y mientras más alboroto se haga impugnando la elección que le dio el triunfo, mayor será la división del PRI en la entidad y a lo mejor don Ismael se la cobra a nombre propio y del gobe don Ángel Sergio por andarle alborotando la gallera del municipio más importante de Durango.
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Siguiendo por los terrenos de la vecina Gómez Palacio, al que de plano “se lo tragó la tierra” es a Francisco Torres Larriva, subdirector de Transporte en el estado. El funcionario estatal permanece ausente de su oficina desde el inicio de la semana. Su desaparición engorda los rumores anticipados de su inminente renuncia al cargo, que dicen le ha traído muchos problemas y presiones emocionales, como la del viernes 23 de enero donde un grupo de embravecidos taxistas “piratas” le reclamaban un diálogo-solución y ante las amenazas y derrama de insultos, el jefazo optó por, siguiendo el sabio consejo de: “más vale decir aquí corrió que aquí murió”, suspender los operativos durante el fin de semana. El último testimonio de la “desaparición” del titular del Transporte, se detectó al no encabezar la presencia de la Dirección a su cargo en la manifestación de taxistas (legales y “piratas”) de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP) de Lerdo. El “paquete” corrió a cargo del comandante Humberto Madrid, segundo de a bordo de Torres Larriva, así como tres inspectores más que dieron la cara a los manifestantes. Muchos se preguntan si don Francisco tomó vacaciones forzadas o de plano ya les tiró el arpa. Pronto habrá de saberse.
