Verdades y Rumores
El gobe de Coahuila Enrique Martínez ha sido claro en su intención de participar por la candidatura a la Presidencia de la República, comentándose entre los grillos que tiene razón al exigir que el jefazo nacional del PRI Roberto Madrazo defina públicamente si quiere participar como candidato y de ser así renuncie a la presidencia del tricolor, porque no se vale actuar como juez y parte. De todo este circo que se está orquestando, resulta notorio que el gobe don “Quique” haya iniciado su pre-campaña buscando levantar imagen a nivel nacional; comentándose que próximamente asistirá al “show” televisivo que dirige Adal Ramones, el que obviamente ha de salir muy carito, por lo que numerosos coahuilenses se preguntan si el programa en cuestión así como los demás actos de la pre-campaña se pagan con dineritos de los bolsillos del Gobe o se cargan al erario público con el pretexto de difundir la imagen del Estado a lo largo del país. Sería conveniente que el Gobernador aclarara lo anterior, porque ciertamente tiene derecho de aspirar al cargo que él quiera, pero no con dineros del pueblo.
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Siguiendo por terrenos de las grillas nacionales, recientemente se hizo notorio que en el “cónclave” de Gobernadores priistas celebrado en el rancho “El Alacrán”, los asistentes hicieron valer su peso político imponiéndose a Madrazo, quien en ese momento se vio obligado a aceptar la integración de una la “comisión especial” (que definirá las reglas para elegir al candidato a ocupar el sillón presidencial); la misma quedaría definida el próximo cuatro de marzo y no como sugería Madrazo que fuera hasta el año entrante. Todo parecía color de rosa para los Gobernadores, sin embargo a los dos días el chapucero jerarca del tricolor, tal vez temeroso de que los Gobernadores le pudieran meter un gol, instruyó a su incondicional David Penchyna (secretario del Consejo Político) para que declarara que el cuatro de marzo no se definirían los integrantes de la citada comisión, que “sólo sería una reunión más para seguir discutiendo el tema”. Los que de estas grillas saben, dicen que así se las gasta Madrazo y que por estas razones Enrique Martínez no asistió a la reunión celebrada en “El Alacrán”; inclusive el Gobe en franca alusión y ruptura con Madrazo, al que llama “su amigo”, recientemente declaró que “un grupo de priistas pretende tener al comité nacional o al partido como rehén para sus planes y ambiciones personales”. Como se puede ver la desunión en el tricolor está creciendo y eso que el caldero polaco nacional apenas se está calentando.
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Por cierto muy amable se aprecia últimamente al gobernador Enrique Martínez, no sólo con los reporteros de los diferentes medios de comunicación a quienes saluda de mano a todos por igual, lo mismo hace con sacerdotes, obispos, amas de casa, trabajadores y demás, retratándose con “Doña Juanita, Doña Chencha y Doña Petra”, además ya no se enoja cuando le entregan sobres amarillos con peticiones y reclamaciones, ahora las atiende con más paciencia y él mismo las remite con su secretario de giras dándole instrucciones para resolverlas. Qué bueno que por realizar su sueño dorado ahora está más atento y sin hacer corajillos. ¿Será?
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Pugnas y conflictos se avizoran hacia el interior del PRI en el Comité Municipal de Torreón con la gran cantidad de “aspirantes” a suceder al secretario general Marco Antonio Mora Varela, quien funge como interino pues su tiempo estatutario se le venció en abril del año pasado. Los calefactos empiezan a aparecer, por un lado el “madracista” José Bracho, por otro Lucrecia Martínez y Miguel Riquelme Solís, actual titular de Desarrollo Social en la Región; además de los “gallitos” Salvador Hernández Vélez y el “mapache” Demetrio Zúñiga, ambos incondicionales del secretario de Gobierno Raúl Sifuentes Guerrero. Estas personas que al decir de Marco Antonio Mora Varela “se adelantaron porque no ha surgido ninguna convocatoria”, comentándose que ninguno de los mencionados parece agradarle al viejo líder de la CTM Leobardo Flores Ávila, quien de entrada los descalificó, sugiriendo al partido que sólo reciba postulaciones de personas representativas de organizaciones o sindicatos y que tengan militancia. La realidad es que será el Gobernador el que diga la última palabra.
