El representante del Gobierno de Coahuila en esta Comarca, Gustavo Muñoz, calificó de “negligentes e insensibles” a funcionarios que dependen del secretario de Obras Públicas, Jorge Viesca Martínez con relación al uso de la fuerza pública en contra de los vecinos que protestaban por la falta de acceso a sus colonias, originado por la construcción del paso elevado de la calzada Cuauhtémoc. Tiene razón don Gustavo al señalar que el diálogo no se debió haber roto con los afectados por la vialidad y que bajo ninguna circunstancia se debió utilizar la fuerza pública. Es obvio que los calificativos de negligente e insensible le alcanzan también a Viesca Martínez, pues según dicen fue quien solicitó el apoyo al alcalde Guillermo Anaya para despejar con la policía el citado bloqueo. Lo curioso de todo esto es que Jorge Viesca ya se sueña como próximo Alcalde de Torreón, denotando con esta actitud represiva la poca capacidad negociadora ante problemas que son el diario vivir de la comunidad. ¿Realmente podría con el cargo?
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Dicen que el alcalde Guillermo Anaya cada vez que transita por el bulevar Independencia, voltea hacia arriba para ver las palmas que apresuradamente sembraron en el camellón central y ante lo secas que se observan, “cruza los deditos” pidiendo a San Judas el milagrito para que reverdezcan. Ciertamente don Memo debe estar preocupado porque la inversión de adquirir y sembrar 140 palmas debió haber sido costosa y a estas alturas no cabría salir con el cuento chino de que se secaron. Ojalá que los “técnicos” que las sembraron no sean los mismos que “talaron” sin moderación los árboles de la calzada Colón; acción que por ser excesiva fue criticada por numerosos torreonenses.
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Entre grillos se comenta que el PRI de Torreón está urgido de cambios en sus cuadros directivos; que su actual titular Marco Antonio Mora Varela se muestra cansadón y sólo se dedica a dar bolita, los segundos de abordo tienen bloqueado el acceso a nuevos liderazgos, no hay apertura ni proyectos políticos para estimular y acrecentar sus militantes. Se dice que próximamente habrá cambios, desde la secretaría de Gobierno en Saltillo se dejan correr nombres y se descalifican otros, pero en el fondo no se tiene la intención de cambiar, sino solamente designar un nuevo mandamás en la persona de algún otro personaje anodino sometido a los intereses del secretario Sifuentes. Con esta cerrada actitud el tricolor en Torreón se dispone a dar la pelea en las contiendas electorales que se avecinan.
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Sigue desatada la polémica en torno a la construcción de las presas “El Tigre” y “Cañón de la Cabeza”, en el río Aguanaval, a grado tal que el gerente de la Comisión Nacional del Agua, Miguel Ángel Jurado, declaró que si los laguneros “no las quieren, no se hará nada”, pero quedará el precedente; también destacó que el Gobierno Federal pretende terminar en forma definitiva con el añejo problema de las inundaciones en algunos poblados, como Congregación Hidalgo, Matamoros, cuya población ha tenido que ser evacuada y decenas de casas reconstruidas. El citado funcionario enfatizó que la presa “Cañón de la Cabeza” no almacenará una sola gota, ya que ésta será reguladora y la otra se quedaría en todo caso con seis millones de metros cúbicos. Los opositores argumentan que no se justifica ese tipo de obras y que en el fondo está el “jugoso negocito” de su construcción, así como el incremento en el valor de las tierras que se verían beneficiadas con el agua de riego. Así las cosas, el próximo dos de marzo se realizará un foro en el que especialistas hablarán del tema. Se espera que acudan también autoridades de la Semarnat y la CNA, para que den a conocer el estudio de impacto ambiental y con puertas abiertas aclarar las dudas a la comunidad.
