En ocasiones el alcalde Guillermo Anaya hace como el avestruz; esconde la cabeza evitando enfrentar los problemas: Tal es el caso de la remodelación del Bulevar Independencia, donde el cincuenta por ciento de las palmas y encinos trasplantados prácticamente se secaron. Extraña la actitud del Alcalde, sobre todo tratándose de su principal obra reconocida por la comunidad y que está siendo empañada por su tibieza al no tomar el toro por los cuernos exigiendo al proveedor Javier Robles Heimphel, la inmediata aplicación de la fianza que permita reponer las palmas y árboles con un proveedor más serio y responsable. De conformidad con el especialista Carlos Sánchez Woodworth, (miembro de la sociedad internacional de palmas), no se manejaron en forma adecuada; se lastimaron al deshidratarse sus raíces debido a los días que estuvieron expuestas durante su trasportación desde el estado de Sonora, señalando además la posibilidad de que hubieran sido adquiridas como “aviejadas” en algún sitio abandonado y no en un vivero bien cuidado. La solución del problema diariamente observado por la comunidad no requiere de voceros del Alcalde que hablen de evaluaciones y tiempos de espera para ver si “los muertos reviven” ; se espera la firmeza de don Memo para defender los intereses de la comunidad en un gasto que hasta ahora parece fue dinero tirado a la calle.
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En la presidencia municipal de Gómez Palacio se nota que los funcionarios disfrutan de la ausencia de la alcaldesa Leticia Herrera, quien al pedir licencia por quince días les solicitó que siguieran trabajando normalmente, pero por lo visto la mayoría de ellos poco caso hicieron y también se dieron ”licencia mental” para “tirarse a la milonga” y aprovechar su ausencia en unas dulces vacaciones. Se comenta que el que está pagando las consecuencias es el alcalde interino Francisco Javier Ponce Ortega, pues cuando atiende a grupos de ciudadanos y necesita de algún funcionario que lo auxilie en la respuesta a la problemática expuesta, en ocasiones no los encuentra; cosa que ni de chiste ocurría cuando la Alcaldesa estaba en la presidencia, pues todos llegaban antes que ella y estaban atentos a las ordenes de la “jefa”. Hay quienes dicen que a lo mejor todos la siguieron y andan también ocupados en la campaña del candidato priista. ¿Será?
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Sigue el desorden de la venta de bebidas alcohólicas en la vecina Matamoros. Luego de una denuncia hecha por un locatario del Mercado de aquella ciudad, El Siglo de Torreón comprobó diversos casos de expendedores que violan la ley, lo que el alcalde Felipe Medina Cervantes niega rotundamente. Por otra parte comerciantes del citado Mercado han hecho señalamientos en los que dicen estar involucrados algunos ex funcionarios y funcionarios que son dueños de expendios y que venden cerveza los domingos y fuera de los horarios autorizados. A pesar de ello el Alcalde sigue negando los hechos, buscando justificar su falta de acción para hacer cumplir la ley, ingenuamente argumenta que el problema de fondo es el alcoholismo y no se soluciona cerrando estos negocios sino con actividades que alejen a los niños y jóvenes de este vicio. Con esta actitud pasalona la gente sigue bebiendo en la vía pública y adquiriendo bebidas alcohólicas sin ninguna restricción, práctica que se está volviendo común en Matamoros, y aunque don Felipe Medina dice que “todo mundo se surte desde un día antes”, a ello tendría que agregarle “y a cualquier hora y día de la semana”. Pobre matamoros con autoridades que no respetan ni hacen respetar la ley.