Curioso y notable: Resulta que la nueva moda entre los diputados locales es llevarse a comparecer a los Secretarios de Gobierno del Estado de Coahuila a restaurantes en vez de hacerlo en el recinto oficial. El nuevo edificio del Congreso, que tuvo un costo de nueve millones de pesos, simplemente quedó reducido a un capricho de los diputados, ya que prefieren irse a discutir los temas “importantes” a restaurantes de lujo y a puerta cerrada; así los periodistas no se enteran de lo que sucede. La última fue la de Jorge Viesca, secretario de Obras Públicas, quien compareció el pasado miércoles y donde el tema principal fue la seguridad del Distribuidor Vial. La reunión se llevó a cabo en el restaurante La Canasta, uno de los más exclusivos de Saltillo. En este mismo lugar ya “comparecieron” Javier Guerrero, secretario de Finanzas e Ignacio Diego Muñoz, secretario de Planeación y Desarrollo. Las reuniones tienen otra peculiaridad y es que son a cuenta abierta a cargo del Gobierno del Estado, es decir, los legisladores consumen todo lo que quieren, situación que aprovechan ya que muchas veces se quedan horas después de que los secretarios abandonen el restaurante. No cabe duda que ser diputado en Coahuila tiene muchas ventajas.
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Muy comentado en los círculos políticos estatales fue el tirón de orejas que por interpósitas personas les dio a los calefactos a la gubernatura del estado, el gobe Enrique Martínez, pues resulta que un día aparece el líder estatal de la CTM, Tereso Medina y sin tapujos declara que ninguno de los que andan acelerados tratando de lograr la candidatura priista cuenta con el apoyo de esa central obrera, por lo que malamente están calentando los ánimos. Un día después, el presidente del Instituto Electoral, Homero Ramos Gloria, declara a su vez que quienes hagan proselitismo político pueden ser descalificados de la contienda por violar la Ley, así que más les valdría dejar sus anhelos para más adelante. Los que dicen saber cómo se tejen los finos hilos de la polaca, aseguran que don Quique ya se cansó de que algunos de sus allegados políticos, como el alcalde de Saltillo, Humberto Moreira y el secretario de Gobierno, Raúl Sifuentes, viajen por todo el estado reuniéndose con sectores y grupos del partido a fin de concertar alianzas, al tiempo que se han trenzado en una guerra abierta que está causando mucha tensión y restándole autoridad política al Gobernador. Si con esa llamada de atención que evidentemente salió del primer piso del Palacio Rosa no entienden los acelerinos, don Quique tendrá qué tomar medidas más drásticas si no quiere que para finales de año la arena política estatal se convierta en un verdadero herradero, pues ya desde ahora, entre las mulas, nomás las patadas se oyen.
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El pasado miércoles estuvo en Saltillo el “candidato ciudadano”, Jorge Castañeda, para presentar el libro: “Ramos Arizpe, Padre del Federalismo” elaborado en coautoría por Jacinto Faya, Humberto Gómez y Fernando del Moral, el cual fue editado por el Gobierno del Estado. Dicen los que ahí estuvieron que cuando don Jacinto y don Humberto hicieron uso de la palabra le echaron al gobernador Enrique Martínez artos cebollazas, alentándolo en su deseo de convertirse en el candidato del PRI a la Presidencia de la República, lo que no fue muy del agrado del gobe porque aquéllos se vieron muy lambiscones. A su vez “El Güero” Jorge Castañeda, se disculpó por no hacer alusión al libro, “porque los autores ya lo habían hecho”, de manera que en su intervención se dedicó a formular tres críticas al federalismo: Una, sobre la forma injusta en que la federación distribuye los recursos económicos entre estados y municipios; otra, sobre la inseguridad pública a la que, según él, contribuye la falta de unificación nacional de los cuerpos policíacos y otra más, sobre la forma en que los habitantes del Distrito Federal se benefician con los recursos que recaudan los estados, lo que le permite a Andrés Manuel López Obrador hacer obras, como los segundos pisos, con dinero que es ajeno. El caso es que Castañeda se pasó por el tiro del pantalón la invitación para que presentara el libro y dedicó ese tiempo para exponer parte de su plan de Gobierno, alegando que el pueblo ya no aguanta más y quiere que en el país se produzca un cambio (¿dónde escucharía eso?). Por cierto, se afirma también que “El Güero” llegó acompañado de dos o tres efebos, que traía en calidad de ayudantes.
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Lo que reporta nuestro subagente en Francisco I. Madero, pareciera arrancado de un libro de Stephen King. Resulta que la noche del jueves se dejó un ataúd de tamaño infantil en el patio de la casa de la regidora del PAN, Margarita Gracia Tostado, repleto de tiras de papel periódico. La funcionaria presentó una denuncia contra quien resulte responsable de este acto en el Ministerio Público, donde ya se inició con la investigación correspondiente. Cabe recordar que Gracia Tostado es tenaz en eso de señalar las irregularidades en la administración del alcalde, José Luis Marrufo Álvarez. Ha realizado señalamientos de los desvíos de fondos, los “aviadores” en la nómina municipal y sobre los hijos del Edil como proveedores del Ayuntamiento, entre otros. El director de Seguridad Pública, Fernando Maldonado Díaz, dijo que se asignó una unidad en el domicilio de la regidora para evitar que se le entreguen más “mensajes” de este tipo.
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Otro de nuestros subagentes nos relata un incidente propio de alguna película de bajo presupuesto: En forma violenta, el productor del Cañón de Jimulco, Gerardo Cedillo Vela, llegó a las oficinas de la Delegación de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), donde tiró un sillón de un puntapié, retó a golpes a varios empleados y amenazó al reportero gráfico de El Siglo de Torreón con quitarle la cámara. De acuerdo a la versión de los trabajadores de la Sagarpa que se encontraban en esos momentos, cerca de las 13:00 horas llegó Cedillo Vela con un grupo de productores de traspatio de varias comunidades del Cañón de Jimulco. Los manifestantes traían varios garrafones de leche para tirarlos en las oficinas, según dijo Cedillo Vela, pero al final no lo hicieron, sólo exigían hablar con el delegado, Alfonso Oliverio Elías Cardona. Al entrar a las oficinas, molesto porque asegura estar perdiendo dinero al no poder comercializar la leche y los quesos que produce, tiró de un puntapié uno de los sillones que se encuentran en la sala y retó a los empleados que lo observaban. Al llegar el reportero gráfico de El Siglo de Torreón y realizar su trabajo, a gritos, Cedillo Vela le dijo que no le tomara fotos e incluso amenazó con quitarle la cámara, aunque no se atrevió. Los productores se reunieron poco después con el Delegado de la dependencia federal para pedirle su apoyo y el servidor público les expuso que Liconsa es la opción que tienen para venderle la leche, aunque habría que cumplir con las normas de calidad. Más molesto todavía, al final de la reunión, Gerardo retó a golpes al subdelegado de la Sagarpa, José Luis Nava Rodríguez, a quien le quitó la pluma y se retiró acompañado de las personas, mujeres y hombres del Cañón de Jimulco. Cedillo Vela culpó más tarde a la empresa Chilchota de no comprarles la leche, lo cual le ha ocasionado grandes pérdidas. En fin, así se las gasta.
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Torreón, no es la excepción en cuanto a la operación de las famosas y lucrativas “Maquinitas de Casino”. En esta ciudad cerca de algunas escuelas y en algunos negocios de video, proliferan desde hace tiempo. Uno de nuestros subagentes afirma que ante el disimulo de Control Reglamentario y el doctor Manuel Acuña Cepeda y sus muchachos, se les permite funcionar mediante “cortas cooperaciones”. El preocupado subagente dice que él ve con desesperación cómo estos equipos proliferan día con día y al amparo de la supuesta diversión que generan entre adolescentes y una que otra ama de casa, reditúan pingües ganancias a los promotores. El subagente promete seguir investigando, porque asegura que de manera discreta esta industria va creciendo en tanto los inspectores de Control Reglamentario bajo las órdenes de Manuel Acuña protegen a los empresarios que las promueven.
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El cabildeo realizado por el secretario de Obras Públicas, Jorge Viesca, fue todo, menos discreto: mediante la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción, que encabeza Alfonso Soto Corral, arregló el escenario para que éstos y el Colegio de Ingenieros Civiles de la Laguna que preside Sergio García López, le solicitaran “por escrito”, apenas el lunes en una deliciosa comida en el restaurante Brasileño del Paseo de la Rosita, que se subieran los peraltes al Distribuidor Vial Revolución. Fue esa “petición” lo que movió las fibras sensibles del Secretario de Obras Públicas para que el martes, raudo y veloz, convocar a una reunión a algunos empresarios de mediana representación para que le sirvieran de marco y dar a conocer su decisión. Así de rápido dio respuesta a las inquietudes de la ciudadanía que a raíz de los dos accidentes registrados en apenas cuatro meses de operación empezaron a preocuparse por la seguridad del DVR. Finalmente se hará una “tercería” para revisar técnicamente esta obra, pero será el propio secretario el que licite y escoja a la empresa nacional o extranjera que haga estos, trabajos; conocerá los resultados antes que nadie y para cerrar con broche de oro, sólo él podrá informar al respecto. Entonces, el DVR es y será, lo que el funcionario estatal quiera que sea. Ni hablar, ya que el Municipio estuvo de acuerdo.
