Nuestro subagente viajero reporta que en Saltillo parece que tiembla, pero no por algún movimiento telúrico, sino por las ondas trepidatorias que dejan los golpes secos que se propinan con singular alegría y en cada oportunidad los funcionarios de primer nivel que dieron por terminado el sexenio y se dedican en cuerpo y alma a construir –sobre quien puedan- su futura candidatura a “la grande”. Por un lado, el alcalde de la capital peronera, Humberto Moreira, anda desatado, ya que lo mismo se pone una máscara de luchador para bailar ballenato, que se pone el traje para lanzar discursos de estadista, en los cuales es especialmente ácido para referirse a La Laguna y los laguneros que le pudieran hacer sombra en sus pretensiones. Por el otro lado, el secretario general de Gobierno, Raúl Sifuentes, mantiene un duelo de pulsos con el secretario de Obras Públicas, Jorge Viesca Martínez, cuyo resultado, advierte el subagente, es de pronóstico reservado. Bien haría el gobe Martínez y Martínez el intentar poner orden, tan siquiera para que guarden las formas un par de meses más en bien de Coahuila.
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Y ya en terrenos de los aspirinos, hay quienes lamentan la transformación de Jorge Viesca, el que parece renegar de su origen lagunero para lograr que Saltillo lo adopte. Sólo así se explica la falta de interés del funcionario por dar explicaciones sobre la construcción del Distribuidor Vial Revolución, obra que sería la “estrellita” en Torreón del sexenio de Enrique Martínez y que simplemente no luce ya que se encuentra toda parchada, en entredicho y bajo sospecha. La actitud asumida por el Secretario de Obras Públicas en la tierra que lo vio nacer, dicen no es digna de un funcionario y ya hasta el propio Gobernador entró al quite para enmendar uno de sus desatinos, por aquello de que “la obra la quieren tumbar a periodicazos”. Con esas actitudes, su carrera política se antoja demasiado corta, aunque él sueñe con lo contrario.
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Nuestros subagentes torreonenses nos informan que al secretario del Ayuntamiento, Alfonso Tafoya Aguilar, se le cuecen las habas porque llegue 2006, ya que no piensa concluir pronto su incipiente carrera en la administración pública por lo que está pensando en lanzarse a una diputación federal. Parece que el operador de Anaya Llamas ha ido aprendiendo a saborear las mieles de la política en salsa de nómina, aunque de esta disciplina le quede mucho por conocer.
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Entrados en temas polacos, los subagentes de Lerdo nos comentan que muy cómodos estuvieron el senador Jorge Zermeño Infante y el alcalde de Torreón Guillermo Anaya Llamas, en el cierre de campaña de la candidata a presidenta de Ciudad Lerdo, doña Chayo Castro Lozano, quien estuvo acompañada por su hermano, el diputado federal Juan de Dios Castro. Ya que hablamos del buen Memo Anaya, el alcalde se deja ver últimamente muy seguido acompañado por el diputado Jesús de León Tello, tanto en alguna cafetería como en uno que otro antro (de los que cierran a tiempo). La amistad de estos panistas ya ha provocado rumores, entre ellos el de que León Tello es el candidato de don Memo para sucederlo en la alcaldía. Afirman los que dicen saber que ya le susurró al oído: “Tú eres mi gallo”. De ser cierto, el también diputado José Ángel Pérez que dicen anda tendido por la silla grande del palacio de la Matamoros, debe comenzar a construir alianzas y poder así tener una oportunidad de peleársela al candidato ungido por el actual mandamás cuando llegue el momento. Vaya usted a saber; todos estos son rumores que corren por ahí y que este su 007 se limita a comunicar a sus lectores.
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Dicen los viejos que compromiso que no tiene fecha, nunca se cumple. Esto viene a colación porque don Memo Anaya afirma que sí se van a realizar los cambios de vialidades, pero no dice cuándo. Reafirma que el progreso no se negocia, pero la realidad lo desmiente. ¿Qué le hará falta el buen Memo para llevar a cabo la obra?; algunos dicen que simplemente fajarse los pantalones y tomar la decisión, pero se preguntan por qué no tiene la misma firmeza para defender el proyecto, que cuando se le cuestionaban los trabajos del bulevar Independencia y más recientemente del Diagonal Reforma. En fin, si hay alguna razón, sólo el Alcalde la conoce y los ciudadanos siguen pensando que le faltan “voluntades políticas”.
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No cabe duda que tener al jefe a kilómetros de distancia permite hacer ciertos negocios. Nuestros subagentes de las colonias de Torreón nos informan que los recursos que envía el Gobierno del estado simplemente no llegan. Como ejemplo basta un botón: una lideresa del PRI de la colonia Luis Echeverría solicitó a Enrique Martínez una computadora para la escuela Severo Ortiz y que así los niños tuvieran acceso a Internet. Pues bien la compra se autorizó y le enviaron el equipo a Gustavo Muñoz, representante del Gobierno del estado en Torreón. La computadora tiene una valor de 15 mil pesos, pero el funcionario cambió el equipo de caja y entregó a la líder la computadora de su escritorio que según nuestros subagentes es una Alaska con valor de cinco mil pesos. El buen Gustavo para protegerse hizo firmar a la señora un documento donde dice recibir equipo con valor de 15 mil pesos. Pero eso no es todo. Nos cuentan también que la oficina del Gobierno del estado envió 50 mil pesos para cambiar las llantas de los autos oficiales pero el buen Gustavo sólo cambió las de su vehículo. Sin duda la Contralora, Inés Garza, tiene mucho trabajo por hacer en la oficina del representante del Gobierno del estado.
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Por cierto, otro de nuestros subagentes se pregunta si estará enterado el Alcalde de la elaboración de grandes estructuras de fierro que se fabrican actualmente en una empresa ubicada en Antonio Duéñez 290 de la Zona Industrial de Torreón, propiedad de uno de sus principales colaboradores y las cuales, según los que se dicen enterados, supuestamente son bases que se dejarán en definitiva en las columnas del Distribuidor Vial Revolución para sostenerlo. Se comenta que serán las que sustituyan a los grandes armatostes de fierro grises y amarillos que ahora lo sostienen, precisamente en los lugares donde a finales del período de construcción y antes de que fuera inaugurado, ya le habían subido los peraltes con concreto aligerado. Resulta extraño también la manera como se involucró ahora a esta empresa cuando fue “Acolsa” una de las encargadas de construir las superestructuras o viaductos. ¿Acaso no pudo con las correcciones? Y, ¿por qué Acolsa ha sido una de las constructoras favoritas en la administración estatal? Nadie sabe, nadie supo.
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El candidato a presidente municipal de la “Alianza Todos por Gómez Palacio”, Francisco Garza Espino, realizó su cierre de campaña el pasado domingo y aprovechó para tratar de sabotear el evento de sus rivales priistas. Nuestro subagentes gomezpalatinos nos indican que Pancho envió a varios ejidatarios a la Presidencia para gritar consignas contra Octaviano Rendón. Lo malo es que al parecer los campesinos no estaban bien instruidos y luego de unos minutos de protesta decidieron sentarse en la explanada de la Presidencia Municipal para ver cómo se preparaba el cierre de campaña de los priistas.
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Al parecer en Matamoros, los estímulos que otorga el Ayuntamiento a los miembros del Cabildo dependen de qué tanto apoyen al presidente municipal, Felipe Medina Cervantes, pues los integrantes de oposición se quejaron amargamente ante uno de nuestros subagentes, de que mientras que ellos reciben un cheque por comisiones de dos mil 600 pesos, el síndico de mayoría, Jorge Ayup, obtuvo 12 mil 600. Ángeles Villa Galindo, regidora de UDC, denunció esta irregularidad en la última sesión de Cabildo, pero el síndico no respondió ante la acusación y el Alcalde dijo que era un préstamo al funcionario. Sin embargo, el concepto del cheque fue por cumplimiento a las comisiones.
