Numerosos torreonenses calificaron de cinismo rayando en la burla la actitud del alcalde Guillermo Anaya de “autoelogiar” a su administración y por ello decidir “premiarse” tanto él como diecinueve directores, quienes además del mes de aguinaldo, recibieron otro mes por concepto de “compensaciones” para un total de seiscientos cincuenta y cinco mil pesotes, porque “este año de trabajo ha sido de muchos logros en todas las áreas de la administración”. La decisión la tomaron el Alcalde y el tesorero Jorge Handam. Esta actitud de “elogiosa” autoevaluación para justificar la salida de los dineros públicos resulta incomprensible y burlesca; primero porque ni siquiera tomaron en cuenta al Cabildo y segundo, porque no le corresponde al Alcalde valorarse y premiarse; en todo caso ello corresponde a los torreonenses. Retirar esos dineros del erario público con el pretexto citado, no se justifica, pues como acertadamente señalaron diversos ciudadanos: “cumplir bien es su obligación y para ello le paga la sociedad un jugoso sueldo. No es un mérito que requiera premios especiales y menos en un municipio con tantas carencias”. Por estas razones muchos consideran que el alcalde Guillermo Anaya cerró su primer año de Gobierno con un feo toque de corrupción simulada. ¡Viva el cambio!
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Siguiendo con este tema, los torreonenses se preguntan: ¿con qué criterio decidieron el alcalde don Memo y el tesorero Handam pagarse a sí mismos y a jefazos de su elección un dinero extra de “compensación”? porque eso de fundamentarlo en que se trató de “un año de muchos logros”, es algo muy genérico, pues en todo caso debería tocarles también a otros funcionarios y empleados que hicieron posible esos logros y no solamente a unos cuantos “generales”. Se comenta que con su aguinaldo y compensación “especial” que sumaron ciento dos mil cuatrocientos setenta y cinco pesos, el alcalde don Memo se fue feliz a esquiar al vecino país del norte, comentándose que si el reparto hubiera sido parejo para todos los empleados, a lo mejor no le hubiera alcanzado más que para una “fayuqueadita” en Laredo. Definitivamente no fue correcto ni justo el reparto del “pastel navideño” elaborado con dineros del pueblo.
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A quince días de ser inaugurada la remodelación del bulevar Independencia, considerada por el alcalde Guillermo Anaya, como la obra más importante de su primer año de Gobierno, aún se observan numerosos detalles que dan la apariencia de que la citada obra está inconclusa: semáforos desincronizados, desniveles en la carpeta asfáltica, ausencia de líneas que dividen los carriles, falta de señalamiento de velocidad en los mismos y, sobre todo, un buen diseño para los cruces peatonales. Lamentablemente el Alcalde y sus colaboradores se fueron de vacaciones y por lo visto los contratistas encargados de las obras también hicieron lo mismo, siendo notorio que los trabajos para solucionar los necesarios detalles simplemente los olvidaron. A ver si acaban para el siguiente informe de Gobierno municipal.
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Entre los grillos gomezpalatinos se habla de una reunión-comida realizada el pasado martes en conocido restaurante, al que pasadas las tres de la tarde llegó el actual alcalde de Durango y ex aspirante a la gubernatura del estado, José Rosas Aispuro, quien permaneció en el “lobby” unos cuantos minutos hasta que apareció el otro ex precandidato, Carlos Herrera Araluce, ambos derrotados en la elección interna del PRI por el senador con licencia, Ismael Hernández Deras. Entre los polacos surgió la pregunta: ¿Acaso compartieron la sal (en el buen sentido) para llegar a un acuerdo y cerrar filas en pos de lo que será la campaña del PRI para las elecciones de gobernador de Durango?
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Para todos aquellos que sufrían por ver a un Príncipe de la Iglesia en medio de escandalosos dimes y diretes y bajo la pesada losa de una investigación judicial, una noticia que sin duda les devolverá el aliento: La PGR exoneró de los cargos que le endilgó el ex procurador Carpizo, al cardenal Juan Sandoval Íñiguez. Ahora sólo queda recordar al buen purpurado la vieja conseja popular que advierte: “Dime con quién andas y te diré quién eres”... y así podría evitar futuros contratiempos.