México, (Notimex).- Objetos de cerámica, entierros, águilas, lobos, desagües con remate de serpiente, cráneos con deformaciones artificiales, fotografías, maquetas y videos componen la exposición "Viaje al centro de la Pirámide de la Luna", inaugurada la víspera en el Museo Nacional de Antropología.
La exhibición, cuyos materiales provienen de las excavaciones realizadas en Teotihuacan en el último lustro, "es un esfuerzo multidisciplinario y resultado del trabajo de especialistas nacionales y extranjeros", aseguró Moisés Rosas, secretario técnico del INAH.
Acompañado por el embajador de Japón en México, Mutsuyoshi Nishimura, el funcionario del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) resaltó que en dichos trabajos de campo, realizados en cinco diferentes temporadas, intervinieron expertos de la Universidad Estatal de Arizona y de diversas instituciones niponas.
Aseguró que éste es uno de los tantos esfuerzos que realizan más de 900 investigadores del INAH sobre el estudio del México prehispánico, cuyo trabajo ha hecho que más de 20 millones de personas visiten cada año alguna zona arqueológica en el país.
Destacó que los especialistas trabajan en 170 zonas arqueológicas, 115 museos, tres escuelas y una biblioteca, todas ellas pertenecientes al instituto.
En su oportunidad, Mutsuyoshi Nishimura destacó que es un honor participar con México en estos trabajos en la Pirámide de la Luna, que si bien geográficamente pertenece a los mexicanos, en términos generales es Patrimonio de la Humanidad.
A su vez, Rubén Cabrera Castro, responsable de la investigación, indicó que además de exhibirse por primera vez esta colección, se reprodujo un entierro-ofrenda de cuerpos humanos inmolados, semejante a uno de los que fue encontrado por los arqueólogos en la zona.
Aseguró que esta muestra, que permanecerá hasta septiembre próximo, es de gran importancia, no sólo por los recientes hallazgos que están expuestos, sino por la serie de investigaciones académicas paralelas a cargo de especialistas en antropología física, botánica, biólogos y arqueólogos.
Indicó que cada uno de ellos ha analizado los materiales encontrados y ha estudiado el contexto de los mismos.
También dijo que durante las excavaciones han encontrado cuatro complejos entierro-ofrenda, mismos que son reproducidos en esta exposición temporal.
La muestra está dividida en dos segmentos, uno de ellos relacionado con las excavaciones previas hechas en la Plaza de la Luna, y el otro vinculado a los hallazgos en el interior de la pirámide.
Este último ofrece al público una representación de los escenarios donde los teotihuacanos efectuaron los rituales fúnebres, y de los momentos en que los investigadores se introducen a la pirámide.