El fondo del asunto es tan simple que no debiera someterse a mayor discusión: sobre el interés particular debe prevalecer siempre, el interés general.
Hoy, los pretendidos cambios en la circulación en las vialidades aledañas a la calle Feliciano Cobián y González Calderón continúan suspendidos y no existe fecha para ponerlos en operación.
Las autoridades municipales realizan lo que se debe entender como una negociación con vecinos, en donde se apuesta a la información para vencer la resistencia a los cambios.
Ante la postura de quienes firman como representantes de las uniones de colonos de Granjas San Isidro, Nueva Los Ángeles, Ampliación Los Ángeles y Las Margaritas, que exigen los estudios que sustentan los cambios de vialidades y que ponderan el consenso vecinal sobre un acto de autoridad, el alcalde Guillermo Anaya insiste en que el proyecto es viable técnica, social y urbanísticamente y por lo tanto, beneficioso para la ciudad.
Las autoridades hacen lo correcto: informar, pero también deben garantizar el bien general sobre el interés particular, ya que de lo contrario, gobernar sería simplemente imposible.
Sólo queda esperar para ver si finalmente se impone la razón, o si la ciudadanía será rehén de los grupos que al alzar la voz, puedan frenar la modernización del Municipio.
El pasado 16 de abril, fecha señalada para que entraran en vigor las modificaciones en diversas vialidades colindantes con el bulevar Independencia, el alcalde Guillermo Anaya se arrepintió a última hora de los cambios, no obstante el fuerte operativo vial que había sido asignado para aplicar las medidas.
