DÍA MUNDIAL DE NO FUMAR.
Califican epidemiólogos al tabaquismo como una 'enfermedad contagiosa'.
Y EL SIGLO DE TORREÓN
COMARCA LAGUNERA.- El tabaco es una de las sustancias más tóxicas de las que se tiene noción y sin embargo, no es considerado como un psicotrópico dañino, sino sólo como un fármaco legal sobre el que sólo existen algunas restricciones en determinadas áreas y zonas públicas.
Descrito como una planta de las familias solanáceas “Nicotiana tabacum” y “Nicotiana rústica”, el tabaco es un vegetal tipo arbustivo que alcanza entre uno y tres metros de altura, produce diez a 20 hojas grandes en forma de lanza y sus flores son blancas, rosadas, rojas o violáceas.
En el documento “Farmacoterapia de los Síndromes de Intoxicación y Abstinencia por Psicotrópicos”, elaborado por el Centro de Integración Juvenil, se establece que la nicotina se aisló por primera vez de las hojas del tabaco en 1828 por Poselt y Reiman.
Se trata de uno de los pocos alcaloides naturales líquidos libres en la naturaleza, cuyas principales características son ser incoloro y volátil.
Fue poco tiempo después de su ingreso a Europa, cuando se estableció que para algunas personas, el uso del tabaco podía convertirse en una dependencia similar a la que enfrentaban los bebedores de etanol.
Ninguna de las consideraciones médicas que han surgido a partir de ésta, han logrado disminuir el consumo de tabaco en el planeta.
Según la publicación, el consumo de tabaco durante la primera mitad del siglo XX no era considerado como una adicción, sino que por el contrario llegó a formar parte de la vida social y se le reconoció como una afición o hábito digno de emularse para llegar a ser “gente de prestigio, éxito o mejor apariencia”; por un lado como rito de iniciación a la adolescencia-adultez y por otro, un estilo de vida necesario para deleitarse con los “placeres de la vida”.
En México y otros países del mundo, la amplia permisibilidad ofrecida durante tantos años al tabaquismo permitió que se haya reflejado en la legislación, una sobreconsideración hacia los adictos al cigarrillo y una subestimación a los fumadores pasivos. Al mismo tiempo que se asumía claramente que el uso continuo de éste predispone a la presentación de múltiples problemas médicos y psíquicos, que van desde las enfermedades cardíacas y respiratorias y que concluyen con diversas formas de cáncer.
“Enfermedad contagiosa”
Humberto Flores Muñoz, epidemiólogo de la Jurisdicción Sanitaria Número Seis con sede en Torreón, indica que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco contiene más de cuatro mil sustancias químicas, de las cuales 50 pueden producir cáncer.
Refiere que como alcaloide, la nicotina es empleada como tranquilizante en los dardos de caza y en el insecticida, por lo cual es la responsable de efectos fisiológicos y psicológicos, entre los de mayor impacto, los tumores malignos o cáncer.
En este sentido, Flores Muñoz expone que el cáncer de pulmón es siete veces más frecuente en fumadores; se considera que al menos tres mil 800 de las 12 mil muertes por este padecimiento en no fumadores, pueden ser atribuidas a la inhalación del humo del tabaco, el cual suele ser más tóxico y cancerígeno.
Quienes consumen tabaco enfrentan cinco veces más riesgos de desarrollar cáncer de laringe, esófago y cavidad oral.
Al tabaquismo se atribuye también un tercio de todos los cánceres de vejiga, riñón y páncreas; incrementa cinco veces el riesgo de muerte por bronquitis crónica y enfisema; duplica el riesgo de morir por enfermedades cardíacas y eleva en más de la mitad el riesgo de apoplejía, además que la mitad de los niños en el mundo están expuestos al humo del tabaco en la propia vivienda.
A consideración del epidemiólogo “el tabaquismo es una enfermedad contagiosa, ya sea por medio de la publicidad, del ejemplo de los fumadores y debido al humo al que los no fumadores, especialmente los niños, están expuestos”, de ahí la importancia de regular la publicidad de estos productos y promover la suficiente conciencia acerca de todos los riesgos que desencadena su consumo.
Refiere que se tienen estimaciones del tabaquismo en México, implica al Gobierno Federal un costo anual de 29 mil millones de pesos por el tratamiento de todas las enfermedades que produce; esto, en contraste con los ocho millones que recauda por impuestos a cigarreras y consumidores.
Según el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de las Adicciones (Sisvea), que coordina las Clínicas del Tabaco establecidas en las ciudades de Culiacán, Distrito Federal, Guadalajara, León, Mérida, Nuevo Laredo, Querétaro y San Francisco del Rincón, tan sólo en 2001 se brindó atención a un total de mil 655 personas.
Por su parte, el traumatólogo, Edmundo Gurza Jaidar, expone que el tabaquismo no es un problema exclusivo de una especialidad, pues igual afecta la garganta, nariz y pulmones como la circulación sanguínea.
Quien fuma 20 o más cigarros al día, puede llegar a padecer en el corto plazo debilidad en los huesos, debido a que algunas de las sustancias químicas del tabaco generan la destrucción de las células que los producen.
En el caso de los fumadores pasivos, son más susceptibles a padecer infecciones de las vías respiratorias altas, pues el humo del tabaco que aspiran provoca que el desplazamiento de la mucosidad sea lenta, lo que da la oportunidad para que las bacterias se reproduzcan y generen el padecimiento en forma repetida.
Hábito mal aprendido
Para el médico internista y de Terapia Intensiva, Óscar Hernández, es preocupante el incremento que registra la adicción al tabaco entre mujeres y adolescentes, sectores de la población mucho más vulnerables a los estragos que éste ocasiona en el organismo.
En el caso de las mujeres —explica— sucede que ellas no están preparadas para embarazarse con una adicción al tabaco, de tal forma que cuando pretenden dejar de fumar, generalmente recaen y no obtienen resultados exitosos.
Si la mujer continúa consumiendo tabaco durante los primeros tres meses de embarazo, los riesgos de enfrentar problemas de salud se agudizan.
Desprendimiento prematuro de la placenta; placenta previa e infartos placentarios; abortos espontáneos, recién nacidos con bajo peso al nacer y malformaciones congénitas son situaciones que seguramente acompañarán el período de gestación en una mujer fumadora.
Además, existe una mayor probabilidad de que cuando el individuo crezca, se vuelva adicto a cualquier droga, amén del bajo peso, talla y dificultades que enfrentará en los procesos de aprendizaje.
En el caso de los adolescentes, se considera que la iniciación del hábito de fumar guarda muy estrecha relación con factores psicológicos y sociales. Los jóvenes se inician a temprana edad (entre los 12 y 17 años) por “necesidades interiores” o un conjunto de razones de carácter social, en su relación con las personas que les rodean.
A este respecto, Óscar Hernández explica que el tabaco libera una sustancia llamada dopamina, la que en cierta forma provoca el incremento de otras sustancias que hacen que el individuo sienta placer y un refuerzo en su conducta.
Sin embargo, este bienestar “que todos hemos sentido al fumar en alguna ocasión”, es falso porque al igual que el alcohol, ocasiona resaca en la que el individuo se deprime y se angustia y entonces experimenta la necesidad de volver a fumar para reducir estas sensaciones.
Además, debe tomarse en cuenta que a menor edad, es más temprana la exposición, más dañina y mucho más difícil de combatir.
Tanto en los adolescentes como en las mujeres, fumar constituye un hábito mal aprendido, dentro de toda esta transformación que ha sufrido la sociedad contemporánea y en la cual la mujer innegablemente ha destacado en muchos ámbitos, pero también se haya sumergida en mayor medida en la penumbra de las adicciones.
BOCANADAS MORTALES
El tabaquismo constituye la cuarta causa de muerte en todo el mundo, aunque esta posición no ha sido suficiente para frenar el incremento que registra la adicción en hombres, mujeres y adolescentes.
· Actualmente el tabaco causa más de 4.9 millones de muertes al año.
· Es el responsable de una de cada diez muertes en adultos.
· Se estima que para el año 2030 morirán más de diez millones de personas por el tabaco o una de cada seis personas adultas.
· El tabaco favorece una pérdida de 20 a 25 años de vida.
· Es el causante de alrededor de 13 mil 500 defunciones por día.
· En la década de los noventa, dos de cada tres muertes relacionadas con el tabaco se producían en países de alto ingreso.
· En 2030, se estima que siete de cada diez ocurrirán en las naciones de ingreso medio y bajo.
· En México mueren alrededor de 45 mil personas anualmente por el consumo de cigarro.
· Se calcula que en nuestro país 13 millones de personas son adictas al tabaco.
· Ellos a la vez, son responsables de 48 millones de fumadores pasivos.
· El 40 por ciento de los adolescentes (de 13 a 15 años) fuma.
· El 77 por ciento de los fumadores desea dejar la adicción y lo ha intentado por lo menos una vez.
· Sólo dos de cada 100 logran el objetivo.
FUENTE: Departamento de Epidemiología, Jurisdicción Sanitaria Número Seis
Puerta de entrada
Fumar cigarrillos a una edad temprana puede predisponer a la persona a usar otro tipo de drogas.
En México, la edad más frecuente para empezar a fumar es entre los 13 y 14 años, de ahí que el tabaquismo se pueda considerar como una “enfermedad pediátrica”.
Según estudios de Centros de Integración Juvenil, entre más temprano comience una persona a fumar, mayor será el riesgo de que se convierta en un fumador regular o compulsivo, además de que desarrolle dependencia y sufra las consecuencias a largo plazo derivadas de este hábito.
Cuando se inhala el humo del tabaco, la nicotina llega al cerebro en cuestión de segundos, generando reacciones inmediatas como un incremento en la frecuencia cardíaca y respiratoria; adelgazamiento de los vasos sanguíneos y un aumento de la presión arterial.
La nicotina genera diversas sensaciones según el estado de ánimo del fumador, de ahí que muchas personas refieran que fuman para calmar los nervios o para estar más alertas, aunque la mayoría de las veces las reacciones son de tipo psicológico.
Aun cuando la mayor parte de las personas que fuman tabaco nunca prueban otras drogas, se ha encontrado en la población mexicana que de quienes fuman o han fumado en el pasado, 7.5 por ciento ha usado una o más drogas.
En un estudio practicado por la institución, entre estudiantes de secundaria y bachillerato, se observó una importante relación entre el consumo de tabaco y alcohol con el de otras drogas.
El riesgo de pasar de una droga lícita a una ilícita se incrementaba con la severidad del patrón de consumo, es decir, a mayor frecuencia de consumo de tabaco y la cantidad de alcohol por ocasión, más alta era la probabilidad de que los adolescentes probaran otras drogas.
“Esta asociación se puede explicar al tomar en cuenta diversos factores, entre ellos los ambientales, que se relacionan con las oportunidades de consumir drogas, los cuales son mayores en hombres que en mujeres; otros factores son la disponibilidad y el nivel de tolerancia social hacia el consumo, es decir, si la droga se halla lo suficientemente disponible en su entorno y además se cree que los amigos o compañeros aceptan el consumo, lo que favorece que alguien use drogas”, según el estudio.
Se considera que entre los 15 y los 19 años de edad hay mayor riesgo para experimentar con sustancias y que, en la mayoría de los casos, ocurrió primero con el tabaco y el alcohol.
(REVISADA)
ALTO PORCENTAJE
Las muertes asociadas al tabaquismo ocupan porcentajes que deben ser tomados en cuenta por las autoridades de salud, de manera que se refuercen las medidas de prevención.
PRINCIPALES CAUSAS DE MUERTE (2003)
Padecimientos Porcentaje* Volumen Estimado
Cardiopatías 32.6 749 244
Tumores malignos 18.1 520 94
Enfermedades cerebro vasculares 10.4 89 9
· Porcentaje estimado de muertes asociadas al tabaquismo.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón
COMPONENTES
Dentro de cada cigarrillo hay elementos químicos que tienen las más variadas aplicaciones en la industria y los hogares y los efectos más devastadores en el organismo humano.
Componente Usos Efectos en la salud
Amoníaco Limpieza Lesiones oculares y asma
Forlmaldehído Embalsamar cadáveres Cancerígeno
Cresol Explosivos Eleva la tensión arterial, cefalea
Acrilonitilo Botellas y pesticidas Cancerígeno, tóxico
Benceno Disolventes Leucemias
Cadmio Revestimientos metálicos Cancerígeno
Fenol Desinfectantes Convulsiones
FUENTE: Departamento de Epidemiología, Jurisdicción Sanitaria Número Seis
