03 de marzo de 2004.
México, (EFE).- La reciente oleada de videos que involucran a políticos mexicanos en escándalos de corrupción, destapa de forma adelantada la guerra por la Presidencia y la "descomposición política" en México, según los analistas.
"Parecen niños de 'Kinder' peleándose por el chocolate", afirmó hoy a EFE el politólogo Raúl Benítez.
Coincidió con otros expertos en que los escándalos que en la última semana y media difundió la televisión, con imágenes de políticos en situaciones comprometidas, son "sordas disputas" para "situarse" de cara a las elecciones de 2006.
Los analistas opinan que este tipo de prácticas con cámaras ocultas que en otros países le costaron la carrera a más de un político, son "novedosas" en México y reflejan una evidente corrupción generalizada del sistema político.
Dos videos exhibidos esta semana muestran en una situación comprometedora a colaboradores del alcalde de Ciudad de México, Manuel Andrés López Obrador, del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), un abanderado de la lucha contra la corrupción y favorito en las encuestas para las presidenciales.
En uno de los casos el presidente de la Asamblea Legislativa capitalina, René Bejarano, aparece recibiendo 45.000 dólares en efectivo como donativo para una campaña electoral de parte de un empresario y en otro se puede ver al secretario de Finanzas, Gustavo Ponce, jugando grandes sumas de dinero en un casino de Las Vegas (EEUU).
La semana pasada, otro video mostraba al presidente del Partido Verde de México, el senador Jorge González, negociando presuntamente un soborno con un intermediario empresarial para tramitar un permiso para la construcción de un complejo turístico en Cancún.
Gustavo Ponce, que fue criticado por "ostentación de gastos excesivos" y es sospechoso de enriquecimiento ilícito, está en paradero desconocido y González y Bejarano han anunciado que pedirán sendas licencias como legisladores para ser investigados.
Para el analista José Luis Reyna, se ha desatado "un proceso de sucesión conflictivo" debido a que la institución presidencial, encabezada por Vicente Fox, del Partido de Acción Nacional (PAN), "está debilitada" y se ha generado un vacío de poder que "se está llenando con más de 20 precandidatos".
Reyna afirmó que, por ejemplo, "golpeando" al Partido Verde se intenta desprestigiar al Partido Revolucionario Institucional (PRI), que tiene alianzas electorales con los ecologistas en varios estados.
Detrás de las grabaciones que dejan en una situación incómoda al jefe del gobierno capitalino pueden estar sus correligionarios del PRD, que quieren recortar la ventaja que lleva en las encuestas, o incluso autoridades nacionales, señalaron otros expertos.
"Si no se controla esto (la secesión de escándalos) estamos a un paso de la ingobernabilidad", afirmó Reyna.
Los analistas no se atreven a poner nombre y apellido a los autores intelectuales de la grabaciones y consideran que no es conveniente prender el ventilador de las denuncias de corrupción en los medios de comunicación, porque para eso están los juzgados.
El politólogo Sergio Aguayo afirmó que aunque el tema de la conspiración es atractivo para la prensa, no se debe olvidar que el problema real es el de la "corrupción en la que está inmerso el sistema político, que está saliendo a la luz".
El propio López Obrador, que fue criticado por Aguayo por mantener a su lado a un hombres ya cuestionados con antelación, reconoció que "se adelantaron los tiempos políticos" y que sus adversarios le quieren "destruir".
"Son partidos políticos, son verdaderas mafias, afirmó López Obrador, quien también dirigió sus sospechas contra el ex presidente Carlos Salinas (PRI) y la derecha mexicana.
"El (Salinas) ha difundido que soy populista, que voy a ser como (el presidente de Venezuela, Hugo) Chávez y que va a ser terrible para el país si llego a la Presidencia", afirmó.